El rinde de indiferencia le pone las condiciones a la fina 2015/2016

Redacción de La Nueva.

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“Los números no cierran”.

Tal es la definición que surge del estudio realizado desde la Dirección de Estudios Económicos de la Bolsa de Cereales de Bahía Blanca, respecto de la campaña fina 2015/2016 que se prevé sembrar a partir del mes venidero.

“La erosión del precio afecta directamente al productor y, en forma indirecta, a toda la cadena comercial, dejando como resultado una gran incertidumbre. Hoy, el productor no sabe si sembrará y por eso las estimaciones arrojan una caída de entre el 15/20% del área de fina”, aseguró María Elena Antonelli, de la DEE de la BCP.

“La imposibilidad de comercializar su actual producción y la falta de acceso a herramientas financieras coloca al productor en un momento de grandes dificultades económicas para afrontar la próxima campaña que, seguramente, en caso de realizar la siembra, el paquete tecnológico a aplicar será a costos mínimos”, sostuvo.

De acuerdo con el trabajo de margen bruto (diferencia entre el ingreso neto y los costos directos) efectuado desde la BCP, la actividad cae en forma significativa respecto de 2014.

“Los resultados son negativos o muy ajustados; solo en el caso de la cebada cervecera se lograría un margen positivo”, dijo Antonelli, para aclarar que estos resultados no contemplan costos de estructura.

“Si bien los costos directos disminuyeron mínimamente de un período al otro, básicamente por una caída del 5% en el precio de los fertilizantes, esta leve ventaja no ayuda a compensar el derrumbe de los precios, estimados entre un 20 y un 30%”, argumentó.

Si los números no cierran en campo propio, huelga comentar las cifras si existe arrendamiento, cuando el costo promedio en la zona es de 600 kilos por hectárea de trigo.