Bahía Blanca | Martes, 21 de mayo

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Las heladas tendrán la última palabra

Más allá de la falta de lluvias en los meses de enero y de febrero, la mayoría de los cultivos de gruesa llegaban con buen desarrollo y, en algunos casos, por encima de los promedios de cada región. Todo esto se trastocó a partir del 26 de febrero y de los días 13 y 15 últimos, con la presencia anticipada de heladas.

 Más allá de la falta de lluvias en los meses de enero y de febrero, la mayoría de los cultivos de gruesa llegaban con buen desarrollo y, en algunos casos, por encima de los promedios de cada región. Todo esto se trastocó a partir del 26 de febrero y de los días 13 y 15 últimos, con la presencia anticipada de heladas.


 "El clima venía bastante frío, pero no esperábamos que terminara en heladas", admitió Julio Mayol, productor de la zona serrana de Coronel Suárez y de Tornquist.


 "En soja de segunda las pérdidas son del 80 por ciento; el fenómeno directamente cortó el ciclo. Están casi quemadas. Y en sojas tardías la afectación, dependiendo el grado de madurez, ronda el 50%", amplió.


 En la zona serrana, cerca del paraje San Eloy, ya se produjeron dos heladas: miércoles 13 y viernes 15 del corrientes mes. A través de sus hojas, las sojas menos desarrolladas evidenciaron la permanencia de un frío que rondó el grado bajo cero por algunas horas.


 La soja que se salvó es la sembrada temprano, en noviembre, y que posee ciclo largo. En principio, se perdió el 20%.


 En esta región, la sequía de los meses de enero y de febrero últimos no permitió el adecuado desarrollo (especialmente en soja, que se aprecia en altura). Esto provoca una directa exposición a las heladas.


 ¿Rendimiento? En el mejor de los casos, la soja menos perjudicada llegará a los 500 kilos por hectárea. El rinde promedio es de 850 Kg/Ha y la indiferencia ronda los 600 Kg/Ha.


 En girasol no hay mayores reportes de dificultades, ya que están casi todos los ciclos completos. La siembra allí cayó el 30%, y algunos lotes ya cosecharon entre 2.000 y 3.000 kilos.


 En maíz sucede otro tanto, porque se trata de un cultivo con distinta fortaleza y diferentes fechas de siembra.


 El maíz sembrado entre el 2 y 3 de noviembre presenta muy buen estado y se espera un rendimiento de 7.000 Kg/Ha. Con poca afectación de las heladas que se vienen, este cultivo se cosechará a fines de abril, o a principios de mayo.


 En la región alrededor de Bahía Blanca, las heladas se esperan, cada año, entre el 10 y el 14 de abril. La aparición del fenómeno con anterioridad, no descarta la posibilidad de que se repita, según indican los especialistas en agricultura.


 En varios lotes del distrito de Coronel Pringles las heladas cayeron, también, entre el martes y el viernes pasados.


 "La sequía de enero y de febrero ya había afectado a las sojas atrasadas, porque las dejaron sin grano. Un poco mejor están las tempranas", aseguró Reinaldo Arosteguy, asesor agropecuario de Coronel Pringles.


 Los rindes en esta zona se caerán, aún sin considerar las eventuales heladas por delante, de 1.500/1.700 Kg/Ha a 500/700 Kg/Ha.


 "Sabemos que no toda la soja se cosechará", admitió Arosteguy.

Las razones.
Para el responsable de área de Climatología del INTA Bordenave, ingeniero agrónomo Eduardo Campi, la rotación de vientos producida a partir del 15 de febrero desembocó en bajas temperaturas y, por ende, heladas tempranas.





 "Es una suerte de otoño", dijo.


 Campi aseguró que la primera acaeció el martes 26 de febrero.


 "La helada se concreta, generalmente, después de cero grado, pero depende mucho de la fenología del cultivo. En ocasiones, se pueden ver afectados con 7 grados", amplió.


 "También inciden la duración y la humedad, cuya condición no perjudicaría tanto. Es decir, si los plantas están sufriendo una sequía es lógico suponer que quedan más expuestas", sostuvo Campi.


 En la zona cercana a la localidad de Bordenave, en el partido de Puan, la primera helada se produjo este 26 de febrero.


 "Hacía ocho años que no pasaba. La anterior helada en estas fechas fue el 1 de febrero de 2005. Con anterioridad, el 20 de febrero de 2003; 5 de febrero de 1994; 12 de febrero de 1983 y una insólita: 6 de enero de 1988", detalló.


 Aseguró que, en Bordenave, la fecha clave es el 29 de marzo.


