Bahía Blanca | Lunes, 20 de mayo

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Se cumplen 15 años del hito que inmortalizó a la Generación Dorada

El 28 de agosto de 2004, la selección argentina se coronó campeón en los Juegos Olímpicos de Atenas. El día que Manu, Pepe y el Puma tocaron el cielo con las manos.

Fotos: archivo-La Nueva.

   “Cuesta mucho llegar a esta instancia y cuando llegás no sabés explicar lo que se siente".

   "Tengo una alegría enorme, porque uno quizás nunca soñó con cosas como éstas”.

   "Para mí es un día soñado. Antes del comienzo de los Juegos dije que éste era mi último torneo e irme de la Selección con una medalla de oro es increíble".

   Emanuel Ginóbili, Pepe Sánchez y Alejandro Montecchia -en ese orden- intentaron poner en palabras lo que significó la mayor conquista del básquetbol argentino en la historia. La que fue, para muchos, la mayor satisfacción deportiva por siempre.

   Hace 15 años, el 28 de agosto de 2004, Argentina se midió con Italia. El partido comenzó a las 16:30 de nuestro país. Se jugó en Atenas, la cuna del olimpismo. El resto es conocido...

   "Este elenco argentino emana adrenalina, amor propio y algo imprescindible en este campeonato: un básquetbol precioso, de respeto y de lucha, auténtico. Un básquetbol olímpico entero, universal", contó La Nueva Provincia por aquel entonces.

   Al día siguiente de vencer a los Estados Unidos, Rubén Magnano colocó en cancha a Sánchez, Ginóbili, Nocioni, Scola y Wolkowyski, quien ingresó a la formación inicial en lugar de Oberto, lesionado.

   Y jugó el cierre (1m33, con el marcador a favor 78-69) con Pepe, Manu y el Puma pasándose la bola.

   El 84-69 final dio origen a la Generación Dorada.

La planilla nacional, con Scola líder

Los números de Italia



Camino a la gloria

   El partido inaugural para el conjunto albiceleste fue 'palo y palo'. Y se definió recién en el último suspiro, cuando la chicharra entregaba el índice sonoro de la conclusión, a partir de esa recordada conversión de Manu Ginóbili arrojándose casi en palomita y encestando la bola en el aro, luego de hacerla rebotar en el tablero. Esa victoria 83-82 despertó las mejores sensaciones.

   En la ronda clasificatoria, Argentina hilvanó triunfos sobre China (82-57) y Nueva Zelanda (98-94), pero también derrotas ante España (76-87) e Italia (75-76).

   El cruce de cuartos de final asomaba durísimo, no sólo por la fortaleza del rival a enfrentar sino por el escollo que suponía medirse con el local. Grecia era entonces el adversario menos pretendido por todos. En el contexto de un partido parejo, el equipo de Magnano pudo extraer una ligera ventaja al promediar el último cuarto, con un Walter Herrmann determinante. Y así se impuso por 69-64.

   En semifinales esperaba, una vez más, los Estados Unidos. Ese mismo combinado norteamericano lucía las presencias juveniles de LeBron James (19 años) o Carmelo Anthony (20) pero aún mostraba esa falta de "hambre de gloria" que sí exhibieron otros seleccionados posteriores. El equipo de Larry Brown asomaba como un escollo muy complicado, más allá de que había rozado el ridículo casi dos semanas antes con una derrota lacerante ante Puerto Rico (73-92), la peor de la historia para un conjunto compuesto por valores NBA. 

   Argentina llevó la delantera casi siempre y ya al término del primer tiempo ganaba por 42-33. "La ventaja se mantenía entre 12, 14, 16 puntos. En algún momento nos decíamos 'Tengamos cuidado que estos tipos van a reaccionar. Y no reaccionaban, o mejor dicho, ¡nos los dejábamos!", relató el ex pivote chaqueño Rubén Wolkowyski, otro de los argentinos que supo llegar a la NBA, jugando para Seattle Supersonics. 

   Más allá de un intento yanqui de recuperación, el equipo albiceleste pudo controlar la embestida y sumó uno de los triunfos épicos de su historia: 89-81, con un Oberto que –encima- se retiró con una fractura en uno de sus dedos de la mano izquierda.

   "Habíamos pasado lo más difícil. Sencillamente, no podíamos imaginarnos perder la final con Italia, con todo respeto", dijo tiempo después el ala pivote Luis Scola, figura del quinteto albiceleste, con 25 puntos. El triunfo llegó como consecuencia de un mejor desempeño colectivo y Argentina se abrazó a la gloria olímpica. (Télam y La Nueva.)