Bahía Blanca | Viernes, 29 de marzo

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Franchi, un apellido vinculado al midget desde hace ya dos décadas

Las repercusiones de la victoria de Luciano en la sexta fecha de la Clase 2.
Fotos: Emmanuel Briane, Pablo Presti y Archivo-La Nueva.

Por Gonzalo Martínez / gmartinez@lanueva.com

   Luciano Franchi soñó más de una vez con su primera victoria en el Midget. Y ayer, en la sexta fecha del Invernal, su anhelo se concretó al adjudicarse la final de la Clase 2.

   Es cierto. Nada se compara con ganar en el verano, de noche y ante el imponente marco de público que suele acercarse al Héctor Evaristo Plano. Pero para los pilotos que dan sus primeros pasos en la categoría, es una inyección anímica importante de cara al futuro.

   "Todavía no paramos de hablar de la carrera que gané. Mis amigos vinieron a casa, no hubo asado pero ya lo están pidiendo y lo voy a tener que pagar. Esta es la parte en la que me cuestiono si es conveniente ganar...", bromeó Lucho.

   Franchi nació el 7 de Noviembre de 1994, en un pueblo que siempre entregó buenos créditos conductivos: Médanos.

   Antes de llegar al óvalo en el Invernal pasado, compitió durante 7 años en el karting medanense, donde fue bicampeón en 50cc. Menores, y subcampeón en Junior.

   "Con mi hermano Guillermo (29), trabajamos en el taller mecánico de mi viejo (Fabián -51-). Después está Martín (27), que es panadero y no sabe cambiar ni una rueda (risas). Mi mamá Marcela (50) apaga la radio cuando corro porque no le gustan los midget”, contó.

   —¿Qué te gusta de Médanos?

   —La gente del pueblo se porta excelente, nos dan una mano bárbara.  Siempre nos felicitan y eso es lo más lindo que tiene todo esto.

   —¿Quién es tu referente en la categoría?

   —El Pepo (Sebastián Pérez).

   "Es mi amigo y me gusta su manera de correr. Es de los que piensan que si entra la trompa, tiene que pasar el auto también. Y como está la pista hoy, si nos respetamos tanto nunca vamos a poder pasarnos", aseguró.

   —¿Y de tu viejo qué me decís?

   —Era muy chico cuando él corría, pero quedaron fotos y videos del auto naranja. Cuando yo dije que quería correr me dijo que estaba loco y ahora es uno de los que más me apoya. Siempre volví a la pista cuando papá se bajó.

   —Ya ganaste. ¿Y ahora?

   —No te voy a decir que quiero pelear un campeonato, pero con estar entre los 25 o 30, me voy a sentir muy cómodo. El año pasado nos propusimos llegar entre los 50 y lo logramos. Estoy muy conforme porque el presupuesto es bastante corto, lo hacemos todo en casa.

El sufrimiento de papá

   La pasión se hereda. Y el midget, lo refleja.

   Fabián Franchi, papá de Lucho, debutó en el Invernal 1996 y compitió en 5 temporadas oficiales. Su primera incursión fue en El Anillo de Dublin, durante la 96/97, y decidió tomarse un tiempo después de participar en esa misma pista en la 97/98.

   Sin embargo, regresó en su ciudad al Invernal '99 y compitió de forma consecutiva en los Estivales 2000, 2000/01 y 2001/02. En el primer campeonato disputado sobre Aldea Romana (2000), alcanzó su mejor actuación, la cual le permitió pintar el "24" en la temporada siguiente.

    "Esto es un sufrimiento total. Ahora entiendo a mi mujer y a mi vieja cuando me volvían loco porque no querían que corra. Me corto las uñas antes de venir porque me las como. No veo la hora de que termine", explicó una vez concluida la final obtenida por su hijo.

   —¿Qué se te pasó por la cabeza cuando lo viste llegar?

   —Muchas cosas. Es mucho sacrificio, son muchas horas de trabajo. Los chicos que laburan en el auto rescinden tiempo con sus familias para lograr esto. Incentiva en una categoría que tiene muchos sinsabores.

   —¿Costó dejarlo correr?

   —Luciano siempre estaba con la moto y de un día para el otro vino con ganas de armar un midget. Estuvimos una semana sin hablarnos porque yo no quería, pero me tocó mi punto débil y le di una mano.

   "Arrancamos despacito, con lo que había y ahora estamos medianamente organizados. El que dirije todo el circo en el equipo es Guillermo, el hermano mayor. Le mete mano a todo y es muy meticuloso. Le gustan más los autódromos, pero es muy prolijo a la hora de trabajar", explicó. 

Junto a Néstor Mancini (izquierda) y Juan Carlos Melger (derecha).

   —¿Le das consejos?

   —No soy una persona que le dice lo que tiene que hacer. No se puede prever ninguna maniobra porque son fracciones de segundo y es un deporte de prueba y error.

   "Sólo trato de tranquilizarlo", sostuvo.

   —¿Le ves cositas tuyas en el manejo?

   —Naaa (sic). No se puede comparar porque esto ha cambiado mucho y para bien. Veo mucha seguridad a diferencia de aquella época. Esta fecha volaron dos cubiertas y eso es preocupante para el verano, pero este Club siempre toma muchos recaudos.

   —¿Te acordás de tu debut?

   —Fue con el número 71, en Pedro Luro (NdR: Invernal 1996). Curiosamente la primera vez que vi la bandera a cuadros fue marcha atrás. Veníamos peleando el tercer puesto con Fernando Saldamando y me pasé de acelerador, je.

Un regalo

   Franchi decidió venderle su unidad a Héctor Ansó para afrontar la temporada 2002/03, en 6.000 pesos. "Fue un regalo", le dijo el comprador a La Nueva. en aquel entonces.

Buen tipo

   En la 15° fecha del Estival 2001/02, Franchi sacó el motor de su unidad y se lo entregó a Diego Andrade para que pueda seguir peleando por el título.

   "Estábamos probando varias cosas para ver si el auto mejoraba en la salida y tuvimos la desgracia de romper nuestro motor. Como 'Tito' Etchegaray (motorista) está en Concordia con el Turismo Nacional, no pudimos reparar. Pero Fabián Franchi es un muy buen tipo, se quedó sin correr y me prestó el motor para que pueda seguir peleando el campeonato", contó Diego.