Bahía Blanca | Viernes, 26 de abril

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Los ex empleados de SanCor, cerca de encontrar soluciones

Merced a las gestiones de ATILRA, la mayoría de los trabajadores del establecimiento que cerró en nuestra ciudad cobrará indemnizaciones. 

 

Foto: Pablo Presti-La Nueva.

   Hace ya más de 15 días dejó de funcionar el centro de distribución de SanCor en nuestra ciudad, por lo que 44 personas perdieron sus puestos de trabajo.

   Ubicado en la Ruta 3, detrás de El Cholo, la compañía decidió cerrar el establecimiento aduciendo atravesar una etapa de crisis, por la cual bajó mucho su nivel de logística y de producción.

   "La decisión de la empresa es cerrar todos los centros logísticos del país a raíz de la situación económica que está atravesando. Hizo lo mismo en Neuquén, Santa Fe y Mar del Plata", explicó Roberto Tejeda, secretario general de la seccional bahiense de la Asociación de Trabajadores de la Industria Lechera de la República Argentina (ATILRA).

   En Bahía Blanca, el gremio logró acordar que SanCor no presente el artículo 247, para que la tomen como empresa en crisis y por cierre de establecimientos.

   “Eso le hubiera permitido pagar apenas el 50% de la indemnización, lo cual generó mucha preocupación en el sector. La gran mayoría de los empleados que tenía en nuestra ciudad ya definieron su situación. Algunos se acogieron al retiro voluntario, otros cobrarán la totalidad de la indemnización en cuotas y quedarían resolver 8 casos, en los que existe la posibilidad que sigan siendo empleados de SanCor, pero desempeñándose en una distribuidora que subcontratará la empresa para cubrir este sector”.

   Actualmente, en la planta de almacenaje de nuestra ciudad, que era alquilada, quedó una guardia activa.

   “La hacen los compañeros que todavía no acordaron. Como el propietario no acepta la devolución del inmueble, por la deuda existente en carácter de alquileres impagos, han quedado algunas maquinarias dentro que se pretenden preservar. Pero prácticamente han vaciado el lugar”.

   Tejeda confirmó que se ofrecieron traslados, pero que ningún empleado lo aceptó.

   “Tenían que irse a Sunchales o a Córdoba. Y estamos hablando de personas con 20-25 años de servicio, con familia detrás. Por ese motivo, ese ofrecimiento no fue aceptado”.

   La empresa llegó a tener 4.500 empleados bajo relación de dependencia. Actualmente no quedan más de 1.500.

   “Y creemos que el ajuste seguirá. Porque vendió prácticamente todos sus activos, como ser la producción de la gran mayoría de sus productos, como así también las segundas marcas que tenía para competir. Hoy por hoy, la producción propia de SanCor se limita a leche en polvo, dulce de leche, manteca y queso. Para producir lo mismo, otras plantan emplean a 300 personas”.

    Y agregó: “Con ese panorama, el único camino que queda es que SanCor inicie una refundación, que tardará años en volver a ser lo que era; caso contrario seguirá achicando personal”.

   Tejeda manifestó que la seccional Bahía Blanca de la Asociación de Trabajadores de la Industria Lechera de la República Argentina tiene alrededor de 450 afiliados.

   “Hay que tener en cuenta que abarcamos ciudades de Neuquén, Río Negro y Buenos Aires. En Bahía tendremos 60 trabajadores, más otros 40 en la zona cercana, distribuidos en distintas pymes”.

   Para el gremialista, el futuro es muy complicado para las pequeñas empresas, ya que las grandes subsisten con las exportaciones.

   “La suba del precio del dólar resultó un alivio para algunas, pero las más chicos tienen muchos gastos operativos que les cuesta cubrir para poder sostenerse. Por eso estamos en una situación de alerta, ya que todos sabemos que los trabajadores son la variable de ajuste”.

   “Las estadísticas indican que hubo un fuerte descenso en el consumo de leche. Eso marca cómo está el sector. Si la gente deja de consumir leche, estamos ante una situación complicada”.

   Respecto de las paritarias anuales, el secretario general de la delegación bahiense manifestó que acordaron un 32 por ciento con las cámaras que agrupan a las empresas del sector, con la promesa de una cláusula gatillo en enero.

   “Si la inflación da un 46-47 por ciento, como todo indica que pasará, en el sueldo de febrero se aplicaría otro aumento del 14-15 por ciento. Eso está acordado de palabra y creemos que no habrá problemas”.