Bahía Blanca | Viernes, 19 de abril

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El clásico tendrá un espectador inesperado: Alejandro Abaurre, flamante DT aurinegro

El entrenador habló con La Nueva. en pleno viaje hacia nuestra ciudad, llegará pasada la medianoche y le pidió a la dirigencia poder ir a presenciar Villa Mitre-Olimpo a El Fortín. “Tengo un desafío muy grande por delante”, indicó esperanzado.

 

Fotos: Diario Los Andes y Archivo-La Nueva.

Por Sergio Daniel Peyssé / speysse@lanueva.com

   “Ya estoy viajando para Bahía, me agarraste saliendo de Mendoza. La idea es llegar a la madrugada, descansar y a la noche ir a ver el clásico. Mucho más no te puedo adelantar”.

   Como suele suceder en ruta, la comunicación telefónica tuvo algunas breves interrupciones, pero el primer motivo de la llamada fue confirmado por Juan Alejandro Abaurre, el flamante director técnico aurinegro, quien mañana estará en El Fortín presenciando Villa Mitre-Olimpo, duelo que por torneos superiores a la Liga del Sur se volverá a dar --en ese estadio-- después de 13 años, 5 meses y 11 días.

   “Pasé a buscar al `Profe' (Franco Testa) por La Consulta (localidad ubicada a 80 kilómetros de la capital mendocina) y salimos en camioneta para Bahía. El ayudante de campo (posiblemente sea

   Facundo Dinaso, quien debe arreglar su salida de Huracán Las Heras) se sumará allá, tal vez en la semana, veremos...”, señaló el “Cachorro”, mendocino (vive en Luzuriaga, departamento de Maipú) de 47 años y con experiencia en torneos Federales.

   “Tengo muchas ganas, me generé un montón de expectativas. Se dio todo tan rápido que casi no tuve tiempo de organizar mis cuestiones particulares, sobre todo aquello que tiene que ver con mi familia, que entendió que me tenía que ir y no me hizo ningún tipo de reproches”, sostuvo quien defendió la casaca de Olimpo en el Apertura 2002 (13 partidos y un gol).

   —¿En que momento arreglaste con Olimpo, cuando tuviste el primer contacto?

   —Me llamó Alfredo (Dagna) el jueves a la mañana, cuando ya era oficial la renuncia de Pedro Dechat. Arreglamos rápido, aunque ayudó que yo estaba sin club y tenía intenciones de irme a otro lado, de cambiar de aire, de salir de Mendoza. Se dio todo redondo.

   —¿Qué sensación te provocó el llamado de Olimpo?

   —Me movió la “estantería”, me encantó, aunque debo admitir que se me puso la piel de gallina. Era difícil decir que no. Pasé por Olimpo como futbolista (6 meses en el Apertura 2002) y sé la popularidad que tiene y lo que representa a nivel social, no necesito que me lo cuente nadie.

   “Olimpo me trae muchos recuerdos, y eso me genera alegría y una gran expectativa. Esperaba irme de Mendoza, estaba abierto a propuestas, pero nunca imaginé que me iba a convertir en entrenador de un club con la historia y el estatus de Olimpo. Uno siempre tiene la idea de dirigir en algún equipo por donde pasó como jugador, pero esto fue una sorpresa total”.

   —Venis con “Profe” y ayudante de campo, ¿qué va a pasar con Leandro Iribarren, quien mañana dirigirá interinamente al equipo y es el entrenador de la Primera local en la Liga?

   —También se va a sumar al cuerpo técnico, como colaborador o segundo ayudante. Será la voz que nos falta desde adentro; nos ayudará a conocer lo que aún no conocemos. Y también tenemos la idea de incorporar algún preparador físico que sea empleado del club o de inferiores para que le de una mano al `Profe' principal. Con un equipo amplio de trabajo podemos abarcar más espacios, ser más específicos y dividir tareas.

   —¿Qué recordás de tu paso por Olimpo?

