Bahía Blanca | Viernes, 26 de abril

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Continúa en aumento la cantidad de cremaciones en el cementerio local

Se realizan entre seis y ocho prácticas por día. En el año 2019 se utilizó este método con el 40% de los fallecidos de nuestra ciudad.

En el cementerio ya no hay problemas de disponibilidad de espacio. (Foto: Archivo La Nueva)

Mario Minervino / mminervino@lanueva.com

   A 24 años de habilitado el primero de los dos hornos operativos en el cementerio local, la cremación de cadáveres ha alcanzado un nuevo récord en 2019, con 1.191, casi el 40% de los fallecidos en el año.

   Si bien la práctica en los últimos tres años se mantiene más estable, experimentó una suba de casi el 7% en relación a 2018. En 2013, por indicar otra referencia, fueron 600 en total.

   Es tan importante el crecimiento de esta práctica que de momento dejó de ser un problema la disponibilidad de espacio en el cementerio, situación que una década atrás llevó a pensar incluso en establecer una segunda necrópolis en caso de no conseguir nuevas tierras, aledañas al actual emplazamiento.

   Hoy el cementerio dispone de dos hornos, que alcanzan para atender la demanda. "Hacemos entre seis y ocho cremaciones cada día, atendemos sin problemas los pedidos", señaló Daniela Calvo, directora del lugar.

   El aumento de las cremaciones es un fenómeno mundial y en general se atribuye a varias causas. Una de ellas es el costo que significa mantener un nicho o parcela de tierra y la necesidad de ocuparse en el tiempo de su pago. 

   Pero acaso el hecho más relevante es un cambio de las nuevas generaciones y su relación con los muertos. "Cada vez se llevan menos flores", señala uno de los puesteros ubicados frente al cementerio.

   “Hay un cambio cultural y generacional con este tema. La gente joven es cada vez más reacia a venir al cementerio y también muchas personas manifiestan su deseo de ser cremados”, señala Calvo.

   También ha crecido la cantidad de cremaciones de gente fallecida hace tiempo --se exige al menos cinco años--, procedimiento que exige la reducción previa de los restos.

   Desde que el féretro llega al crematorio, se cumplen varias etapas hasta que las cenizas son entregadas a la familia. Pese a que hay una creencia de que muchas veces el ataúd se recupera, la realidad es que, retiradas sus partes metálicas, el cuerpo es cremado dentro del cajón.

   La Iglesia Católica ha dejado de considerar a la cremación como algo prohibido, aunque recomienda siempre la inhumación, ya que ser sepultado, menciona, sugiere mayor estima al fallecido.

   Si bien admite esta práctica, plantea que las cenizas se dejen en el cementerio o en una iglesia y no apoya que sean arrojadas en algún sitio.

   Convertir en cenizas los restos humanos es un destino que ya menciona la Biblia. "Con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste tomado, pues polvo eres y al polvo volverás".