Asaltaron por tercera ocasión una panadería
Una suma no precisada por los damnificados fue sustraída ayer a la tarde por un solitario delincuente juvenil, que irrumpió en una panadería emplazada en el barrio El Nacional y, a punta de pistola, exigió la entrega de la recaudación a la empleada que estaba atendiendo el comercio.
El robo a mano armada fue perpetrado aproximadamente a las 14 de la víspera, en la panadería y confitería Dos Marías, ubicada en la calle 14 de Julio 3345, donde ingresó un joven malviviente que actuó a cara descubierta y rápidamente se apoderó de la plata que estaba en la caja registradora.
De acuerdo con datos proporcionados por una de las propietarias del negocio, cuya identidad no reveló, el asaltante llegó a la panadería en momentos en que no había clientes y solamente se hallaba una de las jóvenes trabajadoras.
"Según me comentó una de mis empleadas, que fue la víctima del robo, a la panadería entró un muchacho que tenía alrededor de 20 años de edad y en su cabeza llevaba puesta una gorra de color negro. El sacó una pistola de un bolsito que tenía colgado y le pidió a la chica que le diera toda la plata que tenía guardada en la caja", dijo la mujer a un cronista de "La Nueva Provincia".
"La empleada del negocio le dio la plata y de inmediato el delincuente salió corriendo de la panadería --añadió--. En ese momento ella estaba sola y justo el confitero estaba entrando al local, pero no pudieron ver hacia dónde escapó el ladrón".
Más adelante señaló la damnificada que "por lo que me dijo la chica, el delincuente le exhibió una pistola. No tengo ni idea cuánto dinero nos robó, pero era la recaudación que habíamos hecho durante la mañana (de ayer). El robo fue a las dos o dos y cuarto de la tarde".
Según la versión aportada por la víctima del atraco, después de darse a la fuga corriendo, el malhechor habría doblado en la calle Eduardo Sívori, que flanquea las instalaciones del club El Nacional.
"Después de eso no lo vieron más. Afuera había albañiles que vieron salir al ladrón del negocio, pero como el chico salió con un paquete de la panadería, donde puso la plata, no se dieron cuenta de que había robado", precisó la vocera.
"Cuando la empleada salió corriendo y les dijo (a los albañiles) que el muchacho le había robado --continuó--, empezaron a perseguir al ladrón, pero éste desapareció. Robó billetes y monedas. La chica dijo que nunca antes lo había visto".
Tres en dos años
"La chica me dijo que era un muchacho de tez clara, que tenía pelito corto y vestía una remera azul, una bermuda y un bolso cruzado (sobre la espalda) de color negro. En ningún momento el ladrón agredió a la empleada, porque él no pasó hacia atrás del mostrador. Aparte sucedió todo muy rápido", aclaró.
La fuente dijo que no tenía previsto radicar la denuncia, porque "si no nos pasamos más tiempo en la comisaría nosotros que los que nos roban".
"Ya es la tercera vez que nos roban en dos años en esta panadería. Desde las dos o tres de la tarde hasta las diez de la noche tenemos custodia policial, que pagamos nosotros", finalizó.
Según constancias del archivo de este diario, durante la noche del 29 de julio de 2010, la panadería Dos Marías fue blanco por primera vez de un asalto, consumado por dos delincuentes juveniles.
En aquella ocasión, aparentemente dos menores de edad, uno de los cuales había estado poco antes en el lugar con la excusa de pedir comida, ingresaron armados en el local y sustrajeron unos 600 pesos.
Después, el 4 de noviembre del mismo año, un ladrón accedió al mencionado comercio, redujo mediante amenazas a una empleada y se alzó con el dinero de la recaudación y efectos personales de la víctima.