Bahía Blanca | Sabado, 27 de abril

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“¡Cómo no lo vamos a recordar!” dijeron los arqueros del último Olimpo-Villa Mitre

Marcos Gutiérrez y Diego Fernández revivieron el clásico disputado el 18 de febrero de 2007, que también se disputó en el Carminatti pero fue por la B Nacional. Todo empezó con una foto. No te pierdas lo que contaron la “Anguila” y el “Narigón”.

Fotos: Archivo-La Nueva.

Por Sergio Daniel Peyssé / speysse@lanueva.com

   Cuando vi la foto, me acordé de la nota, la que salió publicada el 18 de febrero de 2007, en el anuncio, a doble página, del clásico entre Olimpo y Villa Mitre por la fecha 4 del torneo Clausura de la B Nacional.

   En definitiva, ese terminó siendo el último “duelo” futbolístico oficial entre aurinegros y tricolores en competencias superiores a la Liga del Sur.

   La entrevista, picarezca, tenía como título “La quieren tener bien lejos”, y los arqueros Marcos Gutiérrez y Diego Fernández, de Olimpo y la “Villa”, posaron con sus manos hacia al frente como queriendo espantar la pelota.

   Y fue lo que pasó después en el césped del Carminatti: la redonda no pasó ni cerca de los arcos, el trámite fue tedioso y muy parejo y el partido finalizó 0-0.

   Como si el tiempo no hubiese pasado, como si los 12 años que nos separan de aquel encuentro no significarían nada, la “Anguila” y el “Narigón”, ya retirados y dedicados a la dirección técnica, abrieron mentalmente el bául de los recuerdos y se pusieron a contar lo que hoy, para muchos, genera una nostalgia inevitable.

   “De ese campeonato (temporada 2006-2007), me acuerdo más del primer clásico (en el Apertura Olimpo ganó 4-1 en El Fortín) que del segundo. Por el resultado digo”, arrancó Marcos, en forma irónica pero con mucho respeto, este ida y vuelta por teléfono y a la distancia.

   El ex golero jujeño se encuentra en su pueblo natal, Ledesma, esperando el homenaje que le harán mañana domingo, ya que este año, el torneo Integración de la Liga de aquella provincia lleva su nombre y apellido.

   Diego, nacido en Punta Alta hace 45 años y con cuatro períodos distintos defendiendo la casaca villamitrense, mostró una memoria prodigiosa.

   “Me acuerdo de esa producción que hicimos. Es más, te puedo decir hasta como había dio vestido Marcos: remera a rayas, un capri blanco y ojotas negras. Después, para la foto se puso el buzo del equipo color gris”, detalló, desde Santa Fe, donde reside dese más de una década, el ex arquero de Central Córdoba de Rosario, Atlanta, la CAI, entre otros, quien admitió que sigue en contacto (vía twitter y facebook) con “Marquitos”.

   Enseguida Diego se proyectó imaginariamente: “se juega con visitantes, la cancha va a reventar y será una fiesta. Tengo unas ganas tremendas de ir”.

   Acto seguido, ambos se metieron de lleno en aquel 0-0 que no dejó demasiado.

   “Fue un cotejo parejo, sin diferencias. Los dos equipos peleaban por objetivos distintos: nosotros pensábamos en el ascenso y Villa Mitre en la permanencia (incluso el tricolor descendió al Federal A). Fue un clásico tenso; no pasó demasiado. Lo que si recuerdo fue la pelota que le saqué al `Lobo' Saccone minutos antes del final del partido: mano a mano, me la picó tres dedos por arriba, reaccioné, la toqué y la bola dio en el travesaño antes de irse afuera”, indicó Gutiérrez, quien defendió el arco olimpiense en esa única temporada: 2006-2007, la del ascenso.

   Y siguió: “Olimpo venía de conseguir el primer torneo, el Apertura, y no había arrancado el Clausura con todas las luces. Le ganamos a Huracán (primera fecha) y agarramos una seguidilla de empates (4 seguidos), entre ellos el de Villa Mitre. Nosotros queríamos ganar porque teníamos toda la responsabilidad, eramos los favoritos. Incluso recuerdo la charla previa con el plantel, fue buenísima, como para llegar al clásico súper motivados. Después de ese encuentro, vino el empate con Unión, le ganamos a Talleres (1-0) y agarramos una racha de 9 triunfos al hilo para meternos otra vez en la pelea”.

