Cantarauz es folklore tradicional con bombacha, bota, pañuelo y poncho
Sin vueltas. Lo de Cantarauz es folklore tradicional, con dos guitarras que rasguean, una que puntea y un bombo legüero que marcar el ritmo.
Ellos, Walter Parra, Raúl Aquino, Ricardo Debrakeleer y Alejandro Nemi, respetan y difunden la vestimenta. Bombachas, botas, camisas, pañuelos y ponchos forman su vestimenta. La defensa de la tradición es ley primera para el conjunto pampeano.
Ayer, cuando caía la tarde, alimentaron los oídos de muchos bahienses que se acercaron hasta el Teatro del Lago para disfrutar de una tarde hermosa. Formaron parte de la grilla que el Instituto Cultural ofrece todos los domingos del verano bajo el rótulo de Refrescos Musicales.
La propuesta del grupo de Jacinto Arauz fue realizar un viaje imaginario por distintas geografías de nuestro país, pasando, por ejemplo, por Santiago del Estero, Córdoba y Salta.
Sonaron Carpas de salta, Chacarera para mi vuelta, Pretenciosa, Déjame que me vaya, Juan de la calle, Córdoba de antaño, La de Alberdi y Chacarera del rancho.
Sobre el final realizaron una selección de zambas antiguas, encadenadas. El aplauso de la gente los animó a tocar un par de bises entre los que se encontraron Candombe para José y el taquirari Sabor a Almendras.
Entre un chiste y otro, Walter Parra se encargó de explicar que las chacereras son para divertirse. Que, a pesar de los malos momentos, hay que disfrutar de la vida bailando. Como diría Atahualpa Yupanqui en su canción El Aromo: "que no teniendo alegrías, se hace flores de sus penas".
Esa fue la idea. El cuarteto es muy consciente de sus limitaciones, pero disimulan las pocas carencias con mucha alegría y ganas de cantar.
La gente, sentada cómodamente en los alrededores del lago, aprovechó para matear, merendar y, de paso, aplaudir. Varios también eligieron las bicicletas de agua para dar un paseo mientras sonaban las guitarras.
La tradición, ante todo
Cantarauz se formó hace 20 años en Jacinto Arauz (La Pampa) como la mayoría de los conjuntos que comienzan tocando en las fiestas patronales.
La propuesta siempre fue la misma: hacer folklore tradicional.
"Tenemos muy claro nuestro estilo, porque el folklore es tradición y es ropa. Queremos que los chicos sepan que a esta ropa la utilizaban sus abuelos para salir. No porque sean bombachas hay que dejarlas de usar. Siempre quedan bien", explicó Walter Parra.
Pero no todas sus canciones son de otros autores. Tienen un tema (Palero) con el que ganaron hace casi una década un concurso que se realizó en nuestra ciudad y en el que estaban representadas 19 provincias.
"Está dedicado para los trabajadores de la salina de Jacinto Arauz. Ellos son muy sufridos y le hicimos un temita. Recuerdo que tuvimos una dura batalla con un conjunto de Mendoza", dijo Walter.
En 2002 los invitaron a tocar en la Base Marambio, lo que constituyó una de las experiencias más lindas de Cantarauz.
"Fue maravilloso. No es que se quiera ir a la Antártida, sino que te dejan ir. Nosotros sin tener un nombre tan importante tocamos allá", recordó.
"Fue un orgullo tocar allá para más de 50 personas, con 150 kilómetros de viento y 55 grados bajo cero. Y eso después de ocho horas arriba de un Hércules", contó entre risas.
Cantarauz compartió escenarios con Horacio Guaraní, Los Nocheros, Soledad, Los Chalchaleros y con sus padrinos artísticos Los Tucu Tucu, que hoy lamentablemente no están, pero que siempre los recuerdan.
"Que la gente aplauda y se quede a escucharnos, aunque no seamos de su agrado, para nosotros es muy grato. Gracias a todos los que nos vinieron a ver al Parque de Mayo", concluyó.
Franco Pignol/"La Nueva Provincia"