Bahía Blanca | Miércoles, 09 de julio

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La trastienda de la ayuda escolar en el Sindicato de Trabajadores Municipales

Miriam Quinteros, Daniel Marini, Lorena Malvar y Nicolás Siro contaron los trabajos que desarrollan para armar los kits que se entregan en forma gratuita a los afiliados.

Fotos: Pablo Presti-La Nueva.

Por Pablo Andrés Alvarez / [email protected]

   Para el afiliado es simplemente ir al sindicato en el inicio del ciclo lectivo y retirar un kit escolar por cada uno de sus hijos.

   Pero detrás de esa entrega hay una logística digna de contar, que llevan a cabo Miriam Quinteros, Daniel Marini y Lorena Malvar –todos miembros de comisión directiva--, con la colaboración del afiliado Nicolás Siro.

   Por estos días y hasta el 30 de septiembre, ya están recepcionando certificados escolares de alumno regular, que permitirán controlar lo otorgado en 2019 y comenzar a planificar la entrega de 2020.

   “Todo tiene que salir perfecto”. Bajo ese lema se organiza y trabaja este grupo de personas que pocos conocen pero a quienes todos los afiliados agradecen.

   “Desde 2012, con el inicio de gestión de Miguel Agüero, se comenzó a optimizar esta ayuda. La dividimos en preescolar, primer (de 1º a 3º grado) y segundo ciclo de Primaria (de 4º a 6º), Secundario y Terciario/Universitario”, contó Lorena Malvar, subsecretaria de Infraestructura.

   ¿Porqué lo solicitan con tanta anticipación? Debido a la logística que lleva esta labor, según señaló Miriam Quinteros.

   “Hay muchos chicos que cambian de ciclo, por lo que se modifica el kit. A partir de procesar esos datos y conformar el padrón anual, lo giramos a comisión directiva y ellos se encargan de pedir los presupuestos y comprar los artículos necesarios”, afirmó.

   Y agregó: Intentamos que los kits cubran las necesidades de cada ciclo. Y en ese sentido, sabemos que un chico que recién comienza la escuela necesita elementos diferentes al que ya está en cuarto, quinto o sexto grado. Uno necesita cuaderno y lápices, por decir algo, y el otro carpetas, biromes y remarcadores”.

   También es distinto al alumno del secundario y el de universitario.

   “En esos casos, hasta incluye una calculadora científica. Los kits tienen que incluir elementos que sean útiles a lo largo del año”, manifestó, por su parte, Daniel Marini.

   Armar cada kit es un desafío. Porque prácticamente son personalizados.

   “Varían hasta los tamaños de las mochilas y todo lo que lleva adentro. En total, son alrededor de 17 artículos cada uno”, agregó Nicolás Siro.

   El gremio busca que todo sea de calidad. 

   “No sirve dar una mochila y que a los tres meses no sirva más. Tenemos proveedores muy buenos, que incluso nos aconsejan sobre necesidades, cantidad y calidad. Todos los artículos llegan separados, por lo que debemos armar cada kit a mano, lo que nos demanda más de 20 días confeccionarlos a partir de que llegan los artículos”, señaló Quinteros.

   “En cuanto a la calidad y rendimiento, escuchamos mucho al afiliado, que es quien nos termina diciendo si falta algo, si el material es bueno o conviene comprar otro”.

   En total, arman alrededor de 2.300 kits.

   “Es una gran ayuda para el afiliado, debido a los altos costos que tienen actualmente los artículos escolares. Hay mucho compromiso de un grupo de gente para trabajar en beneficio del afiliado. Hoy el engranaje ya está armado, pero costó mucho darle forma. La experiencia nos ayuda mucho para armar la logística necesaria para que todo salga perfecto y todos se vayan satisfechos”, opinó Marini. 

   Este grupo de trabajo también se encarga de las canastas navideñas para los afiliados. En 2018 se entregaron 3.334 en total.

   “También es una por una. Llegan los materiales de distintos proveedores y nosotros las armamos. Nos encargamos hasta del armado de la propia caja y luego las llenamos con tres confituras, un mantecol, un budín, un pan dulce y una bebida”, contó Malvar. 

   “A fines de noviembre ya nos ponemos a confeccionarlas, para entregarlas entre el 20 y el 30 de diciembre. Es casi un mes de intensidad absoluta. Pero es muy gratificante ver al afiliado contento con lo que se lleva”, agregó Siro.

   Obviamente que también se debe contar con una logística para trabajar.

   “No podemos incomodarnos entre nosotros y tampoco entorpecer el normal funcionamiento del gremio. Hay momentos en que se nos juntan los artículos de los kits escolares con las canastas y es una cantidad impresionante de cajas en un mismo lugar”, cerró Quinteros.