Bahía Blanca | Lunes, 11 de agosto

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Casa del Angel: la sensualidad del art nouveau

Diseñada por el arquitecto catalán Joaquín Saurí, es una de las piezas destacadas de nuestro patrimonio.
Casa del Angel: la sensualidad del art nouveau. La ciudad. La Nueva. Bahía Blanca

Mario R. Minervino

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En la esquina de Brown y Anchorena se ubica una de las casas más antiguas del centro, que ha sobrevivido a la fuerza arrasadora de las décadas de los 60 y 80 y se mantiene como una muestra de uno de los estilos arquitectónicos más atractivos de la arquitectura, modelo del primer movimiento de vanguardia.

Se trata de la denominada Casa del Angel, resuelta con una estética art nouveau por obra y gracia del arquitecto catalán Joaquín Saurí, nacido en Barcelona en 1876 y radicado en nuestra ciudad en 1906.

De inmediato comenzó a desarrollar una labor profesional con una intensidad inesperada para este hombre que tenía título de Ingeniero y revalidó como arquitecto.

Su obra se impuso de inmediato, con una variedad de estilos y una propuesta artística que cautivó a muchos. “Llevan un sello personal de adaptación que las hace digna de una estética culta”, señaló este diario en 1913.

El estilo

La casa del Angel es uno de sus primeros trabajos: 1906. Lo singular es que Saurí se haya inclinado por este estilo de diseño que había comenzado a desarrollarse en Bruselas y París pocos años antes, en el primer intento por oponerse el historicismo –la postura de construir a partir de modelos del pasado— y también a la obra de los ingenieros, novedosa en su estética pero considerada fría y alejada del trabajo artesanal.

El art nouveau (arte nuevo) se inspira en las formas de la naturaleza. Es un movimiento orgánico, donde los motivos florales, de animales y la figura de las mujeres sirven como elementos decorativos. En ese sentido no logró imponer una respuesta contundente a la búsqueda de un nuevo lenguaje para el siglo XX, al no resignar la voluntad de decorar los frentes. De allí en parte su corta duración (los historiadores ubican su desarrollo entre 1893 y 1914), además de ser accesible a gente de clase media-alta.

La casa

Las formas curvas, la presencia de flores y el rostro de un ángel son parte de la decoración de casa de Saurí, que como toda obra de arquitectura puede verse en la calle, como una propuesta de arte público. Es característico el uso de hierro en los balcones, trabajado a partir de formar curvas que parecen no tener principio ni fin, como ramas de una enredadera en crecimiento. También los accesorios de puertas y ventanas están diseñados con esa estética.

Autor también de los edificios que hoy ocupa la Sociedad Sportiva, en calle Florida, la fachada del ex Colegio nacional, de calle Sarmiento o la Casa Vilela, Fitz Roy 71, Saurí formó uno de los hogares locales “más vinculados y apreciados”, destacándose, al decir de publicaciones de época, por su modalidad de “causser”, amable y espontáneo, “fluido, llano, expresivo y de una eximia cultura”.

Murió la tarde del 18 de abril de 1913. Tenía 37 años.