Mataron de cinco balazos a un policía
-
- copiado al portapapeles
-
- copiado al portapapeles
Un agente de la policía bonaerense que se desempeñaba en el puesto de vigilancia del lago parque La Salada, situado a cinco kilómetros de Pedro Luro, fue asesinado de cinco balazos --dos de ellos en la nuca-- durante la noche del domingo, en una presunta emboscada que llevaron a cabo al menos dos delincuentes, según informaron voceros de la fuerza de seguridad del partido de Villarino.
El episodio se produjo poco después de las 20.30, en el segundo muelle de la villa turística localizada en el mencionado distrito.
La víctima fue identificada como Saúl Arturo Reyes, de 43 años de edad, domiciliado en la primera cuadra de la calle Corrientes, en Bahía Blanca, quien se desempeñaba como subteniente en la localidad de Pedro Luro desde hacía exactamente un año.
"Reyes recibió un llamado a su celular --poco después de las 20-- advirtiendo que había una persona en estado de ebriedad provocando disturbios. Cuando llegó al lugar, lo fusilaron; fueron cinco disparos", aseguró el comisario Rubén Darío Bruno, subsecretario de Seguridad de Villarino, ante la consulta telefónica de "La Nueva Provincia".
"En el escenario del crimen hallaron cápsulas tiradas en el piso en referencia a los disparos realizados, aunque no le robaron el teléfono celular", agregó.
Según indicó el funcionario villarinense, los asesinos escaparon en el patrullero de Reyes, al que dejaron abandonado a cuatro kilómetros del sector del homicidio, en un camino vecinal que une La Salada con Pedro Luro, colisionado sobre una tranquera de acceso a una chacra.
El agente policial fue hallado sin vida aproximadamente a 100 metros del segundo muelle de la laguna por dos transeúntes, quienes alertaron del macabro episodio al servicio de emergencias 101, de aquella comunidad.
En tal sentido, se pudo saber que desde la Unidad Funcional de Instrucción y Juicio Nº 5, a cargo del doctor Christian Long, se dispuso, además de las tareas de peritaje, la intervención de la Ayudantía Fiscal de Villarino, a cargo del doctor Dimas García.
Paralelamente a la búsqueda de elementos de prueba, la policía comenzó a recibir las declaraciones testimoniales de los allegados a la víctima, así como el relato de la persona que dio aviso del hallazgo del cuerpo al teléfono de emergencias.
Bruno explicó que las primeras investigaciones tienen como finalidad establecer si estuvo presente alguna persona en el escenario del crimen, durante las horas previas al hecho.
El velatorio del subteniente Reyes se inició ayer a mediodía en la empresa funeraria Bonacorsi Hnos., de Bahía Blanca, y hoy a las 11 sus restos serán inhumados en el cementerio municipal de nuestra ciudad.
"Es un golpe a nuestra función"
Todavía consternado por la noticia que acababa de recibir y lamentando la muerte de su compañero, el comisario mayor Gustavo Daniel Maldonado, titular de la Jefatura Departamental Sur, quien estuvo en el lugar del crimen, señaló que el hecho es "gravísimo" e investigarán hasta las últimas consecuencias.
"Esto es un golpe a nuestra función. Conocíamos el desempeño de Reyes; tenía una vocación por el servicio. Había solicitado trabajar en el partido de Villarino", dijo Maldonado.
Seguidamente manifestó que el fallecido era una persona conocida y que tenía buen trato con todos.
"Lo paradójico es que la próxima semana estaba previsto su pase a la Estación Comunal de Pedro Luro, dejando su lugar como guardia en La Salada", indicó el jefe policial.
Finalmente, Maldonado no descartó que el salvaje episodio se haya originado como consecuencia de una discusión.
"Lo extraño es el llamado telefónico al corporativo de la policía y también es particular que dos de los cinco disparos que recibió, impactaron en la nuca. Entiendo que actuaron dos o más personas y que una de ellas tenía un físico importante", concluyó el comisario mayor Gustavo Maldonado.
Solidaridad del sector político
La intendenta del partido de Villarino, doctora Patricia Cobello, expresó ante la comunidad su solidaridad y pésame a los familiares, amigos y allegados al subteniente Saúl Reyes.
