Bahía Blanca | Jueves, 03 de julio

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Daniel Leobono: “Fui el único futbolista en la historia al que le dieron 4 días de arresto”

Tiene 67 años y gran parte de su vida transcurrió en Tiro Federal, donde fue futbolista, técnico y dirigente. Hoy prioriza a su familia y sus veranos en Monte.

El orgulloso abuelo Daniel Leobono junto a sus nueve nietos: Luka (1 año), Franccesco (2), Morita (4), Lorenzo (4), Benicio (5), Josefina (6), Violeta (7), Emilia (8) y Agustín (12). Son los hijos de Noelia (la mayor de todos), Damián, Guido y Nicolás. "Alguno me va salir futbolista; y espero que sea bueno (risas)", dijo. Fotos: Rodrigo García-La Nueva.

Por Javier Oscar Schwab / [email protected]

   Humilde, generoso, trabajador... Así se lo puede definir a Daniel Leobono, un apasionado de la pelota que nunca bajó los brazos y siempre fue más allá.

   A lo largo de su vida, supo lo que es pisar la tierra de los potreros y el césped de las canchas más importantes de la ciudad, pero también se entregó por completo a la dirección técnica y a la formación de chicos, como también a la parte dirigencial de su querido Tiro Federal.

   Hoy, con 67 años, lo invade la emoción y el orgullo.

   "Disfruté y disfruto de todo lo que es fútbol. Pero también de mi familia, mis  hijos y nietos. Por eso el verano lo paso en Monte", dijo Leobono, quien es padre de 4 hijos (Damián, Guido, Nicolás y Noelia) y abuelo de 9: Luka, Franccesco, Morita, Lorenzo, Benicio, Josefina, Violeta, Emilia y Agustín.

   --Hiciste mucho por el club...

   --Le devuelvo lo que me dio. Tiro me permitió jugar en las menores a los 13 años; a los 16 debuté en primera y estuve 20 años como jugador. Pude ver a mis hijos jugando juntos en un mismo torneo; logré dirigir en categorías formativas (casi 15 años) y me involucré como dirigente (actualmente es vicepresidente). Gran parte de mi vida está en Tiro.

   --¿Te acordás de tu debut en Primera?

   --En un clásico, ante Villa Mitre. Perdimos (5-1, en 23/06/68), aunque el mayor dolor fue físico, porque me lastimé las rodillas porque las canchas eran de tierra. Como sangraba mucho el "Titi" (Santanafessa), que era rival, se preocupaba por eso y me decía: "Curate, no arriesgues, sos joven...". Había una sana rivalidad adentro y afuera de la cancha; no como lo vivido recientemente con la muerte de un hincha de Olimpo.

   --¿Dejaste de ir a algunas canchas?

   --Sí. A Bella Vista. La última vez fui con Damián a ver un partido entre Bella Vista y Comercial, pero se armó un quilombo tremendo. Eso me alejó.

   "Cuando era chico no podía entender cómo a mi papá no le gustaba ir a la cancha. Hoy en día lo entiendo y empecé a priorizar cosas más importantes".

   --En 1983 fuiste campeón del torneo Promocional, pero te pasó algo increíble.

   --Ufff... Cometí un error, me expulsaron en el primer tiempo porque le puse la mano en la cara a un rival. En el vestuario me quería matar; cuando terminó el partido me disculpé con todos mis compañeros. Perdíamos 1 a 0, pero en el segundo tiempo el "Ruso" Schmidt la rompió y  salimos campeones.

   --No tenés muchas expulsiones, pero hubo una que quedó para la historia.

   --En cancha de Liniers me expulsó Juan Carlos Crespi. Faltaban 3 minutos para el final, le hice un foul a Pékel y me pareció injusta la sanción. Cuando fui para el vestuario, bastante calentito, algunos hinchas me insultaron de arriba a abajo. Y como estaba caliente devolví gentilezas, los quería pelear...

   "Ya en el vestuario entró 'Tato' Zapata y me dijo: 'Dale, dale que te busca la policía'. Pensé que me estaba cargando.  Pero no, me detuvieron y terminé en la Seccional Quinta", contó.

   --Seguramente no pasó de un simple trámite.

   --¿Qué? Estuve cuatro días preso. De sábado a martes, en el mismo calabozo con uno de los hinchas de Liniers. Llegué a la comisaría y tenían a una persona detenida. Cuando le pregunté el motivo me dijo: 'Porque fui uno de los que te puteé..."

