Bahía Blanca | Jueves, 28 de marzo

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Situaciones a veces muy desagradables pueden surgir por el mal aliento

Las causas que provocan son de lo más diversas. A algunas personas les preocupa y mucho, en tanto que existen otros que directamente no suelen darse cuenta.

David Roldán

droldan@lanueva.com

El mal aliento, también conocido como halitosis, puede dar vergüenza y, en algunos casos, incluso causar ansiedad.

No sorprende que farmacias y otros negocios estén llenos de gomas de mascar, pastillas de menta, enjuagues bucales y otros productos diseñados para combatir el mal aliento.

Sin embargo, muchos de estos productos son sólo medidas temporarias porque no combaten la causa del problema.

Entre las causas del mal aliento se encuentran algunos alimentos, enfermedades y hábitos.

En muchos casos, la higiene dental adecuada y constante puede mejorar el mal aliento.

No obstante, si las técnicas simples de cuidado personal no resuelven el problema, consulta con tu dentista y/o médico para asegurarte de que la causa del mal aliento no sea una enfermedad más delicada.

El mal aliento varía según el origen o la causa subyacente.

Algunas personas se preocupan demasiado por el mal aliento, pese a tener muy poco o nada de olor en la boca.

En cambio, otras tienen mal aliento y no lo saben.

Debido a que es difícil evaluar el propio aliento, pide a un amigo cercano o pariente que resuelva tus dudas acerca del mal aliento.

Ahora bien, ¿cuándo hay que consultar al médico?

Si tienes mal aliento revisa tus hábitos de higiene bucal primero.

Intenta realizar cambios en tu estilo de vida, como cepillarse los dientes y la lengua después de comer, usa hilo dental y beber mucha agua.

Si tu mal aliento continúa después de hacer esos cambios, consulta con el dentista.

Si el dentista sospecha que un trastorno más grave está provocando tu mal aliento, posiblemente te derive a un médico para encontrar la causa del olor.

La mayoría de los casos de mal aliento comienzan en la boca y existen varias causas posibles:

Algunas de ellas son:

a) Alimentos: La descomposición de partículas de alimentos en los dientes y alrededor de ellos puede aumentar la cantidad de bacterias y causar un olor desagradable.

Comer ciertos alimentos, como cebollas, ajo y especias también puede causar mal aliento.

Después de digerirlos, los alimentos ingresan en el torrente sanguíneo, son transportados a los pulmones y afectan el aliento.

b) Productos del tabaco: El hábito de fumar deja su propio olor desagradable en la boca.

Los fumadores y quienes consumen tabaco son más propensos a tener encías enfermas, que son otra fuente de mal aliento.

c) Medicamentos: Algunos medicamentos contribuyen a la sequedad de la boca y, por lo tanto, indirectamente provocan mal aliento.

Otros se descomponen en el organismo y liberan sustancias químicas que se transportan al aliento.

d) Infecciones en la boca: El mal aliento puede ser causado por las heridas quirúrgicas después de una cirugía bucal, como la extracción de un diente o porque hay caries, enfermedad de las encías o llagas bucales.

e) Mala higiene bucal: Si no te cepillas los dientes y usas hilo dental a diario, habrá partículas que queden en tu boca y produzcan mal aliento.

Además, se forma sobre los dientes una película incolora y pegajosa producida por las bacterias (placa).

Si no se la cepilla, la placa irrita las encías y, finalmente, forman bolsas llenas de placas entre los dientes y las encías (periodontitis).

También la lengua puede atrapar bacterias que producen olor.

En las dentaduras postizas que no se limpian con regularidad o que no encajan bien pueden quedar bacterias y partículas de alimentos que causan olor.

Fuente: Mayo Clinic.