Bahía Blanca | Viernes, 26 de abril

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El auge de las alarmas vecinales: por qué se eligen cada vez más

Desde julio pasado se triplicó la instalación de los equipos para disuasión delictiva. En breve llegará el número 100. Cuánto cuesta y cómo funciona.

Las alarmas vecinales funcionaron correctamente cuando sus usuarios las activaron. (Fotos: Pablo Presti y Archivo LN.)

Gerardo Monforte / gmonforte@lanueva.com

   Cada vez más personas, en distintos barrios de la ciudad, optan por las alarmas vecinales para prevenir hechos delictivos, a tal punto que, desde la puesta en marcha del servicio -hace poco menos de dos años- hasta la actualidad, la instalación de estos equipos para disuasión experimentó un incremento notorio.
   Este método de seguridad, que involucra a los sectores público y privado así como a particulares, cosecha elogios entre la mayoría de sus usuarios y en los próximos días se superarán las 100 alarmas con la instalación de equipos en los barrios San Carlos, Paihuén y Pedro Pico.
   A criterio del subsecretario de Seguridad municipal, Emiliano Álvarez Porte, el desempeño de estos equipamientos ha sido satisfactorio y hasta ahora no reportaron fallas técnicas.
   La oportuna activación de estas alarmas comunitarias, mediante una aplicación móvil, hace posible que la policía llegue al lugar del incidente en “menos de tres minutos” en promedio.
   “Con las alarmas vecinales no solo se previnieron hechos (delitos) puntuales, sino que también su utilización genera disuasión por sí misma al accionar sus luces (balizas) o su sirena. Los vecinos las comenzaron a utilizar de manera preventiva, como se los pedimos, y no solamente cuando advierten un hecho delictivo. El mecanismo de respuesta es inmediato”, destacó Álvarez Porte.
   Un caso testigo de la eficiencia de la aparatología se produjo la noche del jueves 27 de febrero pasado, en una vivienda de Leumann al 500, donde uno de los moradores accionó la alarma de su zona al advertir la presencia de un intruso en el patio de su casa.
   Esa fue la primera vez que se usó una alarma vecinal en el barrio Palos Verdes, donde la sirena puso en fuga al desconocido que intentó ingresar en ese domicilio con presuntos fines de robo.
   “Vecinos, perdón por la hora, pero acaba de entrar al patio de mi casa un tipo con buzo y gorra de color blanco. Menos mal que mi hijo estaba despierto, lo vio y disparamos la alarma vecinal, que funcionó a la perfección”, relató la dueña del lugar por medio de un audio en el chat que comparten los vecinos del sector.
   “Todos estamos bien y gracias a Dios no pasó nada, pero fue muy osado porque todos estábamos en casa con las luces prendidas y de cualquier manera (el desconocido) saltó con una habilidad terrible un alambrado bastante alto. Después empezó a manotear las puertas”.
   “Lamentablemente inauguramos la alarma y la policía ya está dando vueltas por el sector. Por favor, vecinos, mucho cuidado, estemos atentos, hagamos prevención y usemos la alarma porque funciona”, aseguró la vecina de Palos Verdes, donde se instaló un equipo cada cuatro manzanas.
   Su marido resaltó que la respuesta policial fue “rapidísima” porque el primer patrullero arribó a su propiedad en “tres o cuatro minutos como máximo”, y añadió que se comisionaron varios móviles.

Se pueden sumar a las que ya se activaron

   Álvarez Porte se refirió al aumento “cotidiano” de la cantidad de usuarios del sistema, no solo con nuevas alarmas sino también sumándose vecinos a las que ya están en funcionamiento en sus barrios.
   El software, que opera el Centro Único de Monitoreo (CeÚM), permite monitorear hasta 300 vecinos por cada alarma vecinal.
   “Al abaratarse su costo, cuantos más vecinos sean, resulta más beneficioso. La compra del equipo es por única vez y no implica ningún otro gasto una vez adquirido. Su mantenimiento es a través del alumbrado público”, dijo el funcionario público.
   “El mecanismo es sencillo. Una vez instalada la alarma en el barrio, se designa un administrador que carga los datos de sus vecinos y los comparten con el sistema. Luego el usuario descarga la aplicación en su celular, con la cual maneja la alarma”, continuó.


