Bahía Blanca | Sabado, 27 de abril

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Pancho Jasen ya está habilitado para jugar por otro equipo

Bahía Basket recibe a San Martín (Corrientes), desde las 21. Será el primer partido de Hernán Jasen con 40 años cumplidos. "No paro casi nunca", dijo.

Por Fernando Rodríguez / ferodriguez@lanueva.com

   De chico soñaba con ser igual a Marcelo Richotti, de liderar un equipo como ese base de piernas envueltas en llamas, de transmitir la pertenencia del jugador propio del club, de tener un barrio que respaldara de la misma manera que lo hacía la gente de Pacífico.
   También, claro, se deleitaba con la elegancia de Juan Espil, con ese tiro de seda, con su finura a partir del talento.
   El chico creció y forjó su nombre propio. Durante su recorrido también fue transmitiendo, en los más pibes, algo de lo que otros generaron en él.
   “Me gustaba mucho que mi padre (Carlos) me llevara a ver los clásicos Estudiantes-Olimpo, o los partidos con Pacífico. Me encantaría volver a vivir esa pasión”, añora.
Hernán Jasen sigue jugando la Liga Nacional por Bahía Basket, aunque, también está habilitado para hacerlo en otro equipo, el que reúne a “Los Pibes de 40”. Un club selecto que integraron alguna vez Pablo Barrios, Carlos Colla, Juan Espil, Diego Lo Grippo, Raúl Merlo, Hernán Montenegro, Luis Oroño, Diego Osella, Adolfo Perazzo, Rubén Ariel Scolari, Walter Storani y Rubén Wolkowyski.

   “Todavía vivo los partidos desde adentro de la cancha. Y no es lo mismo. Perdí la adrenalina del espectador, de mirar el reloj permanentemente hasta que llegara la hora de ir a la cancha, de hacer cola para ingresar, de esperar la salida de los equipos a la cancha...”, enumera, a esta altura, con un dejo de nostalgia.

   “Aunque -advierte-, no sé si ahora me movería lo mismo”.
   Son otros tiempos, diferentes épocas. Y aquel hincha del básquet, siempre presente en las tribunas, se convirtió en uno de los grandes jugadores de la historia de la ciudad.
   —¿Por qué seguís jugando?
   —Porque sigo siendo competitivo. Tengo ese fuego adentro que me hace desafiar con el rival y conmigo mismo en busca de seguir mejorando. Obvio que los progresos son cada vez menores.
   —¿Considerás que se irá prolongando la vida útil del deportista?
   —Me parece que ha cambiado. Es todo más profesionalizado. Los jugadores tenemos mayores herramientas para cuidarnos. Parquet flotante, mejores condiciones de viajes, cuidado en las comidas, cuerpo médico... También influye mucho el entrenamiento invisible de cada jugador. Eso hace que que se alargue la carrera.
  —¿En qué te cuidás?
   —En todo. No salgo, duermo casi siempre ocho horas y, todas las veces que puedo, una hora de siesta. En cuanto a la comida, trato de hacer dietas balanceadas. Y es clave no parar. No paro casi nunca, aunque estemos en período de descanso. Después de 15 o 20 días de inactividad te cuesta mucho volver a empezar.
Cuentas pendientes
   —¿Qué te quedó pendiente?
   —Me hubiera gustado ganar la Liga ACB (España), cuando perdí (con Estudiantes) 3-2 con Barcelona (temporada 2003-04). Muchas veces me da vueltas en la cabeza. Me quedé a las puertas. Teníamos un grupo espectacular. Por eso tanto dolor.
   —¿A qué jugador viste siempre como grande?
   —Recuerdo a Jorge Faggiano. Se retiró cuando estábamos empezando. Aunque yo, de chico, no pensaba lo que era el retiro.
   —¿Le tenés miedo?
   -Mmm... Lo tuve en un momento. Ahora, disfruto de cada juego. Lo pienso mucho menos que años anteriores. Me quité el peso de ponerme a pensar cuándo vendrá el retiro. Cuando tenga que venir, vendrá.
   —¿De qué jugador absorbiste más conocimientos?
  —Entre compañeros con los que jugué mucho y miré mucho, a Carlos Jiménez, que llegó a ser técnico de la Selección. Jugaba en mi posición (alero). Observé mucho y aprendí a valorar que anotar no es lo más importante. Todos los intangibles los manejaba como un gran jugador.
  —¿Con qué compañero te sentiste más a gusto?
   —Por años compartidos, en Estudiantes (Madrid) con Nacho Azofra, un amigo dentro y fuera de la cancha. Un base que entendía el juego y te generaba esos puntos que a uno le costaba conseguir. Cuando llegué a España tenía 21 años y él me ayudó mucho dentro y fuera de la cancha. Me guió hasta que me transfirió el liderazgo del equipo.

   Algo de eso que aprendió Pancho, ya lo está transfiriendo a los más jóvenes de Bahía Basket. Un lujo. Que lo aprovechen...

Nicolás Gianella será el próximo de esta lista exclusiva

   El base Nicolás Gianella, de Peñarol, cumplirá cuarenta años el próximo miércoles 14.

   Vienen. Entre los actuales jugadores nacionales que participan en la Liga y están próximos a cumplir 40 son Maximiliano Stanic (2 de diciembre de 2018) y Paolo Quinteros (15 de enero de 2019).

   Ya pasó. Diego Lo Grippo (Atenas) cumplió 40 años el pasado 22 de enero. Es el más grande de la Liga.

   El Mono. Edgar Merchant fue el jugador más grande que participó en la Liga. Tenía 45 y jugó un partido por Quilmes, en la 2005-2006.


   Dos regresos esperados: Jasen y al Casanova

   El primero de tres juegos consecutivos como local afrontará hoy Bahía Basket, con el objetivo de volver al éxito luego de 2 derrotas.

   Esta noche frente a San Martín (Corrientes), ganador del Súper 20. Arranca a las 21, con arbitraje de Alejandro Chiti, Rodrigo Castillo y Raúl Sánchez.

   En Bahía volverá a tener acción Hernán Jasen (tuvo descanso en los últimos dos).

   Además, podría ir al banco el venezolano José Materán.

   En la visita viajó Lucas Faggiano, quien podría reaparecer hoy luego de haber jugado como último partido el 18 de noviembre pasado (la final del Súper 20 ante Instituto).

   El base transita la etapa final de su recuperación de fractura de escafoides de la muñeca izquierda.

   Los próximos de Bahía Basket en el Casanova: Atenas (el martes) e Hispano (el próximo domingo).