Bahía Blanca | Viernes, 26 de abril

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Momento de cálculos y estrategias en La Plata

Análisis político bonaerense, por Ricardo Salas, corresponsal de La Nueva. en La Plata.

Fotos NA y Archivo La Nueva.

   Estamos frente a una campaña proselitista rara, en la cual gran parte del electorado bonaerense no se enganchó con el primer test electoral sino que siguió más vinculado con las consecuencias de la realidad económica.

   El potencial comportamiento de los votantes ya refleja el termómetro de incertidumbre política. En definitiva, las primarias del 11 de agosto se perfilan como una “gran encuesta” para empezar a definir las elecciones generales de octubre en una provincia de Buenos Aires que, por naturaleza, siempre tiene un enorme impacto político.

   En el juego de “estrategias” se estableció un escenario de fuerte polarización electoral. El Gobierno decidió hacer una campaña muy frontal. En líneas generales, frotar en blanco y negro cada uno de los temas de la coyuntura.

   “En esta elección se define un mejor futuro o volver al pasado”, repitieron hasta el hartazgo desde el comando de campaña de Juntos por el Cambio bonaerense.

   Así. la discusión parece quedar planteada entre un oficialismo que se presenta como el “mal menor” contra el peronista Frente de Todos. En rigor, el electorado puede ir a votar sin taparse la nariz.

   El “equipo” gubernamental de María Eugenia Vidal ya trabaja en lo que será el cierre de la campaña antes de las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO). Será el 8 de agosto en Vicente López, principal bastión amarillo Pro del mapa bonaerense.

   En las diagonales no tienen dudas que la gobernadora goza de “imagen positiva” por encima de la de su competidor por el peronismo K, Axel Kicillof, pero también ponen sobre la balanza otro análisis político. 

   En el momento de la elección hay que ver cómo neutralizar el potencial arrastre negativo que podría tener la boleta presidencial con Mauricio Macri sobre la papeleta bonaerense con Vidal a la cabeza.

   Un resbalón electoral ahora no significa una caída en octubre, señalan en La Plata. Se asegura que lo importante será la diferencia de votos para saber si el resultado puede ser reversible o no para el oficialismo, de acuerdo al gran abánico de encuestas.

La consigna en la sede gubernamental de calle 6 fue muy clara: ratificar que “no se puede volver atrás”, porque hasta 2015 la Provincia estaba “devastada, emocionalmente disminuida y económicamente quebrada” tras 28 años de administraciones peronistas.

   “María Eugenia recibió una provincia destruida, pero igualmente hizo obras en todos los municipios, sin importar de qué color político sean sus intendentes”, afirman en pasillos legislativos de Cambiemos.

   Básicamente, la gobernadora en campaña para su reelección incorporó sobre su discurso oficial de las obras de infraestructura y lucha contra las mafias, un pedido al electorado para “no volver al pasado”.

   Vidal juega la “semifinal de agosto” rodeada de su tridente de confianza. Además de su jefe de Gabinete, Federico Salvai, su mano derecha, también sobresalen el secretario general de Gobernación, Fabián Perechodnik y el subsecretario de Asuntos Municipales, Alex Campbell.

   “Debemos garantizar que a Juntos por el Cambio no lo doble la coyuntura social”, dijeron dentro del Pro, en alianza con radicales y lilitos, con las cifras del desempleo en el centro de la escena política gubernamental.

   La fotografía que muestra a miles de jóvenes (mujeres y hombres) que buscaban un puesto de trabajo en el Servicio Penitenciario platense fue el disparador de la discordía. 

   “Vidal argumentó que el kilómetro de cola que había en las afueras de la cárcel de Lisandro Olmos no era por la falta de trabajo sino porque quieren estudiar para ser guardiacárcel, sumado a sus dichos anteriores que la demanda de trabajo era porque crece la población. Preocupa como la Gobernadora distorsiona la realidad”, resaltó el diputado massista Rubén Eslaiman.

   Según los propios datos del INDEC correspondientes al primer trimestre de 2019, en el gran La Plata hay más de 150 mil personas que buscan trabajo. En el Conurbano son casi dos millones de personas en la misma situación.