Bahía Blanca | Jueves, 25 de abril

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Por ahora, el macrismo "semblantea" al radicalismo

La columna semanal de Eugenio Paillet, corresponsal de La Nueva. en Casa Rosada.

Archivo La Nueva.

   Hay dos personajes centrales de Pro y del gobierno, uno con altísimo cargo de funcionario y el otro un peso pesado de la opinión pero siempre entre bambalinas, que tienen "marcado" al radicalismo y han seguido con ojo crítico, por no decir disgusto liso y llano, los recientes corcoveos de los gobernadores y dirigentes del principal socio de Cambiemos. Son esos dos objetores el Jefe de Gabinete, Marcos Peña, y el gurú ecuatoriano Jaime Durán Barba.

   Cada uno por su lado, y no desde ahora, consideran que los correligionarios "solo quieren cargos" en la administración, en el Congreso y en las provincias, pero "no se hacen cargo de nada" a la hora de pensar y repensar cómo hace y hará el gobierno para salir del difícil laberinto económico en el que se encuentra metido, y que según todos los indicios internos y externos comprometen seriamente el futuro electoral del oficialismo.

   "A los radicales los único que les preocupa es obtener carguitos", dice despectivo un funcionario de la segunda línea de la Jefatura de Gabinete, en especial luego de desmenuzar el contenido de la reunión del radicalismo de ayer en Corrientes, donde quedó claro que el reclamo de mayor participación en el armado electoral para octubre, y hasta el de poder colocar el candidato a vicepresidente que acompañará a Macri en la fórmula de Cambiemos, sigue vigente.

   Lo que creen, y que sería a la vez un punto que serviría para bajar la inocultable tensión entre macristas y radicales, es que el pedido de abrir una interna entre Macri y un candidato de la UCR que debería substanciarse en las PASO de agosto que impulsaron sin dobleces el titular del partido, Alfredo Cornejo, y un consultor relevante como es su comprovinciano Ernesto Sanz, "es un amago, no pasa de ahí". En la Casa Rosada, también cerca de Peña, asumen que lo de pretender enfrentar al presidente en agosto "es una chicana" que serviría para meter basa en el armado de las listas.

   Dicen en esos despachos que Cornejo y Sanz saben, porque lo han hablado con Macri, que no hay "ninguna chance" de que ese reclamo de internas pueda prosperar, pese a las recomendaciones de uno y otro lado de ambos socios de que esa compulsa en agosto hasta podría potenciar las chances de Macri en la primera vuelta de octubre.

   Como no podía ser de otra manera, frente a esos planteos gana la línea dura que encabezan Peña y Durán Barba, con algún reparo de otro influyente en la toma de decisiones como es el ministro del Interior, Rogelio Frigerio. Afirma el poderoso dúo que unas PASO entre Macri y un radical, por caso el economista Martín Lousteau, quien de todos modos salió a aclarar que ese no es su plan, a los únicos que beneficiaría seria a la oposición en general y al cristinismo en particular. "Lo único que beneficiaría a Mauricio es que le gane a quien se presente por goleada, once a cero, y eso se sabe que no va a pasar, siempre algún golcito te van a meter", reafirma el concepto en clave futbolera aquel segunda línea de la Jefatura.

   Siguiente dato que causó malestar en la cima del macrismo fue el reclamo directo que hizo el radicalismo en Corrientes para que el gobierno rebaje las tarifas de los servicios y ofrezca medidas de aliento a las pequeñas y medianas empresas. "Es al menos insólito, ellos integran Cambiemos y tienen un ministro y otros funcionarios en el gabinete, parece más un reclamo de la oposición que no tiene responsabilidad de gobierno que de nuestros propios aliados", se descargó un funcionario que tiene despacho en el primer piso de Balcarce 50.

   Hay otra cuestión que los radicales plantearon en Corrientes y que para los macristas que tienen poder de decisión está absolutamente cerrada y zanjada que es la posibilidad de que un radical sea el candidato a vice de Macri en octubre. Cornejo, se sabe, es desde hace rato un abonado, o un "autopostulado", sacuden desde la Casa Rosada, a ese puesto. Aseguran que el presidente ya decidió que lo volverá a acompañar una mujer de su partido, especie que en los últimos días sumó el nombre de la mismísima María Eugenia Vidal si llegado el momento de decidir, las papas (de la economía y el malhumor social) queman demasiado. Y no se moverán de ahí.

   Los radicales, avisados, reafirmaron en el cónclave correntino que para ellos no todo está cerrado y que la última palabra la tendrá la Convención Nacional de la UCR del mes que viene en Corrientes, o en Jujuy, escenario todavía por resolver.