Bahía Blanca | Viernes, 10 de mayo

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Video: así es "la casa" de Pablo Vicó, que hoy conoce Olimpo

El aurinegro juega por primera vez en su historia ante Brown de Adrogué y en su cancha, el Lorenzo Arandilla.

Por Mikel Iñurrategui / minurrategui@lanueva.com
(Enviado a Adrogué)

   Desde hoy y para siempre, Olimpo podrá agregar en su extenso y glorioso archivo un nuevo punto de ubicación para su GPS rutero.

   Es que pese a estar transitando desde hace 22 años las categorías profesionales de nuestro fútbol, esta tarde, por primera vez, su camino se cruza con Brown de Adrogué, cuando se midan por la segunda fecha de la B Nacional 2018-19.

   Los 5 torneos consecutivos que viene de disputar el equipo bahiense en la élite y su último ascenso (los de Adrogué subieron ese mismo año de la B Metro a la B Nacional), le formaron rutas diferentes a Olimpo y Brown, equipo con 73 años de vida, que nunca estuvo en Primera y que atraviesa su segundo ciclo en la B Nacional (cuarta temporada).

   Por esto, el aurinegro pisará por primera vez el césped del estadio Lorenzo Arandilla, que tiene una capacidad para unas 6 mil personas, y una medidas del campo de juego similares al Roberto Carminatti.

   El Arandilla, al igual que cualquier cancha a lo largo y ancho del país, está llena de historias.

   Pero ésta tiene una bien particular y que lleva por añadidura, la vida del personaje más famoso fronteras afuera de esta institución: su DT Pablo Vicó.

   De Vicó se sabe que dirige a la Primera de Brown de Adrogué desde hace casi 10 años y hace 20 que está en el club.

   También se sabe que es el mismo que le dio 2 ascensos a la B Nacional y que el año pasado lo metió en el reducido por llegar a Primera.

   Pero hay otras cosas, además de esas, que lo hacen especial a Vicó. La primera e ineludible es que vive, desde sus inicios en el club como sereno, en la pensión del tricolor, que está a metros de la cancha.

   “¿Qué cuanto tardamos de acá (su casa) al estadio? No, acá no tenés tránsito, nada; yo calculo que tendremos unos 60, 70 pasos “, dijo Vicó una vez en una entrevista especial de TyC Sports, que puede verse acá.

   "Una vez en el Kempes, le ganamos 4 a 1 a Talleres, y cuando terminó el partido no podía salir; estaba lleno de cordobeses pidiéndome fotos, me sacaron todo; quedé en cuero en pleno invierno", agregó.

   Flaco, alto, de piel algo arrugada y con tatuajes, apasionado por esos tres colores. Ah, y siempre con su característico bigote y ese tierno parecido a Don Ramón. Así se ve, de afuera, ese personaje llamado Vicó, que tiene algo que lo hace aún más particular: el aprecio que le tiene el futbolero medio.

   Su “salto a la fama" quizás se pueda decir que lo dio el día que Brown, en su primer partido en la BN, le ganó a Independiente en el mismísimo Libertadores de América (2013). Ahí fue cuando su historia se hizo popular, viral.

   Así como viral fue ese video en el que la mascota y los hinchas de Morón (el Gallito), rival y vecino de Brown, lo abrazaban y felicitaban por el ascenso. O la imagen de su cara dibujada sobre Bartolomé Mitre, en el billete de 2 pesos, con la leyenda de “apostar a los 'vicoins'", en esta época de crisis económica, pero nunca de ingenio popular.

   Esos ejemplos y muchos más grafican lo que es Vicó para Brown y el fútbol de ascenso.

   Por eso, desde hoy y para siempre Olimpo sumó un nuevo destino a su historial: “La Casa de Pablo Vicó”.