Asaltaron a la encargada de una agencia de lotería

Redacción de La Nueva.

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Entre 1.500 y 2.000 pesos en efectivo y un teléfono celular fueron sustraídos de una agencia de lotería ubicada en el macrocentro, por un delincuente armado que ingresó en el comercio y redujo a la empleada mediante violencia verbal, informaron ayer fuentes oficiales.

El asalto se cometió minutos antes de las 20 del sábado en el local de juegos de azar denominado La Casa de la Fortuna, que funciona en la intersección de las calles Sarmiento y Zapiola, propiedad de Fabián González.

Allí, arma en mano, irrumpió un malhechor que amedrentó a la encargada del local, identificada como Susana Quiroga.

El asaltante le exigió a la mujer que le entregara todo el dinero de la caja registradora para luego escapar con rumbo desconocido.

“Entró una persona con un casco negro, tenía una campera gris oscura y se fue directamente al otro lado del mostrador. Me dijo que le diera el dinero, abrí la caja y se llevó toda la plata que había en su interior”, comentó la damnificada a un cronista de La Nueva.

“Después se fue. Seguramente alguna otra persona lo estaría esperando cerca del comercio”, agregó.

“Lo curioso es que robó y se fue caminando como si nada. Incluso en ese momento creo que estaba por entrar alguien al local, pero ya era demasiado tarde”, mencionó la vocera.

Pudo saberse que el malviviente escapó por calle Zapiola en sentido descendente de la numeración, mientras los móviles llegaban al negocio luego de un llamado al teléfono de emergencias 911 que realizó la víctima.

“El casco no lo tenía colocado sino en la mano. De todas maneras, todo fue muy rápido y este muchacho tenía decidido lo que iba a hacer”, señaló Quiroga.

Y agregó: “Por lo que me contaron los policías, el ladrón agarró por Zapiola y después por Yrigoyen, pero no lograron capturarlo”.

De acuerdo con el relato de la víctima, el delincuente era alto (1,70 metros de estatura) y de unos 25 años de edad.

Debido al nerviosismo del momento la mujer no pudo especificar qué tipo de arma utilizó el desconocido.

“Lo importante es que no me golpeó. Lógico que estoy un poco nerviosa por todo lo que me pasó, pero lo puedo contar”, concluyó la trabajadora.