Bahía Blanca | Viernes, 04 de julio

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Bahía Blanca | Viernes, 04 de julio

Por las "Zonas rojas" de Bahía Blanca

Se conoce como "Zona roja" a un sector, barrio o distrito en donde se concentra la prostitución u otros negocios relacionados con el comercio del sexo. En la actualidad, si bien existe en nuestra ciudad una identificable, la calle no constituye el único medio de las trabajadoras sexuales para promocionarse.

 Se conoce como "Zona roja" a un sector, barrio o distrito en donde se concentra la prostitución u otros negocios relacionados con el comercio del sexo. En la actualidad, si bien existe en nuestra ciudad una identificable, la calle no constituye el único medio de las trabajadoras sexuales para promocionarse.


 Si hoy intentáramos delimitar la "Zona roja" en un mapa de Bahía Blanca ya no podríamos encerrar con un círculo dos o tres áreas específicas, como algunas esquinas del barrio Almafuerte (Gorriti, Rondeau o Sixto Laspiur), los locales nocturnos de calle Soler o los cabarets de Ingeniero White. Hoy, por el contrario, deberíamos marcar varios puntos rojos de oferta sexual, diseminados a lo largo y ancho de la geografía urbana bahiense que corresponden a casas particulares o agencias de acompañantes.


 Los tiempos han cambiado y los clientes tienen la posibilidad de acceder a estos lugares más privados, mediante una llamada telefónica y por costos más bajos que los de un local nocturno o cabaret.


 De todas maneras, existe aún una concentración de la oferta en algunas zonas visibles.


 En calle Soler, en las cuadras comprendidas entre General Paz y la avenida General Cerri, hay carteles luminosos en los que distintas locaciones se autodefinen como night club y permanecen abiertas de lunes a sábado.


 En inmediaciones de la zona, habría otros lugares, no tan iluminados, no tan expuestos, que funcionarían en casas particulares. En la puerta de una de ellas, un travesti con peluca rubia, implantes de siliconas, escote profundo, mini-short y tacos altos, indica que las preguntas las responde la "encargada".


 Dentro de la casa, una trabajadora sexual que elige llamarse "Mariela", señalada como la "encargada", acepta responder algunas preguntas aunque no se explaya. Para ella "la calle sigue siendo lo que más salida tiene", aunque reconoce que los lugares que se publicitan, tanto en revistas como en la web, son una competencia.


 Según "Mariela", quien dice que hace 15 años se dedica a lo mismo y lo ha hecho en distintas ciudades del país, los clientes "vienen menos y pagan menos".


 Explica que se trabaja de martes a domingo desde las 23 horas y hasta las cuatro o cinco de la mañana. Para "Mariela", no hay un promedio de dinero entrante por noche, "podés hacer 10 pesos o 100, y a veces, nada."


 Los principales clientes, los más asiduos, serían los hombres mayores de 40 años, sin distinción de clase social, los mismos con los que "muchas veces tenés que hacer de psicóloga porque vienen a contarte sus problemas". Ella trabaja junto a otras compañeras mujeres y un travesti, de quién señala que "se incorporó hace dos noches".


 Sobre lo qué buscan los hombres, contesta que hay de todo, que "buscan en los travestis algo que nosotras no les podemos dar, así que no son competencia". Según "Mariela", no hay conflicto entre "zonas" sino que cada uno tiene la suya.


 Uno de los travesti que aceptó responder tiene 23 años y generalmente se para en una de las esquinas del barrio Almafuerte. Trabaja desde hace cinco años y atiende a casi todos los que acuden por su servicio, "salvo algunos insoportables", advierte.


 Micro-minifalda roja, botas y cartera negra, brinda sus servicios entre dos y tres horas por noche y atiende en promedio ente cuatro y cinco clientes. Por cada uno obtiene entre 30 y 50 pesos. En algo coincide con "Mariela": "Antes había clientes buenos y más plata".


 En el caso de los hombres, la mayor oferta, ya sea como "escort" (acompañante) u ofreciendo sus servicios para shows privados de streepers, se da a través de avisos gráficos y en Internet.


 De todas maneras, de casi 140 anuncios promedio que se publican por semana en la Sección Especiales de una revista de circulación local, más del 50 por ciento son de mujeres o casas de acompañantes, y muy por debajo le siguen los anuncios de travestis y hombres.


 Algo que llama la atención en estos avisos es la oferta constante de lo nuevo, como si el mercado de los consumidores de este tipo de prácticas fuera muy demandante en este aspecto. En muchos de los avisos, las mujeres se promocionan como "nuevita" o "recién llegada" o en todo caso, "volví para cumplir tus deseos".

Hay oferta, ¿hay demanda?




 El locatario de un departamento del barrio Almafuerte cuenta que utiliza esta vivienda para dar alojamiento a "dos amigas que vinieron de la zona para entrar en la Universidad y que ahora trabajan de esto para bancarse los estudios".


 El consultado comenta que los hombres "van al departamento a cualquier hora de la tarde, por eso les conviene, porque la mayoría son casados y pueden hacerse un hueco entre la salida del trabajo y la hora en que pasan a buscar a los chicos por la escuela".


