Bahía Blanca | Lunes, 11 de agosto

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Evocaciones en una histórica Villa Floresta

Corría 1905 cuando Apolinar Bañuelos, decidido a crear una nueva villa bahiense, le compró a José Ignacio Jiménez cuatro quintas ubicadas detrás del Parque de Mayo. Tras la subdivisión, el martillero Carlos Pronsato cumplió con la primera subasta el 29 de abril de 1906. Antonio Ferrandi, Domingo Carestía, Franco Rodoni, Máximo del Río y Juan Scola fueron los compradores.
Evocaciones en una histórica Villa Floresta. La ciudad. La Nueva. Bahía Blanca

 Corría 1905 cuando Apolinar Bañuelos, decidido a crear una nueva villa bahiense, le compró a José Ignacio Jiménez cuatro quintas ubicadas detrás del Parque de Mayo. Tras la subdivisión, el martillero Carlos Pronsato cumplió con la primera subasta el 29 de abril de 1906. Antonio Ferrandi, Domingo Carestía, Franco Rodoni, Máximo del Río y Juan Scola fueron los compradores.


 En 1907, Bañuelos donó dos hectáreas a la Provincia, para que allí se construyera una cárcel. El 23 de noviembre de ese año, el arquitecto Ceferino Corti tomó posesión del espacio y dispuso el inicio de la obra.


 La penitenciaría fue habilitada en 1909 y los primeros condenados llegaron el 24 de junio. Ese acontecimiento marcó la historia de Villa Floresta, cuya sociedad de fomento nació el 17 de febrero de 1946, en un terreno donado por Aquiles Talamonti.


 Con sede de José Ingenieros 2.235, el ente vecinal es presidido por Hugo P. Verna, quien hace más de dos décadas vive en la villa y asegura que, desde un enfoque exclusivamente social, la clase media se ha consolidado en el sector desde los últimos 20 años.


 En un corto paréntesis abierto en la historia, Verna indica que el lugar necesita más pavimento y que no escapa a la situación de inseguridad propia de Bahía Blanca.


 Respecto de las actividades de la sociedad fomento, su titular comenta que ahora están condicionadas a la terminación de las refacciones en el salón principal.


 "Encaramos la obra como podemos y con recursos propios, más los que nos manda la Municipalidad cada tanto. Sólo tenemos un centenar de socios que pagan 2 pesos al mes", ejemplifica Verna.


 La unidad sanitaria, que funciona en la sociedad de fomento ofrece sus servicios de lunes a viernes de 7.30 a 15.30. Enfermería, clínica, pediatría, ginecología y medicina familiar son las especialidades.


 De vuelta al ayer, la tesorera Ana María Lombardo afirma que hablar de Villa Floresta es de alguna manera "hablar de la cárcel bahiense que convive con el barrio desde hace ya 100 años". Recuerda que hasta principios del siglo XX, los procesados quedaban detenidos en un depósito situado en la parte posterior de la Municipalidad. También dice que en 1907 los presos eran trasladados a un barracón de calle San Martín, hasta que en junio de 1909 se inauguró la unidad penitenciaria.


 "Otro acontecimiento que marcó el desarrollo de la villa fue la decisión del ministro de Guerra de adquirir, en 1924, los terrenos del paraje Las Lomas donde erigirían los cuarteles del Ejército. El 19 de abril de 1931, dos compañías del Primer Batallón del Regimiento 5 de Infantería ocuparon el solemne edificio", evoca Ana María.


 En diciembre de 1964, el Regimiento 5 se trasladó a Corrientes y en sus cuarteles quedó el Batallón de Comunicaciones 181. En Villa Floresta también desempeña su tarea el Comando V Cuerpo de Ejército.


 El 13 de febrero de 1938, la firma Bravo Barros y Cía. remató 73 quintas, con frente a Florida y 12 de Octubre, hecho que permitió la ampliación barrial.


 La Escuela Nº 64 "Lomas Valentinas" es otra entidad emblemática de Villa Floresta. Ubicada en Eduardo González 1650, desde mayo de 1981 (anteriormente ocupaba la esquina de Espeche y Lucero), cuenta con una matrícula de 60 alumnos, distribuidos en dos turnos. Los chicos de bajos recursos económicos son asistidos con desayuno, almuerzo y merienda.


 También funciona el Jardín de Infantes Nº 936 (Cuyo 1.442), con un 70 alumnos distribuidos en cuatro salas, dos matinales y las restantes vespertinas.


 En otro salto al pasado, Ana María Lombardo se remonta a 1912, cuando Apolinar Bañuelos inauguró su chalet familiar, al cual llamó "La Floresta", en Florida y Witcomb donde, desde los años '50, desarrolla sus actividades la Sociedad Sportiva.


 El Ejército, el Servicio Penitenciario, la educación, el Parque de Mayo y la Sociedad Sportiva, símbolos de esta villa, también está representados en la flamante bandera creada por los alumnos de la Escuela Nº 64.

Dónde




 Villa Floresta, donde viven poco más de 800 familias, ocupa el área comprendida por la avenida Alem, la ruta 33 y las calles Reynal, Mallea, Payró, Cuyo, Guido Spano, Florida, vías del ferrocarril, límite noroeste del Parque de Mayo y Witcomb.