Bahía Blanca | Martes, 23 de abril

Bahía Blanca | Martes, 23 de abril

Bahía Blanca | Martes, 23 de abril

Desde la Maternidad del Hospital Penna, tendiendo lazos de amor

El doctor Sergio Mendoza, jefe del servicio, asegura que muchas parturientas llegan al hospital solas y con lo puesto. Ni pañales, ni mantitas y mucho menos ropita para su bebé. Lee para saber cómo con poco, los bahienses podrían ayudar mucho.

El doctor Mendoza entre el viejo pasillo marrón y la nueva sala de espera. Pablo Presti-LaNueva.

Laura Gregorietti
lgregorietti@lanueva.com

 

   Son miles las personas que año tras año recorren los pasillos del Hospital Penna y son miles también, las mujeres que llegan para dar a luz en la única maternidad pública de la ciudad y la zona.

   Pero, muchas de esas “mamás en carrera”, llegan sin los nervios, la emoción o la felicidad típicas de una parturienta. Llegan sin el famoso bolsito de maternidad, sin ropa para el bebé, sin pañales o algún elemento de higiene para ambos. Sin un camisón, ni apósitos postparto o un simple corpiño para amamantar.

   “Hace unos años una paciente que tenía una prepaga tuvo que venir a parir al Penna porque no había camas en ningún otro hospital. La recuerdo ver entrar con su bolsito impecable, completo,  feliz. A su lado, en la habitación, se instaló otra futura mamá que no tenía nada. Ni un pañal ni camisón, nada. Solo venía con lo puesto”, recordó el doctor Sergio Mendoza, a cargo del área de Maternidad del Hospital Penna de nuestra ciudad.

   A raíz de estos acontecimientos, que con el tiempo se hicieron cosa de todos los días, el doctor creó la Asociación Civil “Lazos Maternales”, con el objetivo de recolectar elementos de primera necesidad para las madres y sus bebés.

   “Fuimos armando una red de contactos con gente que se atendió conmigo y otros que venían al hospital. Esa red luego se transformó en una ONG con personería Jurídica que tiene por objetivo ser un nexo entre la comunidad y la maternidad pública", destacó.

   Según recordó, en el Penna funciona la única maternidad pública de la ciudad y la zona a la que cada vez viene más gente de todos los estratos sociales, ya que se trata de un hospital de alta complejidad.

   "Entonces nuestra tarea empieza ahí, en tratar de hacer sentir a esa mamá que no tiene nada, un poquito más confortable  dentro de la sala. Que pueda estar en un lugar limpio, con paredes en condiciones, con su bolsito completo, que la atención sea igual a la que tiene una parturienta en un hospital privado. Creo que se puede lograr esto y mucho más”, destacó.

   Pero para garantizarle a cada mujer una estadía cómoda y sin privaciones, necesitan la ayuda de la gente.

   “Por eso estamos haciendo una colecta de bolsos de maternidad, elementos de higiene y latas de pintura. Estamos renovando todas las paredes de la Maternidad con colores claros, que brinden luz, queremos sacar todo el marrón de las habitaciones y pasillos. Ya logramos pintar una parte, pero nos falta mucho más”.

   Para donar pintura, la gente puede acercarse a la pinturería Coto de 12 de Octubre y Sarmiento donde se abrió una cuenta para el hospital. El negocio realiza un descuento de entre el 30 y 40 por ciento en las latas.

   “La gente se acerca y dona la cantidad de dinero que puede. Quiero aclarar que sólo usamos y aceptamos pintura al agua satinada porque es un sector con bebés, donde podrían intoxicarse en caso de no usar los productos adecuados”, dijo.

   Entre todos, se puede

   “Es maravilloso ver cómo la gente se compromete con el otro que no la está pasando bien. Hace poco fue a visitarme un grupo de mujeres que habían cumplido sus 60 años de egresadas del Colegio La Inmaculada y que se juntaron no solo para celebrar, sino para tejer escarpines y donar camisones de maternidad”, recordó emocionado.

   Lo ideal, según contó el doctor Mendoza, es donar las cosas que estén en condiciones de ser usadas por alguien.

   “Claro que si la gente tiene algo nuevo es más que bienvenido. Si van a donar algo usado, me gustaría que no sea de descarte. Necesitamos cosas de mujeres como apósitos postparto, protectores mamarios, ropa de bebé (todos los talles, desde prematuro al talle 3), fajas postparto, jabón para higienizarse, toallas, cepillos de dientes, dentífricos, camisones para amamantar. Hay mucha gente que tiene, pero otro tanto que llega en situación vulnerable y ofrecerle compañía, estos elementos y un mínimo de confort es lo que buscamos”.

   Si bien la comunidad bahiense ayuda muchísimo -por ejemplo, los jardines de infantes hacen campañas, juntan ropa y elementos de higiene- se necesita todavía mucho más.

   “Un hombre que no quiso dar su nombre nos donó una heladera vitrina para que la gente pueda poner sus bebidas o comidas en el verano y una chica que tiene unas cabañas en Sierra de la Ventana me ofreció las toallas que iba a cambiar, en perfecto estado.  No estamos buscando algo lujoso, apenas lo básico para que puedan higienizarse dignamente. La Cooperativa también nos ayuda y en breve podremos acceder al Redondeo Solidario”.

   La otra campaña

   De a poco, la Maternidad, va cambiando el oscuro marrón que la caracterizó por tantos años dando paso a un blanco lleno de luz. 

  En plena sala de espera un cuadro de un bebé donado por la artista plástica Ileana Cerato recuerda en qué área del hospital estamos.

  Asientos de colores, también donados, le dan el toque de color a un espacio de encuentro en donde además, se realizan charlas pre parto, talleres de canciones de cuna y yoga para embarazadas, entre otras actividades.

   “Acá no se hace el tradicional curso de solo charlas con la embarazada, hay gente que viene a donar su tiempo, como las artistas que le enseñan a los niños a pintar las panzas de las mamás 'en donde duerme el hermanito que está en camino', por ejemplo. No tomamos lista, viene la que lo siente necesario”, argumentó.

   Entre medio de la colecta de pintura y la donación de elementos para las futuras mamás, el doctor Mendoza habló de la otra campaña que está realizando hace años con cada persona que se interna en la Maternidad.

   “De a poco y con paciencia, charlamos con las madres que llegan. Les pedimos que por favor cuiden lo que se les ofrece porque costó tiempo y dinero. Por ejemplo, cuando se van les pedimos que se ocupen de sacar la comida que queda a su nombre en la heladera para que no se pudra nada, que no escriban en las paredes los nombres del bebé con corazones ni con nada. Cuesta mucho educar”.

   Caminando por los pasillos de la Maternidad, un mueble "desentona" entre tanta luz.

   En el medio de la sala de espera (ver foto arriba) un mueble muy antiguo, pide a "gritos una renovación".

   "Acá siempre necesitamos ayuda. En este caso nos vendría de diez alguna persona que hiciera mantenimiento general de cosas que se rompen y para este mueble, la mano generosa de algún artista que le pueda brindar un toque de color con alguna temática referida a las madres y bebés. Espero que me acerquen sus ideas", concluyó.

   Contactos

   Quienes puedan colaborar con donaciones, presentar proyectos para decorar u ofrecerse para la parte de mantenimiento, podrán contactarse a través de las redes sociales. 
En Instagram y Facebook, en "Lazos Maternales", por mail a lazosmaternales@gmail.com o a los teléfonos 291-4195646 y 291-6435963.