Bahía Blanca | Lunes, 11 de agosto

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Luciano Vázquez, un tiburón que siempre nada hacia la ciudad

Nació en San Miguel del Monte, pero su paso por Villa Mitre marcó un antes y un después en su vida. Conoció a Guillermina y forjó un vínculo que, aún hoy, no entiende de límites geográficos. Gonzalo Antonio Martínez / [email protected]
Hasta Arnold posó para el retrato familiar en la casa de la familia de Guillermina. Adelante, la "20" de Huachipato.

El Tiburón. Así lo apodan a Luciano Vázquez, un delantero que llegó a principios de 2011 a la ciudad para reforzar a Villa Mitre en la segunda etapa del Torneo Argentino A.

Disputó 16 partidos y marcó 6 goles, aunque esta nota no está relacionada a su desempeño dentro del rectángulo de juego del Fortín ni a su último campeonato jugado en Chile, con Huachipato FC.

En Bahía se enamoró de Guillermina Correa (27), una simpatizante tricolor que hoy es la mamá de su hija Ludmila, de 10 meses y 17 días.

“Yo me fui con él. Mi mamá fue la intermediaria con mi viejo, porque no quería saber nada”, explicó ella.

“La vengo aguantando desde Cipolletti”, bromeó el Tibu. La aventura continuó en Olavarría (Racing) y Jáuregui (Flandria).

Tras su paso por el Canario en la temporada 2012/13, llegó la propuesta para emigrar. ¿El club? Ñublense, en la Primera División chilena.

“Allá crecí a pasos agigantados. Eso me permitió pegar el salto”, aseguró Lucho, quien se erigió como goleador del Apertura 2013, con 11 tantos, un hecho sin precedentes para el club de Chillán en la máxima categoría.

Al cabo de ese torneo, Boca, Tigres de Méjico, Botafogo, Bahía de Brasil y Al Muaither Sports Club de Qatar pusieron sus ojos en el delantero.

"Cuando me llamó mi manager y me contó lo de Boca, caí realmente de lo que estaba consiguiendo. Para mí es el mejor equipo del país", afirmó.

Sin embargo, la dirigencia de la institución chilena no quiso saber nada. "Eran ofertas imposibles de rechazar, equipos que veía muy lejanos. Tenía la posibilidad de asegurar mi futuro en un año”, se excusó.

Luego de una negociación con el presidente, volvió a vestir la camiseta de los Diablos Rojos, con la libertad de elegir su futuro luego del siguiente semestre, momento en el cual apareció Al Shahaniya, de la Primera de Qatar.

La compra del club árabe se efectuó por una cifra de 1.900.000 dólares, cuando la mayor venta de la historia para la entidad trasandina, había rozado los 300 mil.

“Con ese dinero construyeron un nuevo complejo, y la cancha principal lleva mi nombre en agradecimiento”, contó Lucho.

--¿Con qué se encontraron en Medio Oriente?

--Con Guille sabíamos que nos íbamos a un país muy cerrado, con una cultura totalmente diferente. Fue un cambio muy fuerte. De estar viviendo en un departamento chiquito en Olavarría, llegamos a una mansión de cinco habitaciones, con piscina, gimnasio. Increíble.

El principal obstáculo del viaje, llegó cuando le explicaron que su perro (un Shar Pei llamado Arnold), no podía viajar con él.

"Al ser un perro de nariz chata, no podía ingresar al país (por el calor), pero desde el 2010 me venía acompañando a todos lados. Investigamos, hicimos todos los trámites y cuando cambió la estación viajó para allá. Estuvo seis o siete meses y volvió con Guille, cuando quedó embarazada de Ludmi", sostuvo.

--¿Cómo viven el fútbol?

--Si te ponés a ver un partido, te aburrís. El ritmo es muy lento, la temperatura obliga a eso, pese a que los estadios tienen aire acondicionado para jugar a 25 grados.

“A veces estábamos en el vestuario y llegaba el Sheik (familiar del Emir, y propietario del club) a ofrecernos 40 mil dólares por ganar. A mis compañeros no les importaba porque ya eran ricos, pero yo salía a trabar con los dientes”, aseguró.

Jugando en el desierto oriental, Vázquez enfrentó a jugadores del calibre de Lisandro López, Rondón, Lucho González y Romarinho. Pero también chocó ante Zenit y el Bayern Münich de Pep Guardiola, en amistosos.

“Con el Bayern jugamos 45 minutos cada equipo. En la primera pelota del partido, tiran un centro, y hago un gol de cabeza. Quería que se termine ahí, por dentro pensaba: si esto termina ahora, me compran un camello... ¿El final? Perdimos 11 a 1 nosotros y 18 a 0 los suplentes", cerró, en medio de risas.

“Luciano, ¿querés una BMW o un Mercedes?”

Todos los lujos. "Antes de viajar a hacer la pretemporada a Holanda, nos juntamos con el Sheik y me preguntó si quería una BMW o un Mercedes de cualquier línea. No veía la hora de volver para ir a la concesionaria", expresó. Finalmente se inclinó por una BMW X5. Nada mal...

Su presente. Vázquez se encuentra realizando la pretemporada con el Huachipato FC, club dueño de su pase. "Tuve una buena temporada y aparecieron algunas ofertas", reconoció. Lo pretenden Universidad de Chile, Wanderers y Al Shayaniya, otra vez.