Bahía Blanca | Miércoles, 09 de julio

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El acusado de pegarle a su expareja con un palo tiene varios antecedentes por asaltos

Cumplió condenas por delinquir en el centro. Una vez robó un auto y chocó con un micro.
Fotos: Archivo-La Nueva. y Policía

   La policía detuvo anoche a un hombre acusado de pegarle con un palo a su expareja en la plaza Rivadavia y provocarle heridas en el rostro.

   Además, informaron que cuando quisieron detenerlo intentó agredir a los agentes con el mismo palo de madera.

   Ocurrió cerca de las 0:40, en avenida Colón y Chiclana, donde detuvieron a Javier Mazzello Di Paolo (43).

   Según informaron, cuando llegaron los agentes tras un llamado al 911, la mujer de 32 años tenía el rostro ensangrentado y era atendida por un transeúnte.

   Mazzello Di Paolo, que quedó detenido en la comisaría Primera a disposición de la fiscalía Nº 15, tiene antecedentes policiales, la mayoría por asaltos en el centro.

Los antecedentes

   En 2005 lo condenaron a 3 años de cárcel por asaltar a un joven con un cúter, en Zelarrayán al 100, y robarle 7 patacones (un tipo de moneda bonaerense emitida después de la crisis de 2001).

   Iba con otros dos asaltantes.

   En esa ocasión, Mazzello Di Paolo se peleó con los policías que lo detuvieron a las pocas cuadras.

   En marzo de 2001 ya lo habían condenado a un año y 3 meses de prisión por resistencia a la autoridad y lesiones; pena que se agravó porque tenía otras condenas por tenencia de estupefacientes de 1998.

   Y en 2011 lo acusaron de asaltar a un adolescente con una navaja en el interior de la plaza Rivadavia. Iba con un cómplice que también tenía una decena de antecedentes policiales.

Robó un auto y chocó con un micro

  En 1997, lo acusaron de robar un auto en el centro y chocarlo contra un colectivo en el barrio Pedro Pico.

   Según se informó, se subió a un Peugeot 504 que habían dejado estacionado en la primera cuadra de General Paz, escapó y lo chocó contra un micro en Brunel y Montevideo. Golpeado y todo, se bajó del auto y se refugió en su casa de Villa Rosas.

   Leé la crónica de nuestro archivo: Un sujeto que no escarmienta