Bahía Blanca | Viernes, 26 de abril

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Cambiemos: Macri alargó el misterio en Córdoba

   Si alguno de los directamente interesados esperaba un guiño, una señal, se quedó con las ganas. En su paso de algunas horas por la ciudad de Córdoba, el presidente Mauricio Macri alargó este lunes el misterio sobre una cuestión que mantiene en vilo a la coalición de Cambiemos en la provincia. Ni palabras, ni gestos, según reflejan quienes lo acompañaron en esa incursión, el presidente nada definió sobre si habilitará internas para decidir quién de su espacio será el candidato a gobernador cordobés el año que viene. O si por el contrario, una hipótesis que tiene adeptos en los despachos políticos de la Casa Rosada y desespera a más de uno en La Docta, bendecirá directamente a uno de los que se anotaron para la competición. Es decir, impondrá "su delfín".

   Seguramente quienes esperaban alguna señal del presidente son el diputado radical y jefe del interbloque de Cambiemos en Diputados, Mario Negri; el intendente de la capital cordobesa,  el también radical Ramón Mestre; el macrista y diputado nacional Héctor "Coneja" Baldassi, de quien se dice en los pasillos que es "el preferido" de Macri, aunque nadie pondría su firma al pie de esta afirmación. Y por último, a estas alturas considerado casi un outsider del núcleo duro de Cambiemos, el ex senador y ex embajador argentino en Ecuador Luis Juez.

   Macri, dicen las fuentes, conocedor de esa especie de interna todavía no lanzada del todo, se manejó con tacto y cuidado. Para empezar no se reunió con ninguno de los postulados o autopostulados  --esto último cierra para Juez, según sostienen en la Casa Rosada--  durante su desembarco en Córdoba para compartir acto protocolar y conversaciones políticas con el gobernador Juan Schiaretti. Mestre lo fue a recibir al aeropuerto bien temprano el lunes por la mañana. Gesto, dicen, bien protocolar. Correspondía por ser el intendente de la Ciudad. Negri consiguió algo más: se subió al helicóptero que trasladó a Macri desde el hotel céntrico donde le habían preparado una suite hasta el aeropuerto antes del regreso a Buenos Aires, viaje corto que también hizo "el Gringo", como llama Macri al mandatario provincial. Es decir, cero espacio para hablar de internas partidarias.

   Tal vez lo que más preocupe a los precandidatos no es del todo si Macri va a promover una interna para definir el candidato o bendecirá personalmente a uno de ellos. En el fondo, y esto se dice en los corrillos tanto porteños como cordobeses, temen que el presidente no ponga "todas las pilas" para ganar la provincia el año que viene y terminar con veinte años de gobiernos de Unión por Córdoba, que es como se llama el peronismo local que lideran Schiaretti y Juan Manuel de la Sota. No suena ilógico: Macri no desearía del todo "ir contra Schiaretti" si con esa jugada pone en peligro la buena relación que mantiene con el gobernador , que irá por un nuevo mandato, que es a la vez su puente con el resto de los gobernadores del peronismo federal y una de las llaves para conseguir el apoyo al proyecto de Presupuesto 2019 y al acuerdo con el FMI. Las palabras de bienvenida a las políticas nacionales "si hay consenso de todos los sectores" que pronunció Schiaretti durante el acto en la planta automotriz donde compartieron acto entusiasmo al gobierno nacional, pero seguramente provocó escozor en aquel cuarteto.

   Ante una consulta puntual, y para aclarar, una fuente del ministerio del Interior dijo esta mañana que en torno a la interna cordobesa de Cambiemos "no hay nada definido". Y confirmó que el presidente "no abrió la boca" sobre la cuestión durante su viaje de ayer a la capital provincial. Y tampoco, dato que se reflejo en el simple repaso de la agenda, mantuvo reuniones con dirigentes macristas o radicales.

   De lo que se sabe, vale rescatar el actual escenario al que el presidente acaba de imponerle un poco más de misterio. Los radicales Negri y Mestre no se bajan de sus pretensiones de ser gobernador el año que viene, y más el segundo que el primero sostienen en privado que el partido que los cobija "ha hecho méritos suficientes" para quedarse con esa candidatura. Baldassi habla poco y nada, como si se preservara con algún dato a la mano, y apenas si reconoce cuando lo consultan que su candidatura a gobernador "depende de lo que diga Mauricio". Juez es el más problemático. En la Casa Rosada dicen que no figura en los planes. El polémico dirigente ha empezado a declarar en alguno medios que no renunciará a su derecho de presentarse a la competencia. "Si no me permiten competir entonces veré qué hago", dijo (¿amenazó?) hace un par de semanas en un canal de cable de la Capital.