Bahía Blanca | Lunes, 07 de julio

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Ideas "peladas"

Un personaje. Esa es la definición que más se aproxima al descubrimiento de la forma de ser de Luis De Marchi. Su función pública es la de árbitro de básquetbol, tras decidir "colgar" la pilcha de jugador. Pero lo suyo va más allá. Tiene firmes convicciones, se fijó y se fija objetivos que cumplió o cumplirá, no anda con dobleces y transita su vida sin complicarse, viviendo el día a día.

 Un personaje. Esa es la definición que más se aproxima al descubrimiento de la forma de ser de Luis De Marchi.


 Su función pública es la de árbitro de básquetbol, tras decidir "colgar" la pilcha de jugador. Pero lo suyo va más allá. Tiene firmes convicciones, se fijó y se fija objetivos que cumplió o cumplirá, no anda con dobleces y transita su vida sin complicarse, viviendo el día a día.


 Aquí se conocerá otra faceta del "Pelado". Se mostró abierto al diálogo y con un sinfín de anécdotas que difícilmente no haga reír al lector. En síntesis, se lo notó tal cual es, un personaje...


 --Dicen que siempre priorizás la parte humana a la basquetbolística.


 --Siempre, más allá de la actividad que esté realizando.


 --¿Por eso, en su momento, no quisiste ir a rendir para ser Nacional y promovías a Javier Sánchez?


 --Surgió esa posibilidad cuando tenía 36 años, siendo que el cupo era hasta los 35. Entonces, me parecía que tenía que ir gente con más posibilidades de progresar. Porque, más allá de que salga bien o mal, mi crecimiento dentro del arbitraje argentino iba a ser mínimo. Igual, agradecí la posibilidad y me dio un orgullo enorme.


 --Pero finalmente fuiste.


 --Sí, tuve que ir y salí mal. Pero mi razonamiento era: empecé a dirigir de grande (28/29 años), cuando dejé de jugar, porque no me quería entrenar más. Sabía que sin entrenarme podía seguir jugando, pero en detrimento del pibe "del club" que iba a hacer las cosas mejor que yo.


 "Por eso, por ejemplo, respeto a (Gabriel) Colamarino. El, si ve a un jugador de 15 años que anda bien, juega. Es lo que corresponde. A la vez, como me gusta mucho el básquet, quería seguir ligado a algo que no me demandara mucho tiempo. Y, siendo referí, salgo a las 20 de mi casa y vuelvo a las 23 o 23.15, si hay suplementario".


 --¿No fue que no querías rendir porque tenías que viajar a Inglaterra a visitar a una chica?


 --No, esa fue otra cosa. Te explico. En el '98 fui al Mundial de básquet (Grecia) y, cuando terminó, me quedé para recorrer las islas griegas. Ahí conocí a una chica inglesa, con la que tuvimos una relación bastante duradera, de 4/5 años. Para vernos, viajaba yo a Inglaterra o venía ella. En ese momento surgió otra posibilidad de ir a rendir para Nacional en Buenos Aires, justo al mismo tiempo que ella me avisó que había conseguido un buen trabajo en New York, por 10 días y que me mandaba los pasajes. Entonces, volví a priorizar la parte humana: a mis colegas les dije "chau, hasta luego, les mando una postal" (risas). Después fui otras veces a Estados Unidos.


 --Te manejás bien con el inglés, entonces.


 --Sí. Primero aprendí en la Cultura Inglesa, donde hice hasta 5º Children, momento en el que me tocó como profesora Miss Lorna Brown --madre de "Pepe" Sánchez-- que me hizo repetir. Ahí dejé. Yo era un desastre en el oral, hablaba muy mal. Pero, de tanto viajar, si no hablás, no comés, no encontrás una calle, un subte, nada... Entonces, empecé a hablar por necesidad, volví a ir dos años a particular y me ayudó comunicarme con esta chica. Ahora, adonde vaya, me comunico con total tranquilidad. El secreto de los idiomas está en pensar en ese idioma. Por suerte lo logré.

Conociendo Grecia junto a la Selección




 --¿Cómo hiciste, económicamente en 1998, para ir al Mundial de fútbol en Francia y al de básquetbol en Grecia?


 --En mi vida, siempre dije que iba a hacer diferentes cosas. Algunas ya las cumplí y otras todavía no, pero las haré, como correr una maratón de 42km, subir el Aconcagua o ver unos Juegos Olímpicos.


 --Los próximos sabés dónde se harán, ¿no?