   —Fue una experiencia importante en mi carrera. Fui a un club donde había una efervescencia muy palpable, donde se hablaba permanentemente de la primera participación de Olimpo en la elite del fútbol nacional. Vivíamos en una burbuja, pero lo disfruté; había buenas energías y lindos deseos. Además, la permanencia que logró aquel equipo que dirigía Julio (Falcioni) fue el puntapié para que los planteles que se armaron posteriormente consoliden a Olimpo en Primera.

   Abaurre viene de dirigir a Huracán Las Heras, equipo que dejó a mediados de diciembre pasado, después de perder 3-0 frente a Gimnasia y Esgrima por la Copa Mendoza en el estadio Malvinas Argentinas. Llegó al vestuario, habló con el plantel y presentó la renuncia.

   —Dejaste el cargo con el equipo segundo en el Grupo 2 de este Federal A. ¿Por qué?

   —Porque la relación con el presidente (Rafael Giardini), una persona complicada, estaba desgastada. Hubo innumerables cortocircuitos, sobre todo cuando aparecían planteos ilógicos para un equipo que estaba arriba en la tabla. Entrenábamos con 8 pelotas, no había ropa y nos habían quitado las meriendas en las concentraciones, situaciones que nadie entendía y que generó un malestar incontrolable.

   “Un mes antes del receso, cuando jugamos con Olimpo en Mendoza, yo ya había tomado la decisión de irme. Los jugadores me pidieron que siguiera, y por ellos mi continuidad se extendió hasta fin de año. Siempre quise irme bien, sin pelear con nadie y con el equipo lo más arriba posible. Además le dimos tiempo al club a que busque otro cuerpo técnico”.

   “Te digo más: mi hijo juega al fútbol en un equipo local, acá en Mendoza, y yo, como cualquier padre, voy a los entrenamientos, a los partidos y colaboro en lo que puedo. Los directivos de esa entidad me pidieron que haga algunas clínicas para la categoría de mi hijo, y accedí con gusto. Como no le informé nada al club donde yo era técnico (Huracán Las Heras), el presidente salió a decir que yo trabajaba en otro lugar como coordinador. Una gran mentira. En ese momento, la poca relación que teníamos se rompió definitivamente.

   —¿Cómo se saca adelante a este Olimpo?

   —Siempre me fijo en el vaso bastante lleno. Si mirás la tabla de posiciones, Olimpo no estás lejos de nada, ni de salir del fondo ni de clasificar al hexagonal. En el fútbol son momentos, y esos momentos dependen de los estados de ánimo, y por lo que sé lo mejor de Olimpo en este momento es el ánimo.

   “Olimpo tiene chapa, historia y prestigio, y eso lo tiene que hacer respetar. Cuenta con plantel potable y todas las herramientas para salir adelante. El equipo debe ser fuerte mentalmente para funcionar futbolísticamente. Hay elementos y situaciones positivas a las que nos podemos aferrar como para que este presente de un giro total y completo.

   —¿Cuándo asumís formalmente?

   —El lunes, después de la presentación con los medios en conferencia de prensa. Estoy muy entusiasmado.

   —Desde que te fuiste, a fines de 2002, ¿nunca más pisaste la cancha de Olimpo?

   —Cuando fui con Huracán Las Heras a visitar a Sansinena (noviembre del año pasado), pasé por la puerta pero no entré. Se me vinieron encima un montón de recuerdos. Por streaming vi el partido con Camioneros, y el campo de juego lucía flamante. Olimpo está mal, pero es un club de Primera, le guste a quien le guste.

    Sus pasos como DT: Fundación Godoy Cruz (2009), Luján de Cuyo (2009-2010), Gutiérrez Sport Club de Mendoza (2010-2011), Andes Talleres (2011-2012), Guaymallén (2012-2013), Gutiérrez (2015-2017 y Huracán Las Heras (2018-2019).

   En los últimos dos elencos (Gutiérrez y el Lobo de Las Heras) dirigió en Federal A.