Marcos en el medio de Pablo Monsalvo y Matías Villavicencio.

   “Recuerdo todo, las imágenes las tengo grabadas en mi mente. Fue un partido que empezó accidentado, porque por un choque de cabezas entre Monforte y Soto tuvimos que hacer (el DT del tricolor era Marcelo Fuentes) un cambio tempranero. El desarrollo del partido fue discreto, aunque la más clara la tuvimos nosotros: el mano a mano que Marcos le tapó a Saccone”, expresó Diego, el único de los dos en jugar en ambos clubes.

   Marcos tenía todas las ganas de referirse al derby del Apertura, el que Olimpo ganó 4-1 con tres goles de Ismael Blanco y uno de Silvio Carrario.

   “En ese fuimos terriblemente contundentes. Generamos 5 o 6 situaciones y metimos 4 goles. Ellos también nos complicaron; fue mentiroso el resultado. Nosotros teníamos a Ismael Blanco prendido fuego, ese día marcó tres goles, uno desde afuera del área y por arriba de Diego”.

   El hijo de Esteban Fernández, ex cuidapalos de Olimpo a fines de la década del 70, coincidió con Marcos: “El del 1-4 fue un partido atípico. Ellos se pusieron arriba del marcador con una pelota parada y antes de los 20 minutos, con un ataque a fondo, nos hicieron el segundo. Olimpo fue totalmente efectivo; nos ganó sin pasarnos por arriba. Con la ventaja a favor, manejó el trámite y los tiempos con los enormes jugadores de jerarquía que tenían”.

 

Estadio a pleno

   Más allá de los actuales cruces de palabras entre dirigentes, del malestar que se originó por el precio de las entradas y de las amenazas de hinchas villamitrenses con no ir al Carminatti, tanto Marcos como Diego aseguraron que en el clásico de mañana la respuesta del público será total y que la cancha estará llena, como aquel 18 de febrero de 2007.

   “Uhhh... ¡Cómo estaba el estadio! Había gente por todos lados. Se había vivido una semana muy intensa, a donde ibas te hablaban de ese partido, de la gente que iba a llevar uno, de como iba a responder el otro. El folklore, las cargadas, todo eso te llenaba de energía. Ese clásico se vivió con mucha adrenalina, en paz y sin problemas. Fue un orgullo haber disfrutado de semejante partido”, sostuvo la “Anguila”.

   “La cancha explotaba. Cuando el micro nos llevaba desde la concentración al Carminatti, nos cruzamos con los hinchas de Villa Mitre, que en caravana iban para la cancha. Ver tanta gente entusiasmada te ponía la piel de gallina. Me tocó jugar muchos clásicos; son los mejores recuerdos de mi carrera como futbolista”, admitió el “Narigón”.

   Marcos tuvo algo más que agregar sobre ese enfrentamiento.

   “Hoy me entero por vos que se vuelven a enfrentar después de 12 años y me agarra una nostalgia terrible. El empate fue justo, pero a nosotros no nos cayó nada bien. El vestuario era un velorio. Veníamos dulces, queríamos ganarle a todos los que se nos cruzaban en el camino”.

   Y agregó: “nunca me pasó de ganar dos campeonatos en una misma temporada como me sucedió en Olimpo. En la B Nacional también atajé en San Martín de Tucumán, aunque la experiencia que viví en Bahía será eterna e inolvidable”.

   Además de sus ganas por estar, Diego manifestó: “me llena de orgullo haber sido parte de esos últimos dos clásicos en la B Nacional. Y me pone sumamente feliz que Olimpo y Villa Mitre se enfrenten en categorías superiores representando a la Liga del Sur; por el bien del fútbol de donde yo nací”.

 

Muy de Marcos

 

   — “Después del clásico fuimos a Santa Fe, empatamos con Unión 1-1(fecha 5) y quedamos a 7 puntos del líder. Tras el cotejo, en el vestuario, se me acercó Matías Villavicencio y me dijo: `ya está, tenemos que pensar en la final del año, estamos lejos del puntero'. Le contesté: ¡estás loco!, Olimpo asciende directo, vamos a ganar el Clausura también. Me miró creyendo que estaba loco, aunque después me tuvo que dar la razón”.

