Pesadilla en Villa Floresta
Dos delincuentes armados sustrajeron una computadora y joyas de una vivienda de Villa Floresta, luego de reducir al dueño de casa, a su consuegra y a los cinco albañiles que estaban trabajando en la parte posterior del inmueble.
El grave hecho de inseguridad se registró alrededor de las 10.30 de la víspera, en la vivienda ubicada en Florida 1531, propiedad de la familia Sampier.
"Yo me había ido y quedó mi marido, de 72 años, trabajando en una tremenda computadora que se terminaron llevando. Después me contaron que él sintió que lo apuntaban con algo y escuchó `click'", dijo Susana Diez a "La Nueva Provincia".
Y agregó: "Atrás estaban trabajando cinco obreros grandotes; por eso él les dijo: `muchachos, no me hagan chistes'. Y le responden: `no, esto es un asalto y tírese al piso'. Mi marido está operado del corazón y lo taparon con una frazada", relató la mujer.
Expresó que "luego fueron atrás y trajeron a los cinco albañiles y también los tiraron al piso (de la sala de estar). A la vez le pedían la plata a mi marido, que les dijo que no teníamos dinero. ¿Quién va a tenerlo en la casa, más allá de lo necesario para lo cotidiano?", señaló Susana Diez.
"En ese ínterin --continuó--, vienen de Codimat y (los atracadores) los atienden por el portero, diciéndoles que dejaran los materiales en la puerta. Justo también viene mi consuegra y preguntó por nosotros. Uno de los asaltantes le contestó que yo no estaba y que Pedro (por su marido) estaba durmiendo. Como ella insistió para entrar la dejaron pasar y cuando hizo tres metros, también la agarraron, le dijeron que era un asalto y la llevaron con el resto", detalló.
La recién llegada "también cayó en la volteada, porque le robaron la plata que traída recién del banco", dijo la dueña de casa.
Susana aseguró que los malhechores "se llevaron la computadora y todo lo que encontraron de oro, aunque no había demasiado. No eran ladrones comunes, porque sabían lo que se llevaban".
Según la mujer, los delincuentes "estuvieron como media hora y dieron vuelta todo. Se llevaron todos los celulares --uno de ellos con GPS-- y cortaron el (teléfono) fijo. Y los dejaron encerrados en el bañito, del que luego salieron porque uno de los albañiles rompió una de las puertas".
Mujer asaltada por motochorros
Una mujer que estaba esperando un micro particular que la trasladaría a su trabajo, fue asaltada en la madrugada de la víspera por dos motochorros, en la intersección de Alsina y Humboldt, a escasos cincuenta metros de la sede de la Policía Distrital, y le robaron dinero y documentación.
"Salí a las seis y cuarto a esperar el colectivo y vi que venían por Humboldt en contramano y bajaron por Alsina, también en contramano. Se ve que doblaron en `U', y cuando los vi volver, me di cuenta que me robarían", relató Alicia Atela a este diario.
Uno de los malvivientes bajó de la moto y "con todo el dolor del alma, le di la cartera. El me dijo `dame la plata, si no te meto un chumbo' y tenía la mano acá", dijo la mujer, señalándose la parte posterior de la cintura.
"Yo no lo ví, pero él me amenazaba con tener un arma y me exigía la plata, por lo que le dije `b..., te termino de dar la cartera y ahí adentro tenés todo. ¿Qué más querés que te dé?'", sostuvo Alicia, sin poder evitar el temblor que, producto de los nervios, le provoca recordar lo ocurrido.
Dentro de la cartera, Alicia tenía entre 600 y 800 pesos --"que me olvidé de sacar, además, no eran míos, sino de una amiga a la que lo estoy cobrando por unos productos que ella vendió", admitió--, más la tarjeta de débito, documentos, carnet de obra social, la tarjeta de la Armada, donde trabajo, y el teléfono celular, además de las llaves de su vivienda, detalló.
"El estaba con la cartera en la mano y medio pechándome, e incluso metió la mano en los bolsillos de mi campera y me sacó el atado de cigarrillos y el encender. Y se convenció que no tenía más nada", finalizó.