Bahía Blanca | Lunes, 30 de junio

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Perdidos en Tokio: dos bahienses en la cuna del animé

Gabriela y David, madre e hijo, y una singular experiencia en el corazón de la cultura japonesa.

Anahí González
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   Todo empezó en 2016, cuando al bahiense David Fonseca le ofrecieron hacer el viaje de egresados. No estaba muy decidido y ese año conoció el animé y el manga, que mostraban tanto situaciones de la vida cotidiana japonesa como historias de ficción. Y le fascinaron. Poco a poco, y sin darse cuenta, se fue transformando en un “otaku”, como se les llama a los aficionados a este tipo de arte.

 Gabriela Martín y David Fonseca, madre e hijo.

   Entonces empezó la duda: ¿y si usaba el dinero para conocer la Tierra del Sol Naciente? ¿Y si concretaba su sueño de caminar por Tokio, tras la senda del animé y el manga?

   “Fui yo quien mencioné que quería viajar, en algún momento, a Japón”, contó.

   Y sus padres tomaron nota.

   A fines de 2018, su mamá, Gabriela Martín, le dio la mejor noticia: los ahorros estaban disponibles y, si él quería, podían hacer el viaje juntos.

   “Con mi marido ya teníamos preparada la plata por si David decidía ir al viaje de egresados o para lo que quisiera hacer al finalizar sexto año”, contó.

   El entusiasmo fue creciendo y juntos planificaron todo. Finalmente, en diciembre pasado se lanzaron a la aventura de recorrer este país oriental y hasta pasaron el Año Nuevo más original de sus vidas, en una escala, en Dubai.  

Festejo por el Día del Adulto en Tokio.  

    “A mediados del 2017 perdí a mi marido. El resto de ese año lo usé para reponerme, con muchísima ayuda de mi hijo, aunque él no lo sienta así. En 2018 me dediqué a estudiar Yoga que me ayudó mucho tanto a nivel físico como psicológico y gracias a las profesoras y compañeras que tuve”, mencionó.

   “Con David somos muy unidos, así que estamos como en casa pero a unos 18.370 kilómetros”, dijo.

   ***

   La atracción de David hacia los animé, que reflejan la cultura de este país, fue despertando curiosidad en Gabriela.

   "Después de haber visto unos cuantos, llegué a tener muchas ganas de ver y sentir Japón; tanto por el día a día que mostraban como por los paisajes, la comida y la cultura”, contó la flamante instructora de yoga, de 46 años.

   Partieron el 29 de diciembre de Bahía y arribaron al aeropuerto de Narita el primer día de 2019: 1 de enero, cuando aún en Argentina era 31 de diciembre.

   Desde entonces llevan recorridos varios sitios de Tokio, capital de Japón, entre ellos el popular distrito de Akihabara, cuna del animé.

 

La original e impactante Akihabara. 

 “Antiguamente era la cuna solo de la electrónica. Cuando el manga y el animé tomaron popularidad sus artículos se concentraron aquí”, comentó David.

   Akihabara reúne todo lo vinculado a este arte. Al punto en que se han establecido maid cafés en los que las camareras se visten y actúan como maids o personajes de animé.

   En sus calles se pueden recorrer cientos de tiendas especializadas en animé, manga, videojuegos retro, juegos de cartas y otros coleccionables. 

   “Como la mayoría de mis amigos tengo recuerdos de haber visto Dragon Ball Z y Pokemon (entre las series más conocidas) cuando era chico pero en 2016 retomé mi gusto por los animé de forma espontánea y hoy en día llevo sintonizados más de 300 animé", dijo David.

   “Al llegar a Japón, e inclusive ahora mismo, no dejo de sorprenderme por cada mínimo detalle o cosa que veo, creo que encontré más de lo que esperaba ver y eso me encanta”, contó.

   Manga y animé

   El manga es técnicamente la historieta japonesa y el origen de cualquier serie animada en Japón. Eso significa que cualquier cosa que haya sido animada o incluso adaptada a un videojuego, antes tuvo una versión en manga. 