   — “Olimpo era un plantel con mucha autocrítica. Organizábamos reuniones fuera del club y mi mensaje, como capitán, siempre era muy claro: `muchachos, si vamos a la final y perdemos, nos quedamos sin nada y nadie se va a acordar de que ganamos el Apertura. Para quedar en la historia tenemos que obtener los dos torneos y subir a Primera sin tener que sufrir en cotejos extras'. Intenté meterles en la cabeza que para subir directamente había que ir por esa opción. Es más, le dije al `Zungui' Blanco: `marcaste 19 goles, pero si no salimos campeones y ascendemos, de vos no se va a acordar nadie'. Eran muy linedas”.

   — “Teníamos equipo y potencial para conseguir ambos torneos. Eso nos iba a potenciar individualmente. Yo tenía 36 años y quería seguir jugando en el mundo de Primera división. A todos los iba a marcar ese ascenso, porque en Olimpo había muchos jugadores jóvenes con una polenta y un futuro enorme. El mensaje se escuchó y se interpretó”.

   — “El grupo era fenomenal, con chicos que estaban haciendo sus primeras armas en el profesionalismo. Tenían hambre de gloria, y fueron por todo como verdaderos leones”.

   — “Siempre digo lo mismo: fui a Olimpo a ascender, a transcender, a sentirme pleno, a volver a tener una chance en el fútbol de Primera. En Olimpo me han tratado de maravilla y una parte de mi corazón está con la historia del club. Ahí me sentí un importante jugador de fútbol”.

   — “El cuerpo técnico liderado por Madelón la tenía re clara. Leo hablaba conmigo y yo le transmitía el mensaje al plantel. Era todo claro, desde la bajada de línea del presidente (Jorge Ledo) hasta lo que tenían que aportar los auxiliares y los que de alguna manera colaboraban con el equipo. El grupo tenía una fuerte identidad y un total compromiso”.

   — “Del actual plantel de Olimpo, jugué con el `Chori' Vega en Talleres (temporada 2003-2004), ese equipo que salió tercero con 59 puntos y se fue al descenso. Nos pasó algo parecido a lo de Tigre en la última Superliga. Nos tocó jugar la Promoción y perdimos con Argentinos Juniors”.

   — “En ese Talleres jugaban Maidana, Víctor López, Alveldaño, Erpen, Chicho Serna, Maxi Salas, Maxi Velázquez, Donet, Piriz Alvez, Osorio y De Bruno. Un erquipazo. En la Promo no atajé porque me habían operado de la apéndice, y lo más irrisorio es que todavía hoy, los hinchas me siguen diciendo que por culpa de mi apéndice se fueron al descenso”.

 

36
   Partidos. Sostuvo Marcos Gutiérrez en la temporada 2006-2007, su única en Olimpo. Fue el capitán de ese equipo que logró Apertura, Clausura y ascenso directo.

 

Muy de Diego

   

  — Sus cuatro ciclos en Villa Mitre: 1995, 1997, 2006-2007 y 2011. Es el único arquero del club con mayor cantidad de presencias: 135 partidos. También es el único golero que vistió los colores del tricolor en cuatro competencias diferentes: Argentino B, A, Copa Argentina y B Nacional.

   — En 2001 disputó 3 partidos en Olimpo, consiguiendo el ascenso con aquel equipo que dirigía Gustavo Alfaro. “Me acuerdo cuales fueron: Godoy Cruz (0-0), Quilmes (1-1) y Defensa y Justicia (2-3). Jugué porque a Julio Gaona le habían dado 3 fechas de suspensión”, rememoró con justeza.

   — “Pese a haber atajado en los dos lados, estoy identificado con Villa Mitre. Más allá de que mi papá jugó en Olimpo y que yo ascendí en 2001, al hacer un balance de mi trayectoria y de sacar conclusiones, Villa Mitre me marcó en toda mi etapa como arquero, porque estuve en mis inicios y en el final de mi carrera. Pese a no haber nacido ahí, el cariño de la gente fue y es siempre para destacar. Me hacen sentir como un villamitrense más”.

   — “¿La formación del clásico de 2007? Uhhh... difícil. A ver: Yo; Monforte, Soto, Marcos Del Cero, Deláguila; Minor, Ramiro Jorge, Pablo Landeiro, el Gula Aguirre; Saccone y Yaqué.

   Diego, sencillamente espectacular.

 

135
   Presencias. Registra DiegoFernández en el arco de Villa Mitre, en 4 ciclos distintos: 1995, 1997, 06-07 y 2011. Es el golero con más partidos en la historia tricolor.

 

La nota de aquel 18 de febrero de 2007

 

 

Videos: Los dos mandaron un mensaje bien "clásico"