Bahía Blanca | Lunes, 29 de abril

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Guillermo Brizzio: regreso a un espacio propio

El bahiense Guillermo Brizzio volvió para dirigir a la Orquesta Sinfónica en la “Giselle” del Ballet del Sur. María Inés Di Cicco / mdicicco@lanueva.com
Guillermo Brizzio, un nuevo paso por el Teatro Municipal y las calles donde vivió.

"Fui director, durante seis años, de la Orquesta Sinfónica Provincial de Bahía Blanca. Pero además nací en esta ciudad", recuerda el maestro Guillermo Brizzio, quien regresó al podio en el Teatro Municipal, en ocasión de la presentación del ballet Giselle, en cuatro funciones, desde anoche hasta el domingo venidero, dentro de la programación del Ballet del Sur.

Brizzio forma parte del grupo de invitados convocados para estas veladas que tienen la dirección general de Ricardo Alfonso. El bailarín del Teatro Colón de Buenos Aires, Gerardo Wyss, y la coreógrafa del Teatro Argentino de La Plata, Sabrina Streiff, también engalanan la puesta.

"Me siento ligado a la orquesta como institución. Aprecio a los músicos, claro; pero a la institución la llevaré siempre dentro mío", dice quien, al cabo de su gestión al frente de la OSPBB (1980-1985), vino a dirigir para las óperas El Barbero de Sevilla y Don Pascuale, ya con producción del Argentino, donde se desempeñaba como director artístico. Más tarde, se encargó de El lago de los Cisnes; de eso hacen ya 20 años.

Otros tiempos

"¡A mí me pasaron muchas cosas durante ese tiempo! También a la Orquesta --señala--. Cuando entré a dirigirla en el 80 tenía 27 músicos; cuando me fui, contaba con 70; y hoy suma 90 cargos.

"En mi época, no existía un cuerpo técnico y un violín primero tocaba todos los conciertos y programas porque no había reemplazo. Tenía seis o siete primeros violines, contra los 14 que existen hoy, y a algún funcionario de entonces le llegué a decir que pondría un cartel en una silla donde se leyera `acá van las violas´, porque no había ninguna. Después llegué a tener cuatro, una de ellas a cargo de un músico jubilado que era sordo. Era difícil", sonríe con afecto por quienes lo acompañaron en aquella cruzada.

No obstante, celebra esos años como un tiempo en el que "mis hijos disfrutaron mucho del teatro".

"Me mudé con mi familia a una casa frente al Municipal, así que ante cada inconveniente que surgía, el timbre sonaba y aquí estábamos".

Brizzio considera que la OSPBB goza de un orgánico importante, "aunque siempre hacen falta más instrumentos si se quiere abordar repertorios como el de Johannes Brahms o Dmitri Shostakovich, por supuesto.

"Puedo decir que, para beneplácito, me encontré con una orquesta joven, que tuvo recambios y ampliación de elementos, con muchos extranjeros que vinieron a radicarse para trabajar en este ámbito. Para mi pena, vi que ya existe la cámara acústica que teníamos. Me dijeron que se rompió. Tendrían que hacer al menos un plafón que resguarde los sonidos".

Rastros personales

Brizzio transcurrió en Bahía Blanca lapsos tan fundamentales como su infancia y adolescencia. Entonces le llegó el momento de partir hacia Buenos Aires, donde inició la carrera de Medicina y donde descubrió su vocación por la música.

Violoncello, Dirección coral, Dirección orquestal, Armonía, "todo lo que hubiera estudiado en un Conservatorio", se sucedieron en su formación con avidez.

"Lo incorporé solo o con profesores privados", cuenta quien en su juventud cantaba de oído y hasta conformó un grupo folklórico que llegó a tocar en el escenario del Teatro Municipal, durante el boom de fines de los '50 y comienzos de los '60.

Brizzio es director de la Opera Estudio del Argentino desde 2009 a la fecha; e integrante del cuerpo de maestros del Colón desde 1992.

"La ciudad está diferente: creció, pero también perdió la imagen de algunas calles que extraño", comenta.

"Este regreso es fuerte. La última vez que vine a Bahía Blanca tenía 48 años y hasta mis 68 actuales, transcurrió una etapa también importante: me encontré en estos días con antiguos amigos a quienes no veía desde hacía 20 años y en ellos vi también el reflejo de lo que el almanaque nos va dejando", confiesa este bahiense en su vuelta a esta, su ciudad.