Bahía Blanca | Viernes, 04 de julio

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El acordeón que guarda un alma hace más de 60 años

--¿Qué quieren escuchar? --Toque usted... Durante 5 minutos los dedos de la mano derecha van y vienen por las teclas sin perderlas de vista; los de la mano izquierda, tocan y tocan al tacto. Suena un vals francés en el acordeón de Salvador "Chiche" Ursino. --¿Qué más? --pregunta.

 --¿Qué quieren escuchar?


 --Toque usted...


 Durante 5 minutos los dedos de la mano derecha van y vienen por las teclas sin perderlas de vista; los de la mano izquierda, tocan y tocan al tacto. Suena un vals francés en el acordeón de Salvador "Chiche" Ursino.


 --¿Qué más? --pregunta.


 --¿Una canzonetta italiana?


 --Dale...
***



 Salvador Ursino recibe en su casa de Villa Rosas. Al final de la charla saca su acordeón.


 --Tiene tierrita --dice. Hace un mes que no lo agarro.


 --¿Y cuánto tenía la primera vez que lo agarró?


 --De pibe tenía la idea de estudiar bandoneón, entonces mi papá (Antonio) se me aparece un día en casa y me dice: "Ahí te compré un bandoneón...". Y era un acordeón más grande que una casa, ja, ja, ja...


 Igual "Chiche" aprovechó la oportunidad.


 --Era un instrumento nuevo para acá, porque lo que dominaba en los bailes y en las orquestas era la típica (tango, milonga)... El acordeón se usaba para hacer lo que se llamaba la característica, un género en el que había que saber tocar de todo.


 A los 14 años empezó a estudiar con Emilio Salas en Villa Rosas, hasta donde se había mudado la familia, desde Ingeniero White, cuando Salvador tenía sólo un año.


 --Nací en White, pero yo soy de Villa Rosas --dice 76 años después en el living de su casa frente a la Parroquia de San Antonio de Padua.


 Después llegó el momento de perfeccionarse en teoría y solfeo con Alberto Guala.


 Y el gran momento: el debut en noviembre de 1951 en la orquesta de Nicolás Tauro junto a Salas (bandoneón y acordeón), Pamer (piano), Bazana (trompeta), Raúl Romero (batería), Roberto Flores (tambor y voz) y Benavent (violín).


 --Yo era músico libre y tocaba con varias orquestas. En aquellos tiempos los bailes empezaban a las 10 de las noche y terminaban a las 4 de la mañana.


 --¿Dónde eran los bailes de aquellos tiempos?


 --Uuhhhh... En las kermeses de Villa Mitre, en el club Libertad acá en Villa Rosas...


 Esos son los que recuerda "Chiche", pero también hubo más: Cashuatí de Sierra de la Ventana, carnavales en El Perdido, Pedro Luro, Puerto Deseado... Y los cabarets.


 --Ja... Me acuerdo de lo que eran los cabarets... Eran un templo religioso si los comparás con los de ahora: mirá que ibas a entrar si no tenías saco y corbata...


 También estuvo en tanguerías. Saca fotos de algún cajón y muestra: una con Argentino Ledesma, otra con Jorge Falcón, con Juan Carlos Granelli... Jorge Valdez... Alberto Marino.
***



 --El acordeón siempre fue una cosa secundaria para usted ¿por qué no vivió de la música?


 --La música siempre fue una linda extra, pero no le tenía confianza para vivir, trabajé como administrativo en el Ferrocarril. Por la música dejé otras cosas: me recibí de mecánico dental en el 62, pero no ejercí, preferí el acordeón.


 --¿Y nunca quiso saber lo que era el bandoneón, después de aquel regalo de su papá?


 --Opté por el acordeón y me vino bien porque aprendí a tocar varios géneros.


 --¿Y cuál prefiere?


 --Me gusta la música agradable al oído.


 --¿Y cuál es la música agradable al oído?


 --Chopin, Beethoven, la ópera de Verdi... El musette francés.
***



 --Cuando sacó el acordeón me dijo que hacía un mes que no lo tocaba, ¿no se pone de vez en cuando?


 --A veces toco en el Museo del Puerto.


 --¿Nada más?


 --O cuando se me da por estudiar alguna cosa, lo agarro y toco en casa.


 --¿Y la familia no pide?


 --¡Qué van a pedir!


 Igual su nieto Brian (de 22 años) ya lo dejó tranquilo.


 --Les pedí que el día que me muera no lo vendan, que lo guarden en un armario aunque sea. Y él me prometió que lo va a guardar: "Este es el alma del abuelo", le dije.