¿Por qué se producen “ataques” de pies fríos?
Cuando hace frío, los vasos sanguíneos se contraen para preservar el calor del organismo y proveen menos sangre hacia la piel.
Dicha explicación corresponde al portal del Instituto Nacional de Artritis y Enfermedades Musculoesqueléticas y de la Piel de los Estados Unidos.
Sin embargo, en algunas personas esta reacción es exagerada frente a las bajas temperaturas y en situaciones de estrés, por lo que suelen tener un verdadero “ataque” de frío en los pies, situación que comúnmente ocurre en la enfermedad de Raynaud, precisa la institución.
Quienes sufran de esta patología deberían hacer una visita al médico para indagar en las causas, ya que este inconveniente puede estar señalando algún problema de salud, advierte el portal WebMD.
De acuerdo con el sitio mencionado, resulta habitual que tener los pies fríos se deba a la mala circulación, la cual podría asociarse al hábito de fumar, la hipertensión o enfermedades cardiovasculares.
Varias posibilidades
Otras causas podrían ser alteraciones del sistema nervioso, lesiones por exposición al frío, hipotiroidismo, diabetes, arterioesclerosis, enfermedad vascular periférica, neuropatías y congelamiento, según menciona el portal especializado MedicineNet.
Transmisión errónea
En la enfermedad de Raynaud, una condición de los vasos sanguíneos que afecta, generalmente, los dedos de las manos y los pies, es posible que estén alterados unos reguladores de la respuesta del flujo de sangre, de acuerdo con una investigación publicada en 2012 en la revista científica American Journal of Physiology - Cell Physiology.
Los científicos observaron que unas moléculas de receptores adrenérgicos, llamadas Epac y Rap1, no regulan bien el flujo sanguíneo en las extremidades de algunas personas. No obstante, indican que es necesario continuar investigando al respecto.
Al margen de estas situaciones específicas, en invierno los pies podrían enfriarse enseguida y es bueno que se consideren debidamente las recomendaciones de la Fundación Livestrong:
Recomendaciones
1) Sumergí los pies en agua caliente hasta que sientas que alcanzan una buena temperatura.
Luego, secalos muy bien y ponete medias gruesas y pantuflas.
2)Envuelve los pies con una frazada, para aislarlos del aire frío.
3) Poné en las medias productos químicos que provean calor.
Al abrir estos productos, contienen componentes que reaccionan frente al aire, aíslan los pies del frío y mantienen el calor durante varias horas.
También se recomienda reducir la respiración en la cama, lo que mejora la circulación y el contenido de oxígeno corporal al cabo de unos minutos. Pero no es recomendable para quien sufre de hipertensión, enfermedades del corazón, migrañas o ataques de pánico.