   Si el cliente no utiliza teléfono móvil, se le entrega un llavero para operar el sistema.
   Tanto la app como el llavero tienen básicamente dos funciones: una es la activación de una sirena y luces que simulan ser las de  los móviles policiales. Al elegir esa función se abre un canal de chat que integran los usuarios de la alarma, operadores del CeÚM y la fuerza policial.
   “El vecino puede comunicar que accionó la alarma vecinal porque entraba o salía de su casa o porque vio algún movimiento extraño de personas ajenas al barrio, entre otros motivos”, detalló Álvarez Porte.
   La aplicación dispone además de la opción denominada “Pánico” que, cuando se activa, efectivos policiales se dirigen al domicilio del vecino donde se estaría cometiendo un delito.
   “Si el usuario puede informar en el chat por qué convoca a la policía, mejor. Si no es así, de cualquier forma el recurso va al domicilio. Mientras tanto, nuestros operadores y la policía, que están en el CeÚM, monitorean la situación”, precisó.

El sistema conectado a la policía es, según las autoridades municipales, el primero de este tipo en la provincia.


   “Es más ágil, por supuesto, que llamar al 911. Es una alarma que pueden accionar muchas personas que se conocen y conviven en el mismo sector. La mejora de la convivencia y el conocimiento por parte de los vecinos redunda en mayor prevención y seguridad”, agregó.
   Cuando la municipalidad llamó a licitación pública nacional por el software con las prestaciones requeridas, las condiciones fueron que los interesados en contratar el servicio accedieran a un “amplio espectro de alarmas y que pudieran venderlas todos los proveedores que quisieran”.
   “El sistema debía ser transparente como lo es. Hoy son seis proveedores y nosotros les entregamos el listado a los vecinos, así como los requerimientos técnicos del software, porque (las alarmas) pueden adquirirse inclusive en otra ciudad o vía online”, expuso el entrevistado.

El monitoreo se realiza en tiempo real

   El monitoreo de las alarmas se realiza en tiempo real. “Los operadores del Centro están pendientes de cuando se accionan e interactúan con los vecinos a través del chat. Hay un policía comunicado con todos los móviles de la ciudad para transmitir de inmediato la necesidad del recurso”, informó Álvarez Porte.
   En la provincia de Buenos Aires no se habían colocado alarmas de este tipo hasta julio de 2018, cuando se estrenó el sistema en Bahía Blanca, porque las que existían -recalcó- no incluían la “participación policial, que es esencial”.
   “Una vez accionado el botón, la llegada de la policía al lugar del hecho demora poco menos de 3 minutos, en promedio”.
   El mecanismo es “similar” al utilizado en otras ciudades del país y también en Brasil.
   “Hemos expuesto el sistema en otros lugares y asesorado a otros municipios. Requiere de constancia en la promoción de la participación ciudadana y hacemos mucho hincapié en eso; cada día vamos a un barrio diferente de la ciudad a exponer sobre estas y otras herramientas”, dijo.
   “Este avance en materia de prevención para la ciudad va a significar una mejora sustancial que ya está dando sus primeros frutos”, finalizó Álvarez Porte.

Qué opinan los vecinos

   Según confirmó Gabriela Bohn, vecina del barrio 26 de Septiembre, en ese sector de la ciudad se produjeron dos casos en los que la activación de la alarma comunitaria tuvo resultados exitosos.
   “En dos oportunidades utilizamos dos alarmas diferentes y la verdad es que funcionaron de manera espectacular. En una ocasión, el dueño de un supermercado chino que tenemos en el barrio, ubicado en Maestro Piccioli al 3600, apretó el botón para que se active la alarma después de que dos delincuentes ingresaran a robar en el comercio”, indicó la entrevistada.
   “De inmediato se puso en marcha el protocolo para este tipo de situaciones de inseguridad, la policía llegó rapidísimo y aprehendió a los ladrones a tres cuadras del lugar”, agregó.
   El otro incidente, a raíz del cual se accionó el sistema de sirena para disuasión, se registró en Isabel La Católica al 3600, donde una vecina observó a jóvenes desenterrar un cuchillo con la presunta intención de cometer un delito.
   “La mujer también activó la alarma, fue la policía e interceptó a los chicos a tres cuadras de ahí, porque habían tratado de escapar corriendo. No sabíamos qué querían hacer con ese cuchillo. En estos dos casos las alarmas funcionaron perfectamente”, remarcó la mujer consultada por “La Nueva.”.


   “La señora le sacó fotos al cuchillo y las compartió en el grupo de WhatsApp que tenemos entre los vecinos del barrio”, agregó la impulsora de la idea de colocar los equipamientos de seguridad.
   El hecho en el supermercado sucedió aproximadamente en agosto de 2019, poco tiempo después de la instalación de las alarmas en el barrio, y el episodio que involucró a adolescentes se originó en enero pasado.
   “Nosotros instalamos tres alarmas vecinales en un sector chiquitito del barrio delimitado por 11 manzanas. Estos equipos abarcan el perímetro comprendido por las calles San Martín, Libertad, Lautaro y Juncal”, finalizó Bohn, quien contrató el servicio de alarma vecinal aunque hasta el momento nunca tuvo necesidad de usarlo.