 --Son en... (piensa), ¡Londres! Y, bueno, ahí tendremos que reflotar aquella relación... (risas). Una de las veces que fui a Londres para instalarme, estuve trabajando y me quedó relación con la gente.


 --Volvamos a 1998.


 --Ok. Tenía unos pesos ahorrados, porque había trabajado el verano en Monte Hermoso y junté 5.000 pesos, que eran 5.000 dólares. Pero no se necesitaba tanta plata. Lo más oneroso era el pasaje, que lo pagué en 10 cuotas. Allá, iba al supermercado a comprar sandías, melones, mandarinas y naranjas, que era lo más barato.


 --¿Te mantenías básicamente con eso?


 --Claro. El viaje, en total, duró 100 días y bajé 10 kilos, era un "palo". Aparte, no parábamos: era levantarse a la mañana a caminar y conocer lugares.


 --¿Con quiénes viajaste?


 --Con Darío Magistrini (hermano de Hernán). Después, en Roma, nos encontramos con otros que estaban en Inglaterra y en Palma de Mallorca. Ahí fuimos a Toulouse, donde Argentina debutaba contra Japón, pero no pudimos entrar porque en la reventa salía 1.000 dólares la entrada. Lo vimos en una pantalla gigante.


 "Después, fuimos a París a ver el segundo contra Jamaica. Ahí conocimos gente del Consulado Argentino y les pedimos entradas. Nos anotaron en una lista y nos dijeron que las tendríamos si Argentina avanzaba de fase. Y cumplieron. En Marsella, contra Inglaterra, estuve detrás del arco donde se patearon los penales. Después fue increíble la fiesta. ¿Los ingleses? Divinos, no hicieron problemas".


 --¿Cómo siguió el periplo?


 --A esa altura éramos 10 y cruzábamos contra Holanda. Pero no conseguimos dónde alojarnos y tuvimos que irnos como a 50km. Fue el día que (David) Berkamp hizo el gol del otro arco en el que estábamos.

"Entre la lectura, Meridiano 5º y las ruinas de "`Cuchereno'"




 --¿En qué consiste "Ideas peladas", el libro que escribiste?


 --Imprimí 1.000 ejemplares y está todo registrado. Tiene el tamaño de un cuarto de hoja oficio y lo escribí en 2003. Siempre escribo... Me gusta mucho escribir y leer. Me acuesto a las 4 o 5. Ahora estoy leyendo "Sorba, el griego".


 "Ideas peladas" es una sumatoria de cosas que hice o he dejado de hacer a lo largo de mi vida, con muchos pensamientos que tienen que ver con mi manera de ver, de sentir y de disfrutar las cosas.


 --En La Plata jugaste en el club Meridiano 5º. ¿Por qué se llama así?


 --Porque, geográficamente, el Meridiano 5º pasa por la ciudad de La Plata y lo hace, exactamente, por la sede. Originalmente, era un club colombófilo, entonces lo denominaron Meridiano 5º por una cuestión de orientación de las palomas. En la primera local el club salió campeón dos veces, una de ellas con el equipo en el que estuve. Quedamos en la historia.


 --¿Cómo fue el día que te rapaste la cabeza y también las cejas?


 --Había rendido una materia y me rapé la cabeza y las cejas porque sí nomás, no había explicación. Nadie me conocía. Vivía con un "flaco" y, en la plaza San Martín de La Plata, me crucé con su novia y ¡no me conoció! Después vine a Bahía y mi vieja tampoco me conoció. ¡Es increíble! Te desconocen si no tenés las cejas.


 --Contáme de tu época de artesano.


 --Lo que más hice fueron collares, pulseritas, pintar remeras... También me gusta pintar cuadros y que la pintura me lleve adonde quiera y, si se puede, definir algo, sino quedará ahí...


 --Hasta tenés un diploma de artesano, ¿no?


 --(Risas) Fue en Puan, en la Fiesta Nacional de la Cebada Cervecera. Ahí fui con el "Pato" (Lliteras). Había hecho unos collares con piedras y él los promocionaba diciendo que los habíamos traído de Ecuador, de las ruinas de "Cuchereno". La gente pensaba que "Cuchereno" era un lugar increíble...

El día que salió "corriendo" de 1 y 57




 --¿Vas a desmentir que un día te hiciste caca en un taxi?


