Bahía Blanca | Miércoles, 08 de mayo

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Polémica por la limpieza del arroyo Napostá y un entubado cerca del colapso

Se discute cuál es la mejor manera de mantener en condiciones uno de los tramos del curso de agua que ha quedado a cielo abierto. Opiniones enfrentadas.

Fotos: Emmanuel Briane-La Nueva.
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Audionota: Gino Mondino

Por Mario Minervino / mminervino@lanueva.com

   Como si no fuera poco el destino sufrido por el arroyo Napostá a fines de la década del 70 cuando terminó borrado del paisaje urbano escondido dentro de un conducto de hormigón armado, “el entubado”, tampoco coinciden hoy funcionarios municipales y especialistas en temas ambientales.

   Por ejemplo, en cuál es la mejor manera de mantener en condiciones uno de los tramos del curso de agua que ha quedado a cielo abierto y que conforma una de las propuestas de mayor valor paisajístico y uso recreativo de la ciudad.

   Si bien es cierto que para cualquier desprevenido la imagen que parece ofrecer el curso de agua entre el partidor del parque de mayo u el puente sobre calle Casanova es cuanto menos de descuido y falta de mantenimiento por el de los juncos que crecen en su cauce, los especialistas sostienen que el estado del arroyo es completamente sano y que es necesario preservarlo en ese estado para no alterar el ecosistema que incluye, además de esa vegetación, una importante fauna y variedad de aves.

   La polémica surgió cuando desde la subsecretaría de Gestión Ambiental, a cargo del licenciado Matías Insausti (también es Doctorado en Química e investigador del CONICET y del Instituto Argentino de Oceanografía), se anticipó que se realizará una suerte de dragado y limpieza mecánica sobre uno de los bordes del arroyo, el que se recuesta sobre calle Urquiza, a fin de mejorar las condiciones de escurrimiento de agua en caso de generarse lluvias importantes en la zona serrana.

   Insausti explicó que la municipalidad necesita concretar esa intervención porque precipitaciones importantes en la zona serrana podrían “inundar todos los barrios”, con lo cual “se privilegia la seguridad por sobre alguna consideración ecológica”.

   “La idea es mantener parte de la flora y la fauna, limpiar sobre Urquiza y realizar un calado, manteniendo los juncos del otro margen. Algo hay que hacer porque es riesgoso el estado que hoy tiene el arroyo”, explicó.

   La realidad que enfrenta la comuna es que a casi 40 años de ejecutado, el tubo de hormigón que conduce el agua desde Casanova hasta calle Estados Unidos ha resignado gran parte de su capacidad de transporte, por falta de mantenimiento y limpieza, por acumulación de basura, por volcados indebidos, por generación de flora.

   “Limpiar el arroyo para mejorar la velocidad del agua es clave para evitar riesgos. Tenemos una situación preocupante con la sección disponible del entubado y no podemos esperar la época de grandes lluvias para actuar”, añadieron desde el municipio.

El peor momento, la peor manera

   Pablo Petracci es licenciado en Biología, Director en Estación de Rescate de Fauna Marina Guillermo "Indio" Fidalgo y Miembro del Consejo Argentino en Red hemisférica de reservas para aves playeras y se manifiesta de manera contraria a este tipo de intervención de calado o dragado del arroyo, tanto por las formas como por el momento en que se pretende llevar adelante.

   “Lo digo como especialista pero también como usuario del que considero uno de los mejores paseos que la ciudad. La intervención que se plantea realizar desde el municipio es cuanto menos inviable, porque las aves están en pleno período de reproducción, son más de 70 especies, y pretender quitar una gran variedad de especies nativas y acuáticas que cumplen una función importante para el sistema”, detalló.

   Petracci aseguró que hoy el arroyo está sano, incluso aceptando que el agua llega contaminada desde la cuenca alta.

   “Intervenirlo en este momento, cuando incluso la gente incluso lo necesita para mejorar su salud es completamente desacertado”, aseguró.

   Explicó que las aves del sector se encargan de eliminar a los mosquitos y que los juncos regulan la velocidad del agua antes de que ingrese al entubado.

   “Este tramo a cielo abierto del arroyo es uno de los lugares más importantes de Bahía, entre los más utilizados para el ocio. El impacto ambiental del dragado va a ser muy alto. Hoy es necesario hacer todo lo posible por ponerlo en valor”

Las manos

   A lo largo del año suele reunirse grupos de voluntarios que dedican un día de trabajo a limpiar el cauce del Napostá juntando botellas, bolsas, ramas y otros residuos que arrojan los mismos que disfrutan del lugar.

   Eso que puede parecer una acción inadecuada o que suple la falta de acción del estado, es en realidad, a criterio de Petracci, la manera correcta de cuidar el arroyo.

   “La única intervención válida es la limpieza y la remoción manual de basura orgánica, ramas, bolsas y todo lo que pueda entorpecer el eventual aumento de caudal por lluvias y generar algún taponamiento. Profundizar ese pequeño recorrido no tiene ninguna lógica. Lo que sirve es una limpieza manual, removiendo basura. La vegetación costera beneficia el sistema reduciendo la velocidad del agua. Con la canalización se logra un efecto contrario: el agua va a más velocidad. Es muy importante mantener la vegetación, los juncos y otras plantas acuáticas cumplen muchísimos servicios ambientales y evitar que esa basura termine en el mar o en el estomago de alguna tortuga marina”.

   Destacó, además, el valor paisajístico de los juncos, el atractivo aspecto que le da como arroyo de llanura en esta es época de plena floración.

   “Más adelante, con sus partes secas se puede hacer un corte, pero no en este momento, cuando además muchas especies animales se pueden desplazar dentro del único curso de agua dulce en la ciudad, lo poco que nos queda de ese arroyo”, indicó.

El IADO pidió que se revea la decisión

   En nota dirigida al Subsecretario de Gestión Ambiental Matías Insausti, con copia al Intendente Héctor Gay, el doctor Eduardo Gómez, director del Instituto de Oceanografía del Conicet, manifestó que “atendiendo a inquietudes de integrantes del Instituto Argentino de Oceanografía (IADO)”, su preocupación por los anuncios concernientes al “dragado y limpieza” del cauce del arroyo Napostá en el sector comprendido entre el derivador Maldonado y el entubado.

   “Cabe recordar que el humedal en cuestión presenta un valor importante desde el punto de vista de los servicios ecosistémicos; entre los que se mencionan la retención de contaminantes y captación de carbono, asimismo aloja una importante biodiversidad de fauna y flora pampeano-patagónica muy apreciada por la comunidad”, indicó.

   Destacó la relevancia del sector “en tiempos donde existe una necesidad de ambientes naturales que ayuden a mejorar la salud mental y física de las personas” y como la vegetación acuática de las márgenes ayuda a contener los efectos erosivos de las crecidas al igual que retienen plásticos y otros residuos que indefectiblemente terminarían en las aguas del estuario local”.

   Finalmente solicitó se revea la intervención planteada “con vistas de lograr una solución menos traumática que priorice los valores de conservación del humedal” para lo cual pone a la institución que preside a total disposición.