Esteban Tuero: “A lo mejor corté una carrera que pudo haber sido mucho más interesante”
De paso por la ciudad, el ex piloto nos entregó una interesante visión sobre el automovilismo actual, que dejó activamente en 2016. Por supuesto, también se refirió a su efímera aventura en la Fórmula 1, la cual desechó por extrañar a sus afectos.
Por Tomás Arribas / [email protected]
(Nota publicada en la edición impresa de hoy)
El rótulo de “ex Fórmula 1”, es crédito suficiente para dimensionar el testimonio de Esteban Tuero (41), penúltimo abanderado nacional dentro del mágico y glamoroso mundo de la máxima...
Retirado de la actividad en 2016, el oriundo de Caballito aprovechó su ocasional presencia en la ciudad para también abordar el asunto que lo llevó a la fama y que representó su vida durante más de 15 años...
"Vine a ver a unos clientes, y como hacía mucho que no pasaba por Bahía también aproveché para visitar amigos. Desde que dejé de correr, le dedico mucho tiempo a la empresa de mi viejo (NdR: de suspensión neumática de colectivos y camiones), cosa que hoy puedo hacer con más tiempo", contó Tuerito, luego de visitar el taller de la familia Saldamando.
Puede que muchos lo juzguen por su impronta o particular modo de expresar las ideas. Pero aquel que lo haya tratado un tiempo considerable, habrá percibido la nobleza, autenticidad y amabilidad de su agradable persona.
Sin libreto ni pelos en la lengua, Tuero no escatimó ante el grabador de "La Nueva.".
—¿Seguís de cerca lo que ocurre en el automovilismo actual?
—No. Estoy al tanto, veo alguna que otra carrera, pero no estoy metido de lleno; simplemente, lo sigo como un espectador más. Siempre me dediqué al automovilismo como piloto, y hoy, para seguir metido en la actividad, debería hacerlo como director deportivo o alguna función así. Y creo que todavía no me terminé de desligar de la faceta de piloto.
—Mirando hacia atrás y trazando la comparativa, ¿qué tanto cambió la actividad?
—Cambió mucho, sobre todo en lo que respecta a los primeros pasos y los inicios de los jóvenes. Ahora tenés mucha tecnología impuesta, con adquisición de datos, sistemas de entrenamiento y simuladores de alta complejidad, cosas que antes no existían. En su momento tampoco había internet y eso cambia mucho las cosas y contribuye demasiado para conocer las cosas e informarse. De todos modos, la base sigue siendo la misma.
Tuerito clasifica en las míticas y peligrosas calles de Montecarlo, en el Gran Premio de Mónaco 98'.
—El tema está en disponer de los medios y poder cruzar el charco, ¿no?
—En la época que yo corría en Europa, Argentina estaba pasando un buen momento, con paridad de moneda, lo que hacía mucho más fácil poder intentar correr una temporada afuera. Para los chicos jóvenes, hoy se hace mucho más difícil conseguir sponsors que aporten ese capital. Es por eso que terminan apuntando a ser líderes en el automovilismo nacional.
"Los chicos de 16, 17 o 18 años, optan por correr en el TC Mouras o Turismo Nacional; por lo que inevitablemente ya largaron el sueño de la Fórmula 1. No hay manera de iniciar un camino a Europa corriendo en esas categorías; parte de eso tiene que ver con que la Fórmula Renault no es lo que era antes", declaró.
Buenos Aires 1998, último Gran Premio de Fórmula 1 en nuestro país. Esteban abandonó en la vuelta 62, a poco del final, tras despistarse en la curva 1.
Uno imagina a lo grande
Con apenas 19 años, Tuero cumplió el sueño de todo piloto de carreras: correr en Fórmula 1. Así lo hizo durante el Mundial 98', con un Minardi-Ford.
Su aventura en la máxima duró apenas una temporada, aunque por decisión del propio piloto...
"Uno imagina a lo grande. Yo siempre digo que las cosas me podrían haber salido mejor, o que podría haber hecho más. Pero en casi todas las categorías que estuve pude ganar, conseguí campeonatos y la pasé muy bien", reconoció.
