Bahía Blanca | Miércoles, 10 de septiembre

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La ciudad perdió un ilustre ciudadano

Juan Carlos Ramón Cafasso solía recordar que su madre creyó descubrir su vocación cuando tenía apenas días de vida. "Después, aprendí cómo era el cerebro y me estudié a mí mismo. El cerebro cumple dos funciones inteligentes importantes: una, memorizar; otra, analizar. La más importante es analizar. El que analiza produce, el que tiene memoria, archiva", reflexionó en una entrevista publicada por este diario en agosto de 2006.




 Juan Carlos Ramón Cafasso solía recordar que su madre creyó descubrir su vocación cuando tenía apenas días de vida.


 "Después, aprendí cómo era el cerebro y me estudié a mí mismo. El cerebro cumple dos funciones inteligentes importantes: una, memorizar; otra, analizar. La más importante es analizar. El que analiza produce, el que tiene memoria, archiva", reflexionó en una entrevista publicada por este diario en agosto de 2006.


 Tras una prestigiosa actividad profesional en nuestro medio y en el país, donde gozaba de un amplio reconocimiento, Cafasso falleció el pasado viernes, a los 84 años.


 Su abuelo, José Cafasso, había venido de Salerno, Nápoles. Tenía una talabartería en la calle San Martín y Juan Carlos, nacido el 8 de noviembre de 1926, pasó parte de su niñez en la zona rural de Dufaur. A los 7 años, debía recorrer a caballo las cinco leguas que lo separaban de la escuelita. Siempre sintió afecto por los caballos. Mucho tiempo después, llegó a presidir el Club de Equitación Bahía Blanca.


 Cursó sus estudios secundarios en el ex Colegio Nacional y luego ingresó en la Universidad Nacional de La Plata, donde se recibió de médico en 1953.


 Muy pronto comenzó su formación quirúrgica en el Hospital Dr. Luis Güemes, de Haedo, y hasta compartió quirófanos con su admirado maestro Iván Goñi Moreno y con los célebres cirujanos José María Mainetti y René Favaloro.


 Más tarde, pudo especializarse en cirugía cardiovascular con una beca en el Instituto Karolinska de Suecia, el más grande del mundo en su clase y el encargado de designar el Premio Nobel de Medicina. También lo hizo en otras naciones de Europa, por caso Francia, y en los Estados Unidos.


 En 1957, inició sus actividades profesionales en nuestra ciudad e instaló su consultorio en Rondeau 74, su hogar natal y el que ocupó durante la mayor parte de su vida.


 "Aquí nací yo y de aquí no me moveré mientras viva", señalaba.


 La casa del doctor Cafasso es una de las más singulares de la ciudad. La hizo construir su padre en un estilo colonial, ornamentalmente enriquecido, con una serie de amplias habitaciones, respetuosas de esas líneas, que se despliegan hacia el extremo del largo terreno.


 En 1971, viajó a Moscú, al Congreso Mundial de Cirugía, en representación oficial de la Sociedad Argentina de Cirujanos y la Sociedad Argentina de Angiología.


 En Bahía Blanca, organizó innumerables reuniones de perfeccionamiento para sus colegas y posibilitó la llegada de renombrados hombres de la medicina.


 Casado con Beatriz Burges (Perla), tuvo dos hijos: María Elena, quien heredó su vocación médica y se desempeña en el ámbito de la ginecología, y Juan Carlos. Fue abuelo de Bautista, fruto del matrimonio de su hija con el también médico Guillermo Ponce, y de Juan, hijo de Juan Carlos con Isabella Berardi.


 En esa misma nota de agosto de 2006, dijo que no creía en el sentido trascendente de la vida, pero sí en el alto significado de las virtudes y los valores morales.


 Para Juan Carlos Cafasso, el mejor premio al que podemos aspirar los humanos es que nuestra propia conciencia reconozca y apruebe nuestra conducta.



Un hito en el Hospital Municipal








 Desde abril de 1986 hasta 1989, bajo la intendencia del doctor Juan Carlos Cabirón, Juan Carlos Cafasso fue director del Hospital Municipal Dr. Leónidas Lucero. Durante su conducción, fue adquirido el primer tomógrafo del nosocomio, se habilitó el módulo de internación, se mejoró la calidad del servicio (aumentaron el 80% las consultas y las prestaciones), se incorporó el departamento de Docencia e Investigación y se instituyó un plan de residencias, entre otros logros.


 Al respecto, siempre resaltó la amplia colaboración recibida de reconocidos vecinos de la ciudad, como José Manuel Eliçabe, Enrique Jaratz y Pedro Moreno.


 Su labor en la conducción del nosocomio comunal fue calificada como "una bisagra en la historia" por uno de sus sucesores en el cargo, el doctor Miguel A. Pietracatella, quien la destacó como "una gestión que marcó un renacimiento" del Municipal.




Distinciones.
Autor de más de 200 trabajos científicos sobre cirugía general y vascular, publicados en diversas revistas especializadas, Cafasso recibió el título de "Maestro de la Cirugía Bahiense", en el acto inaugural del ciclo científico 1999 de la Sociedad de Cirugía de Bahía Blanca. También, desde 2001, se lo consideró miembro emérito de la Asociación Argentina de Cirugía.