Buena aceptación en Patagonia

   Nelson Bard, presidente de la sociedad de fomento del Patagonia, resaltó la disponibilidad de 26 alarmas comunitarias en ese barrio, donde se concentra la mayor cantidad de equipos pero hasta ahora -dijo- ninguno de sus usuarios los emplearon.
   “Dividimos el barrio en 26 zonas y, si bien costó, por suerte pudimos colocarlas, porque Patagonia es gigantesco. Los usuarios de este sistema de alarmas se comunican con tres administradores designados en tres zonas, que actúan como nexo entre ellos y la empresa (prestataria del servicio)”, manifestó Bard.
   “Para las otras 23 zonas pusimos un administrador en la asociación de fomento, que recibe toda la información y actualizaciones de la empresa y la transmite a los vecinos. Estos hacen las consultas necesarias al administrador, quien las reenvía a la compañía”, añadió.
   El integrante de la asociación de fomento de Patagonia recomendó a los residentes del barrio que activen la alarma vecinal en caso de constatar “alguna situación sospechosa o rara”, e invitó a otros moradores a contrata el servicio.
   Hoy en día aproximadamente 6.500 habitantes del barrio cuentan con este mecanismo para la prevención de delitos.
   “En el barrio tenemos un destacamento policial, por eso calculamos que si activamos una alarma la respuesta policial va a ser rápida”, estimó.
   El fomentista describió a esta tecnología como un “gran sistema”, pero reconoció que otros habitantes del barrio, en general personas de avanzada edad, rechazan la metodología de seguridad.
   “Contamos con un chat para comunicarnos entre los vecinos de las cuatro manzanas que abarca cada alarma. Si no tenés este sistema, no te queda otra alternativa que armar un grupo de WhatsApp con los vecinos, para lo cual hay que ir tocando timbre casa por casa, y llamar al 911 si hay un hecho de inseguridad”, opinó Bard.
   Sobre los costos de contratación, dijo que actualmente el interesado debe abonar 1.500 pesos por única vez.
   El pago electrónico se destina a la firma prestataria que, cuando se acredita la suma en su cuenta, avisa al administrador de las alarmas que dé de alta en el sistema a un determinado vecino en la zona correspondiente.
   A los efectos de describir la magnitud de la iniciativa en Patagonia, con la instalación de casi una treintena de alarmas, Bard detalló que, por ejemplo, en el barrio Palihue se instalaron 10 aparatos.
   Y en Altos de Palihue, cuatro, al igual que en Millamapu.

El costo del equipo y lo que paga cada vecino

   Maximiliano Arévalo, titular de la empresa desarrolladora del sistema con el que el CeÚM monitorea las alarmas y fabricante de los equipos, explicó que en la actualidad cualquiera de los proveedores vende la alarma a 1.000 dólares y es un único pago.
   “En su momento, con los usuarios del barrio Patagonia se establecieron condiciones comerciales diferentes a las que rigen en la actualidad, porque allí se instalaron 26 alarmas vecinales”, manifestó el desarrollador.
   “Cada equipo abarca entre cuatro y seis manzanas; si cada manzana tiene un promedio de 40 viviendas, habría más o menos 160 familias. Si se reúnen 100 grupos familiares, cada uno pagaría 10 dólares”, analizó Arévalo.


   El municipio se hace cargo del mantenimiento de las alarmas y el suministro de los servicios de energía eléctrica e Internet.
   “Cuando el usuario dispara la alarma vecinal, comienza a sonar una sirena policial, se encienden balizas como las de los patrulleros y al mismo tiempo pone en alerta a los otros vecinos sobre lo que está sucediendo”, expresó el directivo de la firma que brinda soporte y asesoramiento a los usuarios.
   La comuna fija los requisitos para la fabricación de las alarmas vecinales y cualquier proveedor que los cumpla está en condiciones de comercializarlas, según aclaró Arévalo.

Condicionamientos para los mayores

Limitaciones. Nelson Bard, fomentista del Patagonia, reconoció que para un adulto mayor podría ser dificultoso descargar en un teléfono celular la aplicación.
Pasos. “Eso puede ser un problema, pero una vez que se instala, se debe ingresar el DNI y la clave y después se elige entre las opciones de activar la alarma por algún problema o encender la luz de la alarma”, explicó.
Barrios. La primera alarma se inauguró en Sócrates y Huaura. También están en Palihue, Villa Italia, Villa Ressia, 26 de Septiembre, Don Bosco, Rosendo López, La Cañada, Millamapu, Colón, Santa Margarita, Napostá, Villa del Parque, Patagonia y Palos Verdes.
Importante. La aplicación no necesita Internet para funcionar.