Atentado incendiario contra una vivienda en Garibaldi al 1100

Redacción de La Nueva.

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 Confundido y preocupado se mostraba ayer a la mañana Guillermo Ricardo Taboada, mientras reparaba la puerta de acceso a su vivienda de Villa Mitre, que en horas de la madrugada sufrió un atentado incendiario, según dijo el propio damnificado.

 "No tengo explicación; no sabemos qué pasó. Con las cosas que están pasando... Acá (en el garaje lindero a su casa) hay un auto que guardan arriba, supongo que quisieron tirarle al auto y me 'enchufaron' a mí", dijo el hombre, quien hace más de veinte años que vive en ese sector.

 "Nosotros somos gente de trabajo, no hacemos nada ni molestamos a nadie", continuó.

 El hecho se cometió alrededor de las 3, en el domicilio de Garibaldi 1171, lugar al cual concurrió una dotación de los bomberos del Cuartel Alberdi, que trabajaron sólo unos diez minutos, ya que Taboada consiguió sofocar las llamas por sus propios medios.

 El fuego afectó la puerta de chapa del frente, además de producir ahumamiento en el comedor del inmueble.

 "A las tres de la mañana vi un fogonazo, una luz amarilla; no sabía lo que era" y luego "supe que era una botella de plástico prendida en la puerta, que no sé si tenía nafta u otra cosa", señaló el damnificado.

 Agregó que "a esa hora no hay nadie en la calle; pasaron unos hombres en una camioneta y me gritaban 'se prendió fuego la casa'. Yo le tiraba agua de acá, de adentro para afuera, pero se reventó el vidrio (de la puerta) y se metió el hollín para adentro".

 "La puerta la torció toda --dijo--; ahora la estamos tratando de acomodar un poco. Si no me dicen, no sé, el fuego agarra la cortina o los sillones y se prende todo", manifestó Taboada.

 Expresó que "me desperté justo" y que "cuando me levanté, la casa estaba llena de humo y se veía una llamarada por el vidrio roto".

 Dijo no tener explicación para lo ocurrido: "Ojalá lo supiera", enfatizó.

 "Si yo no hubiese estado, se me quema la casa completa --reiteró--. Los bomberos vinieron enseguida, pero ya habíamos apagado el foco. Toda la vida viví acá y es la primera vez que pasa una cosa así".

 El damnificado se dedica a reparar heladeras. En este sentido, irónicamente, señaló: "si te arreglé mal la heladera, no me vas a prender fuego la casa..."

 "La verdad es que no sé qué decir. Lo que sé, gracias a Dios, es que estaba despierto y que estaba en casa", añadió.

 Taboada no realizó la denuncia, justificándose en que "¿a quien voy a culpar? Esto fue un daño sin explicación; alguien lo hizo, pero no sé quién".

 Indicó que "más no puedo hacer", para evitar episodios de inseguridad. "Estas son las cosas que están pasando en la ciudad; ¿cómo las controlás? Tengo un perro grande y ni ladró", señaló.

 Finalmente, reiteró que los vándalos "arrojaron una botella plástica con algún líquido; pasaron, la tiraron y se fueron".

Rescate

 Cuatro empleados de la empresa Amoblamientos Joy debieron ser rescatados por los bomberos del Cuartel Central, del interior de un ascensor que se había quedado trabado entre los pisos 12 y 13 del edificio en construcción y semihabitado de Zelarrayán 360.

 Se trata de Maximiliano Fernández --quien tuvo que recibir asistencia médica en el lugar--, Adrián Viala, Pablo Daniele y Julián Cibelli, quienes fueron rescatados por los servidores públicos.

 El episodio se registró ayer, minutos antes de las 13.30, y los bomberos fueron convocados por medio del servicio telefónico de emergencias 911.

 Mediante la utilización de elementos de mano, fueron abiertas las puertas del ascensor, para que los hombres encerrados pudieran salir.