Un menor de 15 años sería el autor de un asesinato
Los investigadores del asesinato de un comerciante puntaltense perpetrado el pasado 30 de marzo, habrían establecido que el hecho sería obra de un adolescente de 15 años, quien si bien fue demorado, es inimputable por su edad.
Se atribuye al joven delincuente haber dado muerte a Pablo Benito Gambadoro (73), hecho cometido en el negocio de 12 de Octubre 1258, del barrio Ciudad Atlántida, presuntamente con fines de robo.
Según estableció el médico de policía de Coronel Rosales, Mario Vignatti, la víctima recibió una puñalada mortal en la arteria aorta, pero también sufrió más puntazos y feroces golpes cuando agonizaba, que le provocaron fractura de maxilar y de la calota craneana, entre otras heridas.
La conclusión del forense llevó a los pesquisas a robustecer inicialmente la hipótesis del móvil personal, pero en los últimos días se habría establecido que el objetivo del asesino era el robo.
Voceros del caso dijeron que la DDI rosaleña obtuvo pruebas sobre la intervención del menor en el delito, motivo por el cual fue puesto a disposición del doctor Pedro Morán, titular de la Fiscalía de Responsabilidad Penal Juvenil Nº 3.
El fiscal de menores también recibió las actuaciones instruidas por el crimen, que en un primer momento estaban a cargo del doctor Christian Long, de la UFIJ Nº 5.
Fuentes judiciales indicaron que, por su edad, el adolescente es inimputable, motivo por el cual Morán pidió a la jueza de Garantías del Joven, doctora Claudia Noemí Olivera, que le imponga una medida restrictiva de libertad, petición que fue concedida, por lo que el menor iba a ser traslado a un instituto especializado.
Esa resolución fue dictada ayer a la tarde, luego de realizarse una audiencia de la que tomaron parte la magistrada, los fiscales Morán y Christian Yésari, el imputado, su madre y el defensor Agustín Saulnier.
La causa fue caratulada como homicidio criminis causa (matar para ocultar otro delito) y robo calificado por el uso de armas.
Giro en la pesquisa.
Voceros policiales revelaron en las últimas horas que la investigación del caso dio un giro importante a principios del mes pasado, cuando un testigo de identidad reservada declaró en la causa.
El testimonio permitió reunir una serie de elementos y llegar hasta el adolescente sospechado, quien reside en cercanías del comercio de la víctima.
En un principio se había descartado la hipótesis del robo, debido a que los policías hallaron alrededor de 400 pesos en los bolsillos de Gambadoro, aunque ahora se logró establecer que su asesinó se llevó otra suma que tenía preparada para pagarles a sus proveedores.
Al momento del hecho, especialistas en Criminalística opinaron que la saña puesta en evidencia denotaba que la víctima y el agresor serían conocidos.
Desde un principio la policía trabajó sobre la pista sobre la presencia de un menor en el lugar de los hechos, aunque en esa etapa de la investigación no se había podido determinar si se trataba de un testigo de importancia, un cómplice o el autor material del crimen.