Donna Carol, una voz de "película"
La cantante Donna Caroll comparte con su marido, el músico Oscar López Ruiz, la propuesta Donna de película, que los martes, a las 21.30, se ofrece en el Maipo Club y que reúne clásicas canciones que acompañaron a inolvidables filmes.
La dama es una cualquiera, Te llevo bajo mi piel, Me acostumbré a su cara, Smile, Noche y día, Según pasan los años, Sobre el Arco Iris, Maybe this time y New York, New York son parte del repertorio que la pareja recrea con oficio y talento.
"Hacemos temas muy conocidos que lleguen a nuestra alma y también al alma de quien los escucha", aseguró Caroll.
Aunque en la trayectoria de la artista --que en abril cumplirá 46 años de actividad-- hay una consecuencia en torno al jazz y a la música popular norteamericana, apuntó que "decidimos retomar este repertorio gracias a un rockero como Rod Stewart, quien vendió 40.000.000 de álbumes con sus discos con standards".
La mejor compañía
El plural al que apela Donna cuando se refiere a su camino musical, tiene que ver con los quilates que también ostenta López Ruiz, quien por un cuarto de siglo fue parte de distintos proyectos musicales de Astor Piazzolla y, además, compuso la música de más de 40 filmes argentinos y trabajó, entre otros, con Lalo Schiffrin y Leandro "Gato" Barbieri.
Oscar ejecuta teclados y guitarra y dispara pistas orquestales que supo registrar para acompañar el canto de su mujer desde hace 44 años en una apuesta que ella define a partir del axioma "menos es más".
"Acá no ponemos fragmentos de las películas, ni humo, ni nada que distraiga ni le quite protagonismo a la música", aseguró la vocalista sobre el ciclo que se desarrolla en Esmeralda 449.
Una vez concluido ese paso por el Maipo Club, el binomio planea regresar por noveno año consecutivo a las instalaciones de La Biblioteca Café (Marcelo T. de Alvear 1155) donde continuará explorando esas canciones que estallaron en la pantalla grande.
La intérprete reveló que "en los últimos cuatro años se acercó muchísima gente joven y por eso le prendo una vela a Rod Stewart. Creo que su obra ayudó a que el público se reencuentre con la esencia de la música".
Ritual de viaje
Entre uno y otro ciclo, Caroll cumplirá con el ritual profesional de viajar a los Estados Unidos "donde actúo o con trío o con quinteto para abordar música pop americana o inglesa y no solamente jazz. De hecho, el año pasado hicimos Imagine, de John Lennon", informó.
Estos habituales pasos por Norteamérica le permitieron comentar con conocimiento de causa que "como se vive en la Argentina, se vive en muy pocos lugares del mundo".
"Estuve radicada en París, en Madrid y en los Estados Unidos --recordó-- y no hay otro sitio como éste, por eso digo que soy argentina por nacimiento y también por elección".
Con la misma seguridad añadió que "las costumbres nuestras de juntarnos a tomar un café o ir a comer con amigos o priorizar a la familia, es algo que no existe en los Estados Unidos donde me están ofreciendo irme a vivir otra vez".
Después de subrayar su admiración por Frank Sinatra --"que para mí es Dios", según dijo--, ratificó su apego a un estilo musical por el que "nunca jamás quise hacer lo que dictó la moda y por eso no cedí a cantar tango o, en su momento, a dedicarme al rock".
"Yo disfruto de cantar estos temas aunque no sean masivos porque me gusta interpretar las canciones en lugar de convertirme en una máquina", se definió.
Por último, Caroll sostuvo que "soy feliz cantando, es mi vida", pero también avisó que "si yo bajara un 10 por ciento mis posibilidades vocales, dejaría de cantar porque quiero dejar un buen recuerdo". (Télam)