La Mascota

Redacción de La Nueva.

[email protected]

 Hace 80 años, en marzo de 1931, este diario destacaba "la notoria actividad" alcanzada por La Mascota, "vecino centro de veraneo" ubicado a 45 kilómetros de nuestra ciudad, debido a la radicación de varias familias que pasaban en el lugar "gran parte de la estación estival".

 El inicio de las clases puso punto final a las semanas transcurridas por varias familias en "aquel rincón de frondosos árboles, agua exquisita, fruta abundante y aire reparador".

 La Mascota fue fundada en 1909, surgida, según un comentario publicado aquel año, "como por arte de encantamiento", alrededor de la estación de trenes y favorecida por una tierra fértil, agua abundante y gran cantidad de vides en crecimiento.

 En noviembre de aquel año, Ricardo Rosas, fundador de la villa que lleva su apellido en nuestra ciudad, decidió fortalecer el lugar rematando 500 lotes y 50 quintas de su propiedad. Esta decisión venía a asegurar "una vida próspera" a la naciente población y muchos vieron en ella "a la futura quinta adornada", asiento de "coquetos chalets y deliciosas mansiones de veraneo".

 Aquel año, Arturo Coleman, máxima autoridad local del Ferrocarril del Sud, inauguró su casa en el lugar, a la que bautizó La Emilia, en homenaje a su mujer.

 También por esos días, un vecino decidió rendir tributo al general Bartolomé Mitre, erigiendo una estatua en el espacio reservado a servir como plaza, a un costado de las vías.

 Por distintas circunstancias, La Mascota no logró consolidarse en el tiempo, siendo hoy un conjunto de casas aisladas, testimonio del centenario proyecto.