"La aventura de la F1 fue muy linda, pero me agarró muy chico y necesité volverme porque extrañaba. A lo mejor corté una carrera que podría haber sido mucho más interesante. Pero bueno, el objetivo de llegar lo conseguí. Obviamente, me gustaría volver al pasado con la experiencia de hoy y tratar de hacer mejor algunas cosas", cerró.
Tuero dialoga con Pablo Arana, para quien compitió en Turismo Nacional en 2009. Acompañan la imagen, el motorista Sergio Torres y el bahiense Lucas Benamo.
“Recuerdo que era un circuito muy entretenido”
En 1999, un año después de su incursión en la máxima, Esteban desembarcó en el viejo Autódromo Ezequiel Crisol de Aldea Romana, para formar parte de una competencia válida por el campeonato de TC2000.
Con jóvenes y frescos 20 años, el de Caballito fue contratado por Guillermo Maldonado para tripular un VW Polo oficial; su primer desafío profesional en el país.
Por supuesto, hubo pregunta al respecto y Tuerito no tuvo problemas en recordar...
"Corrí muchas veces en el autódromo de Bahía. La primera vez, recuerdo que fue en 1999 con el Polo, y después lo hice otras tantas en el Turismo Nacional, donde llegué a competir en 2009 con el auto de Pablo Arana (NdR: Chevrolet Astra), que peleamos el campeonato hasta la última fecha", recordó.
"En lo personal, el circuito me gustaba mucho. Recuerdo que tenía unos boxes incómodos, pero, la pista en sí, era muy linda; especialmente la subida de los 'Chanchos', que ahora la van a modificar un poco. Era un circuito muy entretenido", reconoció Tuero, quien a poco estuvo de revalidar su título de Clase 3 de TN en la ciudad, en la última fecha de 2009.
En Bahía Blanca 2009, Tuero intenta controlar el Chevrolet Astra de Clase 3 de Turismo Nacional, que por entonces preparaba el bahiense Pablo Arana.
“Ahora me molestaría más”
Durante la recordada, y hoy nostálgica, temporada 98' de Fórmula 1, en la que Esteban fue compañero de escuadra del japonés Shinji Nakano, no toda la prensa especializada en la materia veía con buenos ojos su actuación en la máxima.
“Como estaba afuera y lejos, sin internet ni nada de eso, prácticamente no tenía contacto con nada; lo cual era bueno. A la vez era muy chico y la cabeza funcionaba de otra manera, no le daba tanta importancia a la prensa. Sin dudas, ahora me molestaría más”, reconoció.
“A los tres años apareció en Minardi Fernando Alonso, y consiguió los mismos resultados que yo. Y eso pasó porque se trataba de un equipo débil y chico. Ni (Michael) Schumacher ni (Ayrton) Senna hubiesen ganado con Minardi. Acá en Argentina, desde el desconocimiento, lo único que servía para algunos era ganar”, agregó.
Oberá (Misiones) 2000. Tuero se encamina a la victoria en su segunda temporada de TC2000, a bordo del VW Polo oficial del equipo Maldonado Competición.
“Siempre me quedó pendiente”
Ya instalado en Sudamérica, luego de la aventura europea, poco le costó a Tuero la adaptación al automovilismo argentino. De hecho, tanto en TC 2000 como en Turismo Nacional, el de Caballito logró ser protagonista, ganar carreras y, en el caso del TN, ser campeón.
Pero hubo algo en su cuenta personal que, sin lugar a dudas, representa a hoy una gran deuda: el Turismo Carretera, la categoría nacional por excelencia.
“En el TC no pude insertarme nunca, eso es algo que siempre me quedó pendiente. Me hubiese gustado tener una continuidad más prolongada. Estaba muy bien en TC2000, era piloto contratado con sueldo, pero con el TC tenía que salir a buscar mis propias publicidades, y eso era algo que no me gustaba hacer; el hecho de tener que exponerme a hacerlo. Por no hacerlo, siempre me fui quedando afuera y nunca pude ingresar bien sólido”, reconoció Tuero, quien compitió en TC en 2002, 2004 y 2010.