Bahía Blanca | Jueves, 28 de marzo

Bahía Blanca | Jueves, 28 de marzo

Bahía Blanca | Jueves, 28 de marzo

Villa del Mar posee una gran riqueza ambiental

Es una localidad costera del distrito de Coronel Rosales. Está situada a siete kilómetros de Punta Alta. Y cuenta una frondosa vegetación sobre el sector de la playa, entre otras bondades.
La naturaleza, en su máxima expresión, se puede disfrutar en Villa del Mar.

La localidad de Villa del Mar, cuyo auge se dio entre los años 50 y 60 recobra importancia en la actualidad por la riqueza ambiental de sus humedales. El balneario municipal presenta una frondosa vegetación. Está ubicado sobre el sector de playa. Cuenta con sanitarios, fogones, mesas, una pileta pública de grandes dimensiones, el servicio de guardavidas y una sala de primeros auxilios.

Se accede por la Avenida Puerto Belgrano.

Tiene una buena pesca, arboleda y un mar calmo. Todos esos condimentos hacen de Villa del Mar una opción más para la recreación de la familia para la temporada estival.

El Club Náutica Punta Alta, organiza la tradicional Fiesta de la Pescadilla, que en este año se llevará a cabo en diciembre.

Consiste en un concurso de pesca embarcada bajo la modalidad de bote contra bote: se permite hasta tres cañas por bote. Y se premia a la mayor cantidad de pescadilla conseguida.

La Fiesta de los Humedales se desarrolla en el mes de febrero y es organizada por varias instituciones: la FRAAM, la Escuela Nº 15, el Jardín de Villa del Mar Nº 17, y el municipio, mediante las áreas de Turismo, Cultura, Deportes y Acción Social.

Se realizan varias actividades como charlas ambientales, talleres educativos, juegos, caminatas interpretativas por el sendero, la observación de las aves, las actividades deportivas de bajo impacto.

Cuenta con puestos gastronómicos y asisten artesanos del lugar, artistas y bailarines, entre otros.

Villa del Mar está inserta en un ecosistema del humedal costero donde se recrea el ambiente de las islas de la bahía mediante su sendero interpretativo que se encuentra en un sector bajo de playa, un lugar ideal para la observación de las aves.

El valor biológico del humedal radica en el valioso paisaje conformado por los extensos cangrejales y las marismas, con jumes y espartinas, y la diversidad de aves.

La extensión de la reserva es sumamente interesante desde el punto de vista de las comunidades marinas. Constituye un sitio transicional entre los ecosistemas terrestres y el mar abierto.

En el megaecosistema de canales e islas se diferencian claramente dos tipos de comunidades: la acuática y la terrestre, estrechamente relacionadas entre sí.

Las canales más amplios y profundos permiten ser navegados por embarcaciones de mediano tamaño. Son excelentes ambientes para desarrollar prácticas como el avistaje de una diversa fauna acuática.

Entre los mamíferos es posible disfrutar viendo a los grupitos de Franciscana o Delfín Picudo.

Se pueden observar aves como el esbelto Macá Grande, varias especies de gaviotines, algunos zambullidores y otros que pescan al vuelo, así como enormes bandas de Rayador, que con aleteos lentos y cortos, sobrevuela el agua "rayándola" con la mandíbula característica en busca de peces.

Los peces tanto óseos como cartilaginosos constituyen un valioso recurso. Muchas especies como pescadilla, merluza, cazón, gatuso y tiburones de mayor talla, entre otras especies, son incorporados a la pesca comercial y deportiva.

La marea baja deja al descubierto playas no vegetadas con predominio de sedimentos limosos, habitadas por una apreciable diversidad de organismos: numerosas especies de poliquetos, gasterópodos, bivalvos, cirripedios y cangrejos, éstos últimos destacándose por su abundancia. En estos ambientes es común observar numerosas aves acuáticas: chorlos migratorios del hemisferio norte junto a playeros, gaviota cangrejera y los flamencos australes. Los sectores superiores de las playas descubiertos por el agua son colonizados por el espartillo.