 --(Risas) No fue así. Fue en La Plata. Estaba con un amigo y me invitó a ver Estudiantes-River, aunque soy de Gimnasia. La cancha está en 1 y 57. Pero, llegando a 1 y 51, me dieron ganas de c... Pero seguimos a la cancha y se me pasó. Encima, en la tribuna me gusta ir arriba del todo. Empezó el partido y le dije a mi amigo: "Roly, me c... me estoy muriendo...", "aguantá `Pelado'", me respondió.


 "Empecé a transpirar, le dije que me iba y empecé a correr `muñecos' por el medio de la tribuna. Llegué a la puerta y estaba cerrada. Le dije al tipo que me abriera, que me estaba c... y me contestó que no abriría hasta que no terminara el primer tiempo. Ahí, automáticamente, "descargué" todo lo que tenía guardado... Me salía la m... por arriba y por abajo del pantalón. Me abrieron y me fui".


 --¿Qué pasó después?


 --Tenía m... pura. Quería irme a la casa de mi amigo, hice 2 o 3 cuadras y tomé un taxi. Me senté, recorrió 20 metros y el taxista me dijo: "`Flaco', ¡qué olor a m... que tenés!", "sí, me c...", le respondí. "¡Nooo!, bajáte ya", me gritó. Me bajé y caminé. Cuando llegué a lo de mi amigo no me quería abrir. Nunca me di cuenta, pero me imagino qué sentiría la gente que me cruzó en el camino...

"Sus minutos de fama en la pantalla chica"




 --¿Trabajaste de extra en "Amigos son los Amigos"?


 --Estaba estudiando para rendir el CBC de Medicina en Buenos Aires. Pero tenía que trabajar y, haciendo la cola para un laburo, conocí a un pibe que me comentó la posibilidad de trabajar de extra. No demandaba más de seis horas y podría estudiar. Me anoté y me llamaron para "Amigos son los Amigos". Lo más resonante fue cuando aparecí separando en una pelea a Enzo Viena, salí con la camisa rota y un pullover que era del "Pato" (Lliteras).


 --¿Qué anécdota tenés con Graciela Alfano?


 --Estaba muy de novio con Marcela y, como esa escena había gustado, me llamaron de canal 13. Entonces, le saqué un saco a un vecino, la camisa a un amigo y fui. La escena era en un bar, donde Graciela Alfano salía y tenía que darle un beso a alguien. Ese "alguien", era yo. Pero desistí de hacerlo. No quise porque estaba de novio... Ahí se acabó mi carrera actoral (risas).


 --¿Y el día que entraste a un casamiento vestido de futbolista?


 --Me fui a dedo desde Monte Hermoso a Mar del Plata. La fiesta de casamiento era de Andrés Capdeville, se hizo al mediodía y en una Quinta en Sierra de los Padres. Como me imaginé que jugaríamos al fútbol, solamente lo que hice fue ganar tiempo (risas). Entré vestido de futbolista y con una gorrita de Chicago Bulls.


 --Entre tus muchas conquistas amorosas, ¿saliste con una chica sordo-muda?


 --Sí, eran dos chicas. La otra, salió con el "Flaco" (Lliteras). Las conocimos en el club Universitario, bailamos y le hablaba al oído, pero me llamaba la atención que no me contestara... Hasta que me indicó que le hablara de frente. Ahí entendí que me tenía que leer los labios. Igual, terminamos en el ex hotel Romanelli de Estomba y 11 de Abril....

Proteger el Medio Ambiente




 --¿Por qué siempre se te ve en la bicicleta?


 --En donde vivo, para ir de un lugar a otro, no tengo que hacer más de 30 o 40 cuadras. ¿Haré 10/12 kilómetros por día? Hay varias razones: 1) la económica, sale más barato una "bici" que un auto; 2) la salud, no tiene comparación andar en "bici" que en auto y 3) el Medio Ambiente. Nadie entiende que todo lo que deriva del petróleo y del carbono, contamina. Y todos los autos contaminan.


 "Tampoco nadie entiende que, cuando los niños esperan el semáforo en una esquina, tienen los caños de escapes a la altura de su boca, que es la entrada de un aparato respiratorio que está en formación y así se intoxican. Hay grandes capitales del mundo donde todos van en bicicleta, porque entienden los problemas. Además, son todas energías no renovables, entonces hay que contribuir. Y ese es mi pequeño granito de arena, como también gastar la menor cantidad de agua y de luz posible. Tampoco se toma conciencia de que el agua algún día se terminará para todos".

Luciano Mutti/"La Nueva Provincia"