Bahía Blanca | Martes, 01 de julio

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Aldo Raimondi, uno de esos ganadores que nadie conoce

El periodista montehermoseño fue seleccionado por un programa del gobierno español para cruzar el Atlántico y buscar trabajo especializado. Permanecerá por tres meses.

Aldo en Valencia, con la Ciudad de las Artes y las Ciencias de fondo. Fotos: gentileza Aldo Raimondi

Hernán Guercio / [email protected]

   “Estoy en la mitad de mi vida, y es bueno intentar un cambio. Me anoté en este programa porque quería hacer el intento ahora para no arrepentirme cuando tuviera 70 años. Eso fue lo que más me motivó”.

   Desde hace tiempo, las redes sociales son motores e impulsoras de promociones o avisos del tipo: “¿Quieres mudarte a Italia? El gobierno te dará 2 mil euros mensuales si lo haces”; “En Copenhague regalan viviendas a profesionales solteros” o “¿Te animas a vivir dos años en la casa del Frodo Bolson en Nueva Zelanda?”. Más allá de la veracidad (o no) de estas publicaciones, la gran mayoría de ellas deja siempre un grandísimo interrogante: ¿quiénes son los ganadores?

   Aldo Raimondi es la excepción que confirma la regla: hace semanas se convirtió en uno de esos desconocidos premiados.

 

   Montehermoseño (muy), 45 años, periodista de raza y profesión, aficionado a la fotografía y la playa, en abril se encontró con la posibilidad de concursar en un programa laboral en España, promovido por el gobierno ibérico, que buscaba profesionales argentinos que no tuvieran ciudadanía española y que quisieran probar suerte del otro lado del Atlántico.

   La consulta obligada fue a su mujer y sus hijos; al día siguiente estaba entregando la documentación requerida, ingresando así en un torbellino de incertidumbre respecto de lo que podía ocurrir en el futuro.

   La propuesta del programa piloto Visar, destinado a argentinos descendientes de inmigrantes españoles de primera o segunda generación, consistía en residir legalmente tres meses en aquel país para buscar trabajo formal. Si lo encontraban y podían mantenerse económicamente, al cabo de un año se les otorgaría la nacionalidad española.

 

   “Buscaban personas con conocimientos de tecnologías de la información, comunicación y marketing, ingeniería y finanzas. Si bien es cierto que en España hay una desocupación del 14%, quienes están sin trabajo no pueden suplir las necesidades laborales en cuestiones como startups, internet, community manager o ciudades inteligentes”, contó Aldo a “La Nueva.” desde Valencia, donde está instalado desde hace unas dos semanas.

   Pero llegar al otro lado del mar no fue fácil. Debió pasar algunos filtros para terminar siendo uno de los 1.084 argentinos escogidos; aún así, no todos los elegidos presentaron los papeles. Fueron seleccionados postulantes de Bahía Blanca, Tres Arroyos, La Pampa y Neuquén, entre otros puntos del país.

   “Siempre dije que prefería estar en el andén y que me dijeran que me quedaba en Argentina, a mirarlo desde la calle y ver cómo pasaba el tren. Cuando el 8 de julio recibí el mail que confirmaba mi solicitud y el anuncio que ya contaba con el NIE (número identificatorio que permite a los extranjeros trabajar en España), lloramos juntos en familia. Fue un momento muy especial”, recuerda.

 

   ¿Qué hacer? Los Raimondi (Aldo y Melina, con sus hijos Ivo y Bianca) empezaron a planificar el futuro inmediato y organizarse de cara al futuro. Literalmente, fueron meses de caminar en las paredes. Ya habían pensado en probar suerte en Europa entre 2011 y 2012, pero esta vez la posibilidad era clara y estaba a la vuelta de la esquina.

   Primero, había que organizarse: el ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social otorgaba el visado y organizaba la búsqueda laboral, pero cada uno de los seleccionados debía elegir una ciudad para vivir y costearse íntegramente los gastos en España.

   Entonces, entre los obligados anuncios y despedidas en Monte Hermoso, hubo que vender algunas cosas para juntar euros. Por ahora, el alojamiento no tiene que pagarlo, porque se está quedando en casa de una pareja amiga de Mar del Plata, que hace años que vive en Valencia; mientras tanto, gestiona sus entrevistas laborales y hace un poco de turismo.


Aldo, junto a otros argentinos beneficiados con el programa Visar, en la playa Malvarrosa.

 

   “Viajé el 13 de octubre en colectivo desde Monte Hermoso a Capital Federal, y de allí hasta Madrid. El programa permite inscribirse en el servicio de empleo y en las ofertas que pueda haber en Valencia, Castillón y Alicante para tu perfil laboral. Mientras espero, estoy como de vacaciones.”, cuenta.

   Una vez que consiga el contrato laboral, deberá demostrar que es hijo o nieto de españoles. Ese casillero lo tiene completo: su abuela Laura Martínez Martínez nació en Altea, en la Comunidad Valenciana. Cuando culmine el año laboral, podrá empezar los trámites de una ciudadanía, uno de los aspectos más interesantes del Visar, ya que normalmente se piden dos años para comenzar con el papeleo.

   Si todo funciona, su mujer y sus hijos viajarán hacia España en febrero para instalarse; ellos tres ya tienen la ciudadanía italiana.

 

¿Por qué Valencia?

 

   Madrid, la opción original, tiene “mucho cemento para un montehermoseño”.

   “No fue fácil irme, pero también sabía que si no lo hacía ahora, no lo iba a hacer más. Estuve siempre a gusto en Monte Hermoso, pero con esto pude revivir la posibilidad de hacer cosas nuevas y eso me motivó a inscribirme. Hoy puedo decir 'qué bueno que lo hice': es una refundación de mi vida”, finaliza Aldo.Con las banderas de la Comunidad Valenciana y de España.