El BAFICI hace foco en lo clásico
Hoy comienza una nueva edición del Buenos Aires Festival de Cine Independiente, que se extenderá hasta el 24 de este mes, y fuera de las esperadas competencias oficiales, ofrece una variado abanico de focos y homenajes que para muchos curiosos y revisionistas son el plato fuerte cinéfilo.
Más allá de las varias competencias internacionales o nacionales que incluye cada BAFICI, el festival permite descubrir o reveer obras de directores o figuras que merecen la atención del público cinéfilo en pantalla grande y en copias muchas veces actualizadas, muchas de las cuales nunca fueron proyectadas aquí.
Del cine nacional se verán un corto y los dos únicos largometrajes de Fabian Bielinsky, que son La espera (1983), según un relato de Jorge Luis Borges; Nueve reinas (2001); y El aura (2006), los dos con Ricardo Darín, filmes que advirtieron la llegada a nuestro cine de un gran cineasta y lo consagraron, carrera interrumpida por un infarto fatal en 2006, cuando tenía 47 años.
De los Estados Unidos llegará por primera vez en Argentina Pewter Bogdanovich, un grande del cine de la década del 70 que sigue trabajando y es creador de varios de los más valiosos títulos de su país. Hoy son objeto de culto Miralos morir (1968), La última película (1971), ¿Qué pasa, doctor? (1972), Luna de papel (1973) y Tom Petty and The Heartbreakers (2007), entre otros.
Tributo a las divas de nuestro cine
En el BAFICI, también nacionales serán los homenajes a dos de las más prominentes figuras que ha dado la historia del cine argentino, como lo son Mirtha Legrand, quien acredita una larga y meritoria carrera cinematográfica pero hace medio siglo está alejada de la pantalla grande; y Graciela Borges, cuya carrera comenzó cuando la de la otra diva terminaba, de las que se verán dos largometrajes de cada una.
De Legrand, se verán Pasaporte a Río (1948), de Daniel Tinayre, junto a Arturo de Cordova; y Esposa último modelo (1950), de Carlos Schliepper, donde comparte protagónico con Angel Magaña.
De Borges, que sigue en plena actividad en el mundo del cine que siempre fue su lugar y forma parte del jurado internacional de la sección competitiva oficial, se repondrán El dependiente (1969), de Leopoldo Torre Nilsson; y La ciénaga (2000), de Lucrecia Martel, de un total de medio centenar de aportes al mejor cine nacional.
Otra actriz homenajeada será Nastassja Kinski, de quien se verán Tess (1979), que dirigió Roman Polanskim quien entonces era su pareja en la vida real y le dio el primer espaldarazo en su carrera al darle el papel protagonista de la historia escrita por William Thackeray; y París, Texas (1984), de Win Wenders, otra de las grandes performances de la actriz.
Otro Legrand destacado
Otra de las grandes visitas será la del compositor Michel Legrand, quien además de ofrecer un concierto en el Teatro Colón interpretando con la Orquesta Sinfónica Nacional temas de su vasta producción para cine, con cerca de 200 partituras para Joseph Losey, Robert Altman y Robert Mulligan, entre otros, presentará dos de esos títulos. Sociedad para el crimen (1968), que no es otra que la primera versión de El affaire de Thomas Crown, de Norman Jewison, en esta muestra presentada como El caso Thomas Crown, con el famoso tema Los molinos de tu pensamiento y Los paraguas de Cherburgo (1964), de Jacques Demy, un musical con Catherine Deneuve y Nino Castelnuovo.
Todos tienen su lugar
Rick Alverson, un cineasta estadounidense nacido en Virginia, que tiene su propia banda musical, Spokane, tendrá su lugar en el BAFICI con obras aquí desconocidas que abordan el tema de la soledad, como The builder (2010), New Jerusalem (2012), The comedy (2012) y Entertainment (2015).
También se rescata a Bob Byngton, con sus películas ambientadas en Austin, Texas, historias acerca de diversos personajes que muestran su insatisfacción a partir de reacciones fuertes, como ocurre en Registered Sex Offender (2008), Harmony and me (2009) y Somebody there likes me (2012),
Todo el menú está servido
“El BAFICI tiene que sorprender incluso a los que lo conocen bien, que tenga una diversidad de programación muy fuerte y, además, que sea un menú; que no haya solamente entrada, plato principal y postre, dentro de la variante de cine más independiente y extremo, más descuidado por la cartelera”, señaló el flamante director de la muestra, el crítico y hasta diciembre programador Javier Porta Fouz, al referirse a esta nueva edición del certamen cinematográfico.
“Frente a una concentración de público cada vez mayor con menos estrenos en la cartelera general, tenemos que apostar por la diversidad, con múltiples accesos en diversos puntos de la ciudad y una novedad muy importante, que la sala 1 del Gaumont, que es emblemática, va a ser parte del festival, y allí se realizará la apertura con el filme francés Le fils de Joseph, de Eugéne Green”, explicó Porta Fouz.
“Antes las películas circulaban por los festivales durante un año y el BAFICI podía nutrirse de Cannes, que se desarrolla once meses antes, pero hoy en día esos once meses son inviables en festivales, entonces hay que trabajar distinto y si antes Cannes era un festival muy importante para nuestra programación, ahora no lo es tanto. Entonces hay que ponerle muchas más fichas a Rotterdam, Berlín y ahora también al Sundance”.