Drogas: se iniciaron más de 200 investigaciones en apenas dos meses

Redacción de La Nueva.

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Por Redacción La Nueva./info@lanueva.com

   Días atrás personal policial de la DDI estaba investigando un asalto, cuando vecinos de Alberdi al 1300 les manifestaron que en un departamento del sector cultivaban marihuana.

   La situación fue informada a la fiscalía y con autorización de la justicia allanaron el domicilio. Secuestraron 23 kilogramos de plantas de cannabis.

   Denuncias anónimas, datos que llegan a la fiscalía y sirven para iniciar una investigación, o desprendimientos de otros procesos, son algunas de las maneras en que se combate en nuestra ciudad al narcomenudeo.

   En el último año la actividad llevada adelante por la Unidad Funcional de Instrucción y Juicio Nº 19, a cargo del fiscal Mauricio Del Cero, creció de manera sostenida.

   Una muestra de esto es que entre enero y febrero de 2019 se han puesto en marcha 244 causas, lo que determina un promedio de cuatro por día.

   El número supera el registro de 2018, cuando en el mismo período se habían iniciado 146.

   Frente a esta situación, Del Cero consideró que algunas acciones llevadas adelante resultaron decisivas en el incremento de las investigaciones.

   “Durante el año pasado tuvimos varios encuentros con titulares de las comisarías, como una suerte de academia o capacitación. Allí los instamos a que nos indicaran las causas que merecían prioridad. Incluso, muchas de esas causas, fueron directamente llevadas adelante por los efectivos de las seccionales”.

   La proyección indica que la cifra final del año será superior a la de 2018, cuando se instruyó un total de 1.368 causas.

   Refirió que además de la posibilidad de denunciar mediante la aplicación de celular perteneciente a la provincia de Buenos Aires y los buzones antinarco impulsados por el periodista Germán Sasso, los vecinos se animan a presentarse en la fiscalía.

   “Algo inédito es que muchos vinieron a denunciar y lo hicieron con nombre y apellido, sin temor. Creo que en esos casos algunas personas son valientes o se dan cuenta de que tras la presentación no siempre es cierto que viene una serie de represalias en cadena. No todo microvendedor tiene una organización que lo respalde. También creo se atreven a denunciar porque eso se traduce en resultados visibles”. 

   “Obviamente que aún faltan respuestas para dar, muchos puntos de venta que investigar y zonas y barrios para abordar durante 2019, pero está claro que las personas se atreven cada vez más a denunciar porque son conscientes del daño a la salud que esto provoca”, analizó Del Cero. 

Tarea conjunta
y resultados

   El representante del Ministerio Público destacó no solo el trabajo realizado por la delegación local de Drogas Ilícitas, sino también la tarea de la DDI y la colaboración prestada por la delegación local de la Policía Federal.

   Otro dato destacado resulta el hecho de que en los dos primeros meses del año la fiscalía solicitó a la justicia de Garantías 41 allanamientos, de los cuales fueron otorgados 31.

   De esos 10 que no se concretaron, algunos fueron negados y otros dejados en suspenso por los investigadores al entender que no resultaba el momento oportuno para llevarlos adelante.

   A partir de los procedimientos se aprehendió a 41 personas, 21 de las cuales recuperaron la libertad tras el arresto, al caratularse la causa como tenencia simple de estupefacientes.

   Otros 16 quedaron privados de la libertad y en 4 casos la justicia directamente no otorgó la detención.

   Por otra parte, Del Cero admitió que “quienes trabajamos en la UFIJ Nº 19 estamos sorprendidos por el nivel de secuestro en términos de cantidades”.

   Según los datos que maneja la fiscalía, en lo que va del año incautaron más de 140 kilogramos de plantas de cannabis, 8.438 semillas y casi tres kilos de marihuana procesada.

   Tiempo atrás el propio Del Cero había reconocido que esta era la droga que le preocupaba.

   “Primero porque es la que más abunda y por el nivel de secuestro, teniendo en cuenta que estamos hablando del microtráfico, lo que se traduce en muchas causas en distintos puntos de distribución”.

   Opinó que “su consumo crónico produce pérdida de la creatividad e iniciativa. Es un depresor que conlleva consecuencias severas y tampoco es cierto que un cigarrillo de esta sustancia produzca efecto menos nocivo que uno de tabaco”.

   Dijo notar que en la sociedad existe “una idea de pseudolegalización”, lo que hace que las personas tiendan a cultivarla o poseerla, "no obstante que saben que es delito”.

   La Corte Suprema de Justicia de la Nación, en una resolución dictada el 25 de agosto de 2009, y que se conoce popularmente como el “Fallo Arriola”, declaró la inconstitucionalidad del artículo 14 (segundo párrafo) de la ley Nº 23.737, que determina el castigo a quien tuviere drogas para uso personal.

   “A raíz de ese fallo, mal comunicado o difundido, se ha generado una creencia popular. Allí la Corte resolvió que cuando se trata de una tenencia de droga que inequívocamente es para utilización personal y sin trascendencia a terceros (en un ámbito absolutamente privado), ese consumo es impune. Se divulgó la creencia que cuando la tenencia es para consumo no es delito, pero esto se da solo cuando no tiene trascendencia o efecto para terceros y la cantidad es muy escasa”.

Otras sustancias
encontradas

   En lo que va del año también secuestraron 9,136 kilos de cocaína, aunque gran parte corresponde al allanamiento realizado el pasado 15 de febrero, cuando efectivos de la DDI llegaron hasta una cochera ubicada en Villarino al 400.

   Allí, ocultos en una camioneta abandonada, los policías detectaron 7 kilos de esa sustancia, 2 de marihuana, 42 de precursores químicos y un arsenal de drogas.

   Por otra parte, en distintos operativos hallaron 35 pastillas de metanfetamina.

   Respecto de la cantidad de allanamientos y de droga incautada, el fiscal consideró que “es una combinación de factores y no descarto también el azar. La policía está trabajando cada vez más fuerte, incluida la DDI bahiense y efectivos de seguridad, quienes nos reportan más hechos”. 

   “El año pasado le dimos ingreso a más de 1.300 causas, lo que significa un número superior a otros períodos, y eso va a producir incidencia en 2019. Esa cantidad de investigaciones determinan más procedimientos este año”, continuó Del Cero.

   Tiempo atrás había admitido que viene aumentando en forma exponencial el número de personas dedicadas al narcomenudeo.
“Esto tiene que ver con que hay involucrado dinero, lo que puede tentar a muchos y correr la escala de valores. La sensación de impunidad de los microvendedores, que durante mucho tiempo creyeron que no pasaba nada, generó una especie de efecto contagio”.

¿Las viviendas usurpadas son nuevos puntos para la venta?

   Un sorpresivo hallazgo de una importante cantidad de cocaína de máxima pureza se produjo el mes pasado en la ciudad de Punta Alta.

   El hecho llamó la atención de los investigadores y abona la hipotesis que manejaban sobre la presunta usurpación de viviendas en esa ciudad para establecer puntos de venta al menudeo de sustancias.

   Todo se originó a fines de febrero, cuando una persona logró recuperar un inmueble ubicado en la calle Puerto Deseado, del barrio Gottling, que le pertenece y había sido usurpado.

   Cuando el propietario comenzó a limpiar y ordenar el lugar descubrió un ladrillo y diez envoltorios de cocaína.

   De inmediato dio aviso a la policía y se hicieron presentes efectivos del destacamento Zona Norte de la vecina ciudad, a cargo de la subcomisaria Natalia Elfen.

   La uniformada puso en conocimiento de la situación a la fiscalía y se determinó que la droga pesaba 1,7 kilogramos.

   “La sustancia tenía una pureza importante, lo que se presume por la rapidez en que los reactivos determinaron de qué se trataba. La hipótesis que se maneja es que mandan a los 'soldaditos' a usurpar inmuebles y allí establecer puntos de venta”.

   La modalidad no es nueva, al menos en el conurbano bonaerense, donde en los últimos días la policía desbarató una banda que tomaba casas a mano armada, echaba a sus ocupantes y las convertían en "búnkeres" para reunirse y vender  estupefacientes.

   Como resultado de quince allanamientos llevados adelante en el interior de la Villa Loyola, ubicada en la localidad de San Martín, efectivos de la Delegación San Martín de la Superintendencia de  Investigaciones del Tráfico de Drogas Ilícitas y Crimen Organizado, detuvieron a 23 personas, secuestraron cinco kilos de marihuana, tres de cocaína y armas de fuego.

Madres de pantalla

   Otra modalidad detectada por los investigadores es la captación de mujeres embarazadas o con hijos pequeños para la comercialización al menudeo.

   En este sentido, el fiscal Mauricio Del Cero describió que “les aseguran que si las encarcelan por vender en unos pocos meses recuperan la libertad, porque la ley prevé que cuando exista prisión preventiva respecto de una persona embarazada o madre de hijos menores de 5 años, procede como alternativa el arresto domiciliario”.

   También considera que son elegidas como una forma de proteger el “negocio”.

   “Un joven o menor de edad no tiene la previsión de una mujer que obtiene dinero de esa forma y que toma precauciones para realizar la actividad”.

   Refirió que “a partir de estos casos se inician investigaciones para llegar a los distribuidores y hasta se ofrece la posibilidad de que declaren como arrepentidas para seguir hacia arriba en la cadena de narcotráfico”.

   El titular de la UFIJ Nº 19 señaló que detectaron varios casos de este tipo y que la mayoría se produjeron en localidades de la zona.