Bahía Blanca | Martes, 16 de abril

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Video: los valiosos consejos del MVP de la final sobre el éxito y el fracaso

¿Quién es Ricky Rubio, el MVP de la final? El relato de su experiencia en la alta competencia, previo al Mundial.

Foto: Reuters.

   Lanzado a la élite con tan sólo 14 años, Ricky Rubio tuvo que esperar otros 15, plagados de luces y sombras, para rendir a la altura de las desmesuradas expectativas que generó.

   "Disfruté como un niño", reconoció el precoz prodigio este domingo, luego de coronarse campeón mundial en China, donde además fue elegido el mejor jugador de la final (MVP) y base del quinteto ideal.

   Rubio -28 años- venía en alza durante la preparación, en la que se convirtió en uno de los líderes ofensivos del ataque de España, y en China confirmó la grandeza de su juego.

   En la final ante Argentina aportó 20 puntos, 7 rebotes y 3 asistencias. Su promedio en el torneo fue de 16,4 puntos, 4,6 rebotes y 6 asistencias.

   El Mundial fue el paso a la madurez para un jugador que tuvo 7 vidas, desde que el técnico Aíto García Reneses lo hizo debutar como profesional, cuando estaba prácticamente en la categoría Infantil.

   El prodigio formado en la reputada cantera de Joventut pasó a ser promesa en Barcelona, tras una polémica salida del club de Badalona.

   Luego, viaje a la NBA, travesía en el desierto de 6 años en la fría Minneapolis en un equipo siempre por debajo de las expectivas (Minnesota Timberwolves) y traspaso a los Utah Jazz, donde se reconcilió con el básquetbol, probando el sabor de los playoffs. Y para la próxima temporada, nuevo destino: Phoenix Suns, otra vez un equipo de los de abajo en la NBA.

   Su camino en el deporte y en la vida estuvo signado por varias lesiones graves y difíciles situaciones personales.

   “Se lo dedico a mi mamá fallecida hace tres años por un cáncer de pulmón, que desde allí arriba estará muy contenta", dijo Rubio este domingo tras la consagración en Beijing.

   De niño a hombre, pero siempre con la camiseta de la selección española, desde que irrumpiera a lo grande en los Juegos Olímpicos de Pekín 2008, con 17 años, logrando la Plata en una final histórica ante Estados Unidos.

   En la que el entonces descarado adolescente bancó la parada ante tres referentes del puesto (base) como Jason Kidd, Chris Paul y Deron Williams.

   En el siguiente video, sus muy valiosos consejos sobre el éxito y el fracaso en el deporte, durante una conferencia: