Bahía Blanca | Jueves, 18 de abril

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Marcelo San Juan por acá: “Mantener un estilo es mi mayor logro”

Siempre vuelve a nuestra ciudad. El próximo sábado presentará sus canciones en la Biblioteca Rivadavia. Charlamos con él.

El gran compositor Marcelo San Juan.

Franco Pignol / fpignol@lanueva.com

 

   Hace 35 años Marcelo San Juan se presentaba en nuestra ciudad en el marco de una fiesta del estudiante. Ese mismo año estrenaba “El hombre en el espejo”, canción que marcó un antes y un después en la música urbana de Latinoamérica. 

 

   “Recuerdo que era un lugar enorme. No eran temas tan comerciales pero la gente los recibió de la mejor manera. Ese mismo año (1984) volví a la Biblioteca Rivadavia. Siempre me fue fantástico en Bahía. Por eso ahora decidí volver a repetir la historia”, recuerda y anticipa Marcelo San Juan.

 

   El próximo sábado se presentará desde las 21 en la Biblioteca Rivadavia, donde también aprovechará para adelantar los temas de su 16º disco: “Parecido a la felicidad”.

 

   —Varias veces me pasó de ir a un recital de algún cantante conocido y que haga una de tus canciones.

 

   —Tuve la suerte de que me grabaron algunos artistas importantes. Es un trabajo de muchos años. Tal vez porque conservé un estilo, creo que ese es mi mayor logro.

 

   —Cuando escuché “El hombre del espejo” me llamó la atención. Hoy en día es muy extraño escuchar alguna composición con esa fusión rítmica.

 

   —Cuando lo conocí a Francisco Bagalá me pasó esa letra. Como estaba en estrofas me inspiró a ponerle ese tipo de música. Es una fusión de tango. Fijate que hay una parte que tiene como el ritmo de Piazzolla, en 3-3-2, y luego cada estrofa es distinta porque va cambiando las acentuaciones. Son todos compases compuestos

   —¿Qué te dicen los músicos que tiene que tocar ese tema?

 

   —(risas) se vuelven locos. Yo les digo que lo escuchen mucho porque tratar de leerlo es difícil.

 

   —¿Creés que cambió algo en Argentina desde que publicaste esta canción hasta ahora?

 

   —La letra tiene mucho de ciudad, es una obra muy importante porque nos refleja mucho a nosotros, a los argentinos. La verdad que pasó el tiempo y hay un montón de cosas que siguen estando igual...

 

   —Más allá de la diferencia de estilos, la letra y la manera de contar me hace acordar a las historias de Rubén Blades.

 

   —Claro, muy profundas. Bueno, el disco de “El hombre en el espejo” se llama “Basta de sobrevivir”. Lo más impresionante de la letra es que perdura en el tiempo porque pasaron 35 años y seguimos sobreviviendo.

 

Pesos pesados

 

   —Te voy a nombrar distintos artistas con los que trabajaste. Comencemos por Alberto Cortez.

 

   —Compuso conmigo el tema “Caradura”, pero no es el de Palito Ortega (risas). Está en un disco de él que se llama “Si vieras qué fácil”. En el año 1986 vino a la Argentina para hacer unos recitales en el Teatro Ópera y en el Rex. Recibí un llamado en mi casa y era él que me felicitaba porque había escuchado uno de los discos más trascendentes míos que se llama “Los 80”. Yo estaba muy contento. Me invitó a comer, charlamos y compartimos shows. 

 

   —Estela Raval.

 

   —Para mi fue una de las mejores cantantes de nuestra historia. Con ella grabamos un tema que es melódico pero que también lo quería grabar Valeria Lynch que se llama “Vivo sin aliento”. Puede llegar a ser un bolero, pero dentro del estilo que yo hago, es bien diferente. Por eso la gente se engancha con distintas cosas.

 

   —José Ángel Trelles.

 

   —Grabó canciones mías. Hay un tema que tiene que ver con Rubén Blades, que se llama “Los buenos amigos”. Creo que está por grabarlo. Es un tema que es para él. Dentro de todo lo que yo compongo hay muchas versiones distintas de mi obra.

 

   —Es increíble que tu temas lleguen a conquistar artistas caribeños.

   —Pasó el tiempo y mi música fue llegando a músicos muy importantes como Willy Chirino en Miami, por ejemplo o Lissette Álvarez. “¿Dónde vas esta noche?” o “Necesito más de tu piel” fueron grabados por algunos salseros cubanos. Arturo Sandoval también se copó mucho con mis canciones.

 

   —Marcelo, ¿sos consciente de que ya no es tan sencillo encontrar tanta profundidad musical y poética dentro de la misma obra?

 

   —Nosotros en los años '80 éramos un grupo de gente que hacíamos una canción determinada en la que buscábamos ser profundos en ambas: letra y música. Ese tipo de canción ya no se hace más prácticamente. Como en la época de Pablo Milanés y Silvio Rodríguez.

 

   —¿A quién te referís cuando decís “nosotros”?

 

   —Al poeta Francisco Bagalá, a Rodolfo Alchurrón o a Fernando Porta. Yo nunca me aparté de ese camino. Sé que es más difícil, pero es lo que a mi me representa. Nunca me importó la cantidad, siempre me incliné por hacer una canción que me deje conforme.

 

 

   —“Tu eres esa chica enamorada” es uno de tus primeros éxitos. Tenías 20 años cuando la grabaste. Hace un tiempo en YouTube un chileno comentó que en 1973 fue llevado a un campo de concentración en Chile y que los días en los que pasó con los ojos vendados siempre ponían esa canción. ¿Imaginaste alguna vez que una de tus canciones se escucharía en semejante contexto?

 

   —Es increíble lo que me decís. Eso es porque la música es un vehículo que llega a cualquier persona, en cualquier lugar. Tengo anécdotas de haber pasado un momento difícil cuando era muy joven, estaba internado y de repente escuchaba en la radio una canción mía que estaba pegando en ese momento y yo estaba en una situación deplorable (risas). Los enfermeros no me creían que era yo el de la radio.

 

   —Seamos injustos y comparemos épocas. La música en los '80 y la música de ahora.

 

   —Para mí los '80 fueron una época muy creativa. Ahora no existe esa creatividad. Me quedo con la gente del jazz. Pero si hablamos en general, hoy en el mundo hay un 90 por ciento de reggaetón. Está inundado de eso. Ves un video y está todo cortado por la misma tijera, suena todo igual.