"Estamos consternados con la noticia; es un hecho aberrante que enluta a toda la comunidad y a la región. Concurrí al lugar y realmente sentimos que tenemos la obligación de reforzar la investigación para llegar rápidamente a los responsables de este sangriento episodio", indicó escuetamente la jefa comunal villarinense.
Durante su alocución, Cobello estuvo acompañada de Sergio Damiani, presidente del Concejo Deliberante de Villarino; Rubén Darío Bruno, subsecretario de Seguridad municipal; y Abel Rap, delegado comunal de Pedro Luro, entre otras autoridades políticas y policiales de la región.
Un hecho casi similar
El 29 de julio de 2011, en el mismo lugar donde mataron en la antevíspera al subteniente Saúl Reyes, se produjo un episodio similar cuando un policía recibió ocho disparos por parte de dos individuos, que actuaron ocultándose en la oscuridad de la noche.
En esa oportunidad el capitán José Manuel Romero (54) recibió impactos de bala en la zona torácica, la región abdominal y los miembros inferiores.
La víctima manifestó luego que fue agredida por dos personas, quienes después de dispararle escaparon corriendo en dirección al sector de las vías.
Malherido, el uniformado logró ingresar en la repartición y llamar al teléfono 101 para solicitar ayuda, al tiempo que un vecino llegó al lugar tras escuchar las detonaciones.
Romero fue intervenido quirúrgicamente en el Hospital Interzonal General de Agudos Doctor José Penna, de Bahía Blanca, donde permaneció durante su proceso de recuperación.
Cese de actividades. "El Foro de Seguridad, instituciones intermedias y el Honorable Concejo Deliberante y la Municipalidad de Villarino, repudian el aberrante asesinato del subteniente Reyes ocurrido en inmediaciones de lago parque La Salada, e invitaron al comercio, industria y comunidad en general al cese total de actividades hoy, desde las 10.30 hasta las 12, momento en que serán inhumados sus restos", indica un comunicado emitido desde el Foro Vecinal de Seguridad de Pedro Luro.
"Tenemos algunas líneas que se están siguiendo"
Con gran expectativa por la pronta resolución del caso y en medio de la etapa investigativa, Gabriel Alejandro Avalos, titular de la comisaría de Pedro Luro, manifestó a este diario que se están siguiendo algunos indicios y trabajando sobre las circunstancias en torno del homicidio de Reyes.
"Nos anoticiamos del sangriento hecho cerca de las nueve de la noche del domingo. Está claro que en pocos minutos mataron al efectivo de cinco balazos, con un arma que estamos tratando de establecer sus características. Además se confirmó que le robaron una pistola 9 milímetros y el patrullero en el cual se movilizaba", dijo Avalos.
El funcionario mencionó que el malogrado policía era hermano de otro efectivo policial, que actualmente se desempeña como agente de seguridad en nuestro medio.
Reyes trabajó tiempo atrás en la comisaría Tercera de Ingeniero White y en la subcomisaría de Villa Rosas, en Bahía Blanca, era padre de familia y el último de sus siete hijos nació hace ocho meses.
"El cuerpo se retiró del lugar y se dio intervención a la fiscalía y a la DDI (Delegación Departamental de Investigaciones bahiense), que está trabajando con nosotros. La víctima fue trasladada al Hospital Municipal de Pedro Luro para realizarle la autopsia correspondiente y se sigue investigando", comentó Avalos.
Agregó que "tenemos algunas líneas que se están siguiendo y somos optimistas de que esto tenga un resultado positivo".
En base a las primeras presunciones --afirmó--, no se descarta que el crimen se haya cometido en circunstancias de un robo, aunque no es la principal hipótesis.
"Es posible que (Reyes) pueda haber reconocido a sus atacantes, aunque esto no se puede afirmar", expresó.
"Pueden haber existido otras circunstancias y es sobre lo que estamos trabajando ahora", acotó.
Trascendió que el efectivo recibió dos balazos en la nuca y otros tres en el tórax y las piernas. Su deceso se produjo casi en el acto.
Una fuente allegada a la investigación señaló que de los cinco impactos, cuatro fueron realizados por una pistola calibre 9 milímetros, mientras que el quinto fue disparado con una escopeta calibre 12/70, tipo Ithaca.