   Es una labor que puede variar entre trabajos breves, hasta obras que toman a sus creadores muchos años.

La serie animé Dragon Ball Z, de gran éxito en Argentina.   

   El animé es una abreviatura de la palabra “animation” y es, justamente, una versión animada de los mangas.

   En Argentina, han sido populares los animé Sailor Moon, Macross, Dragon Ball  Z, Akira, Naruto, Mazinger Z , Captain Tsubasa (supercampeones) y Pokemon.

   Lo mejor de Japón

   “Nos gusta mucho Japón. Hasta ahora no tenemos nada desfavorable para decir. Todavía no me fui y ya quiero volver”, contó Gabriela.

   Dos cosas destacó especialmente: la amabilidad de la gente y la limpieza y orden en las calles, en las estaciones de trenes y en los trenes mismos.

   “A pesar de que viaja tanta gente todos los días no hay un solo papel en el piso”, dijo.

   También mencionó la atención y respeto hacia los turistas.

   “El día que llegamos tomamos un taxi hasta el hotel y el taxista notó que me había equivocado en el vuelto e inmediatamente me devolvió lo que había pagado de más y se quedó con nosotros hasta que obtuvimos la clave para entrar al hotel”, dijo.

   David y Gabriela pasearon por Ueno, centro cultural de Tokio, con varios museos y templos budistas y por Shinagawa, lugar de nacimiento del director de cine Akira Kurosawa

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   También recorrieron los distritos de Kamata, Shinjuku -el más importante centro comercial y administrativo de Tokio-, Shibuya y la estación central.

   Próximamente irán a Hiroshima y tomarán un ferry para conocer Miyajima, conocida como la Isla Santuario.

   “Esta pequeña isla es, desde tiempos antiguos, considerada un lugar sagrado y de culto en el que los dioses pensaron vivir en armonía con los mortales”, contó Gabriela.

   En su llegada a Tokio, de noche, lo que más les impactó fue la altura y luces de los edificios y los autos, ya que todos, tanto taxis, como vehículos de seguridad o particulares, parecen de alta gama.

   “David se maneja con el inglés y conoce algunas palabras sueltas en Japonés. Además la gente está acostumbrada al visitante y con señas o traductor de Google, te hacés entender”, dijo Gabriela.

   También visitaron Akasusa, conocida por sus templos, entre ellos, el Sensoji,  templo budista más antiguo de Tokio,en honor a la deidad de la misericordia.

   David y Gabriela siguen disfrutando de los rincones únicos de este exótico destino que los unió aún más.

   Algunas curiosidades del peculiar destino

   De estreno. Tanto Gabriela como David es la primera vez que salen de Argentina.  "Para nosotros es todo nuevo y muy tecnológico", dice ella.

   Todo en latas. Por las calles,  es normal encontrar a cada  paso máquinas expendedoras de café frío o caliente, sopas y gaseosas, todo en latas.

   La clave.“Acá se usan claves en lugar de llaves y las cocinas son eléctricas. Además,  cuando terminás de lavar la ropa hay secadoras con esterilización”, comentó.

   Culto al inodoro. Grande fue la sorpresa de ambos cuando descubrieron que en japón, los inodoros son artículos con múltiples funciones. Además de su función básica, tienen calefacción y hasta cuentan con música relajante, para  una mejor "estadía" de los usuarios en el sanitario.

   Tarjeta. Madre e hijo lograron recorrer varios lugares de Tokio por haber obtenido con antelación el JR Pass, un billete de transporte que les permite viajar de forma ilimitada por todo el país durante el período prefijado en los transportes del Grupo Japan Railways (JR) a en la clase de servicio indicado en el billete. Hay vagones standard, de primera clase y el vagón verde. El Rail Pass ha sido diseñado para estimular el viaje y el turismo a través de todo el país.

   Kimonos. "En ocasiones, tanto chicas como muchachos, visten kimonos y salen a pasear por Tokio. Es una costumbre, como vestir de gala. Cada 20 de enero, las y los jóvenes que cumplen 20 años ese año, visten kimonos y visitan algún templo para celebrar la mayoría de edad", dijo Gabriela.