 "Siempre depende de la latitud. En la zona de las sierras, por ejemplo, es un poco más tarde. Y sabemos que ya se han producido heladas allí por estos días", dijo.


 El ingeniero Campi también señaló que se preveía una semana de temperaturas bajas (del 10 al 18 del corriente), aunque se revertiría a partir del este martes, tal como está sucediendo.


 Asimismo, remarcó que la mayor afectación de la helada se produce en soja, aunque no tanto en girasol y en maíz, al encontrarse estos en otra etapa de desarrollo.


 Con este panorama de clima errático en lluvias y a la aparición de heladas anticipadas a las históricas de la segunda semana de abril, los números de los rindes finales de la región --cercana a Bahía Blanca-- se podrán conocer más adelante, sobre fines de abril o principios de mayo, cuando las cosechadoras ingresen a los campos.


FRASE CON CARITA DE JULIO MAYOL

"En soja de segunda las pérdidas rondan el 80 por ciento. Las heladas cortaron el ciclo y están prácticamente quemadas. Y dependiendo el grado de madurez, la afectación en sojas tardías ronda el 50%".
Julio Mayol

La soja temprana viene bien y ha resistido las heladas anticipadas. El maíz, atrás, posee una estructura diferente y está más protegido.

Fotos: Prensa Agro-Tour


Nota de tapa / Las heladas tendrán la última palabra

La soja caerá en Suárez el 20%



















 CORONEL SUAREZ (A) -- La cosecha gruesa, en el distrito de Coronel Suárez, verá reducido su rinde en un 20 por ciento, sobre todo la soja, debido a la falta de lluvias en los dos primeros meses del año.


 Así lo informó el ingeniero Eduardo de Saá Pereyra, responsable del INTA de esta ciudad, quien sostuvo que, con el déficit de precipitación, la recarga del perfil del suelo debería haber sido en un período más prolongado para ir reponiendo lo que se pierde por transpiración o evaporación en los cultivos.


 "Con escasos 30 milímetros en enero y 25 milímetros en febrero, la lluvia de marzo viene bien para pensar en los cultivos de aquí en más, pero hay que recordar que algunos cultivos, que tienen períodos críticos en los cuales si no les llueve bien, sus rendimientos se resienten. Sabremos cuánto en la próxima cosecha de soja, pero estimativamente se puede hablar de un 20 por ciento", comentó.


 Las lluvias fueron dispares en el distrito, hay soja que se cargó de chauchas, pero no todas las que debería haber hecho. Esto es para el sembrado de primera.


 "Habrá que evaluar cada caso en particular. En la soja de segunda se puede obtener un rinde mayor, ya que todavía le faltaba un poco en su desarrollo y el agua de marzo le vino bien", agregó de Saá Pereyra.

Complejo crecimiento






 La alta amplitud térmica durante el día y las bajas temperaturas registradas a comienzos de marzo hacen que la soja tardía vea comprometido su crecimiento.


 "Es un cultivo muy noble, resiste la sequía y tiene una gran capacidad de compensación, así que puede haber respuestas mejores o peores, dependiendo del ambiente. Las plantas han desarrollado mucho, pero con poca cantidad de chauchas", sostuvo.


 "Las lluvias dispares, que no tienen la regularidad de la zona núcleo pampeana, hacen que sea una época difícil para nuestros cultivos, ya que tenemos mucho viento y poca agua por la baja humedad relativa. Habrá cultivos que responderán mejor debido a los diferentes grupos de maduración, por la existencia de diversas variedades", sostuvo.


 En cuanto a la superficie de soja sembrada en el distrito, de Saá Pereyra indicó que son unas 80.000 hectáreas de soja de primera y otras 20.000 de segunda.


 En cuanto a los otros cultivos, el girasol bajó el área de siembra. Hubo alrededor de 30.000 hectáreas, pero con perspectivas de buenos rendimientos.


 "El maíz que se sembró temprano está muy bien; ya ha pasado el R5 grano dentado", detalló.


 Las precipitaciones de marzo fueron buenas y generales, con lo que la próxima cosecha tiene un buen nivel de humedad.


 Para la soja ya sembrada, que ya ha comenzado a llenar sus chauchas, el rendimiento está medianamente definido.


 "Se necesita que la humedad lo siga acompañando, pero el agua fundamental la debía recibirla en enero y en febrero. La lluvia que siga llegando acompañará el llenado de las chauchas, que siempre viene bien", finalizó.

DESTACADO

"En la soja de segunda se puede obtener un rinde mayor, ya que todavía le faltaba un poco de desarrollo y el agua de marzo le vino bien".
E. de Saá Pereyra