 Las acompañantes ganan entre 100 y 120 pesos por día y el mayor flujo de clientes lo tienen los fines de semana, cuando atienden "a los pibes que salen de los boliches y vienen con amigos".


 En cuanto al nivel socioeconómico de los que acuden a este lugar, el entrevistado comenta que la mayoría son de "clase social media baja, o sea, clase laburante aunque hay algunos con muy buenos autos".


 Según él, los hombres o mujeres de mayor poder adquisitivo no acuden de forma masiva a estos privados porque "no hay VIP en la ciudad, es todo del mismo nivel y por eso los que tienen plata, pagan en Buenos Aires o en otros lados".


 También precisa que "en un cabaret gastás mucha más plata, tenés que pagar entrada, tragos, pagar un hotel y arreglar un porcentaje con la chica. En cambio, en un privado vas derecho al grano".


 La demanda parece ser amplia, ya que habría, según sus cálculos entre 500 y 600 acompañantes, entre casas de citas y privados.

zonaroja.com




 Las casas de acompañantes y "privados" cuentan con una ventaja por sobre los lugares tradicionales, se apoyan sobre una moderna modalidad de publicidad a través de diversos sitios web.


 En Internet es posible desde visitar los perfiles de los denominados "escorts" hasta registrarse como usuario y participar de foros de intercambio donde cada uno puede contar sus experiencias.


 Hace un tiempo, las paredes de varias calles céntricas, aparecieron empapeladas con afiches de promoción de una página web. En el centro, el dibujo de un zapato taco aguja y el siguiente slogan: "Todos tus deseos se cumplen en un solo lugar".


 En este sitio, las frases de tono erótico conviven con "Historias Hot" y "Consejos de la Experta", secciones que comparten relatos sobre sexualidad.


 Sin embargo, en el sitio se lee: "Fantasías Bahienses no es una agencia de "escorts" o acompañantes (...) Las relaciones que pudieran establecer las personas que publican sus fotos y avisos con terceros, sean personas físicas o jurídicas, corren por su exclusiva cuenta y responsabilidad."


 ¿Por qué esta aclaración? Porque si bien en nuestro país desde 1936 rige la Ley 12.331, que establece que el trabajo sexual en forma individual e independiente no constituye delito, sí castiga la conducta de quienes sostengan, administren o regenteen el trabajo sexual ajeno, conocidos como "proxenetas".


 El anonimato es otra de las eficaces herramientas del sistema de Internet. El usuario puede usar un nombre falso y hasta crear una cuenta de correo a tal efecto. El cliente sólo debe elegir según sus preferencias y concretar la cita. Luego, cada lugar, tendrá sus requisitos, los cuales pueden ser consultados previamente.


 
* * *



 Un sábado a la noche, en una ronda nocturna por calle Guillermo Torres al 3900, una de las calles principales de Ingeniero White, se advierte poca circulación vehicular y la mitad de los locales nocturnos permanecen cerrados.


 Los cabarets que están abiertos, parecen postales del olvido, persianas oxidadas, carteles en algunos casos ilegibles y fachadas venidas a menos son algunas de las evidencias de que no se beneficiaron, al menos en su aspecto, con el paso del tiempo.


 Hoy, la "Zona Roja", antaño vinculada a esta localidad portuaria, con gran actividad comercial e industrial, está cambiando de rostro. Al parecer, un clic en Internet o una llamada telefónica, reemplazan lentamente a las luces rojas con que se anunciaba la promesa de sexo en los exteriores de los principales cabarets y night clubs locales.

Hecha la ley




 En nuestra ciudad la Ordenanza 11.240, del 30 de noviembre de 2000, reglamenta el funcionamiento de los establecimientos de esparcimiento nocturno de los cuales establece la siguiente clasificación:
* a) Cabaret.
* b) Boite.
* c) Bares nocturnos.
* d) Confiterías bailables, bailantas, discotecas y discos.
* e) Confiterías, café, bar.
* f) Café concert y pub.
* g) Cantinas.
* h) Bowling, bolos, pool y billar.
* i) Salas de entretenimientos.











 El artículo 3º de dicha ordenanza especifica que los dueños y/o responsables de los establecimientos destinados al esparcimiento nocturno, que carecieran de la habilitación municipal o que realicen actividades diferentes, ajenas o marginales de aquellas para las cuales fueron habilitados, serán pasibles de las sanciones previstas.


 La habilitación de estos lugares no contempla la posibilidad de la venta de sexo, es decir, no se los habilita para la explotación de la prostitución.


 A fines del año pasado, más de 30 efectivos de la Policía Federal allanaron locales nocturnos de nuestra ciudad y de la región para desbaratar una red delictiva. Entre ellos, "New Kaos" (Guillermo Torres 4091 de Ingeniero White), "A mi manera" (Cerri 747) y varios privados o locales clandestinos que funcionan el macrocentro.


 En los procedimientos se secuestraron elementos que vincularían a efectivos policiales con administradores y regentes de esos locales, tanto clandestinos como habilitados, según lo dicho por el fiscal Sebastián Foglia.

Anahí González/"La Nueva Provincia"