   "Al principio parecía medio cómico, no tenía sentido. Hasta Crespi dijo, en un reportaje, que era una barbaridad. Me aplicaron el reglamento por alteración del orden en espectáculos deportivos, que hablaba de hasta 30 días de arresto. Me acusaban de haberlo invitado a pelear; en la cárcel nos reíamos.

   "Fui el único futbolista en la historia al que le dieron 4 días de arresto (risas)".

   --Eras capitán y referente, pero el equipo del '83 tenía grandes jugadores.

   --Tuve la suerte de jugar con Daniel Raúl Schmidt, uno de los tres mejores "9" de la Liga del Sur. El 'Ruso' dejó su calidad en cada club donde estuvo. También el "Gringo" Nani, un fenómeno. Los equipos del '83, '84 y '86 (también campeón) fueron los mejores que integré.

   --Estaba Daniel Rosas.

   --Un gran amigo de toda la vida. Dirigiendo juntos yo era el impulsivo y él pensaba, era paz y amor, jajaja.

   --¿Cuáles fueron las mejores camadas de chicos que te tocó dirigir?

   --La '84, desde escuelita  hasta menores. Y con Daniel ganamos 5 títulos seguidos en infantiles ('94/'98).

   "En 2004 Tiro salió campeón de Primera por primera vez y 8 jugadores habían pasado por nuestras manos. Fede y Seba Mancinelli, Gigliotti, "Bocha" Caparuccia, Damián (Leobono), Derrac, "Lalo" Porras y el "Chiqui" Fernández. Un equipazo.... Hace dos años el 'Chiqui' me regaló su camiseta, del gol del campeonato en cancha de Liniers", recordó.

   --¿Un técnico que sabía mucho de fútbol te puso de "9"?

   --Ja, ja, ja. Juan (Aliotti). Sus teorías eran muy adelantadas. Lo mío era trajín, correr. Me decía que si recuperaba el balón en el área contraria podía ser goleador.

   "En Liniers, contra Comercial, me puso de '9'. Wagner quiso salir jugando, le amagué dos veces, le robé la pelota e hice el gol. Me la creí (risas). Después, en cancha de Olimpo, ante Liniers, presioné, rechazó un defensor, la pelota me dio en la cara y entró al arco. Ni siquiera lo pude ver, ja, ja, ja".

   --¿Cómo siguió esa historia?

   --Lo echaron a Aliotti, vino otro técnico y me mandó al medio. Lo mío era el trabajo sucio, ja, ja, ja.

 

El director técnico dando instrucciones a sus pichones. ¡Si habrá hablado con los chicos...!

   --¿En el '86 viviste entre la alegría y el sufrimiento?

   --Es así. Fuimos campeones, pero viví un duro momento por una fractura que me propinó Leonel Díaz, en un partido ante Bella Vista. Al poco tiempo le rechacé una disculpa, pero con los años nos hicimos amigos porque nos tocó compartir equipo en Oriente, en 1990.

   --¿A Sansinena fuiste de refuerzo?

   --Sí. En la segunda parte de 1986, con Luis Fernández y el "Pichu" Desideri. El técnico era Alfredo Maldonado y casi entramos al cuadrangular final.

   --¿En el '88 te retiraste?

    --Porque perdí el trabajo; tenía los chicos chiquitos. Me consiguieron de chofer de colectivos, pero aguanté un año y renuncié. Después entré en la municipalidad, volví a entrenar y en el '90 Horacio Kaddour me llevó a Oriente, donde salimos campeones", recordó.

   --Tu esposa (Norma) siempre te acompañó con el fútbol.

   --(se emociona). Siempre estuvo en la cancha; priorizábamos la familia. En 2015 la perdí y ahí aprecié el apoyo del club. Vi a Tiro vencer a San Martín de Tucumán, empatar con Chaco For Ever. Me despejó un poco la cabeza y se lo agardezco a Tiro; es algo que nunca pude superar.

   --¿Tenés alguna anécdota con tu señora?

   --Sí. Me ponían nervioso los viajes a los Mundialitos, y en una ocasión le pedí pastillas a mi señora para poder dormir. Me dijo: "Tomás una y te hace efecto". En el viaje probé una y nada; después otra y nada, y así hasta llegar a 4 seguidas. Le dije a Daniel (Rosas): "Esto no me hace nada". Paramos en el hotel, se lo volví a comentar y nos fijamos para saber qué estaba tomando.

   "¿Qué me dio? Aspirinetas (risas). Se equivocó cuando las puso en el bolso, y yo confiado. Podía seguir tomando toda la vida que no iba a pasar nada, ja, ja, ja.