Bahía Blanca | Viernes, 19 de abril

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Doce años de prisión para el abusador de una niña

Un sujeto acusado de violar y corromper a una menor de edad, cuando la víctima tenía entre 7 y 11 años de edad, fue condenado por la justicia local a 12 años de prisión, aunque hasta el momento sigue en libertad porque llegó al juicio en esa condición y no se presentó a la audiencia final, cuando se decretó su detención.

 Un sujeto acusado de violar y corromper a una menor de edad, cuando la víctima tenía entre 7 y 11 años de edad, fue condenado por la justicia local a 12 años de prisión, aunque hasta el momento sigue en libertad porque llegó al juicio en esa condición y no se presentó a la audiencia final, cuando se decretó su detención.


 El fallo, leído ayer, recayó en Walter Dagoberto Matus, contra quien el Tribunal en lo Criminal Nº 3 dispuso el correspondiente pedido de captura.


 Los jueces Pablo Hernán Soumoulou, Daniela Fabiana Castaño y Raúl Guillermo López Camelo, coincidieron en considerar acreditados los graves hechos, perpetrados siempre en el interior de una vivienda del macrocentro local, en la zona cercana al Hospital Regional Español.


 De la misma manera, se consideró "inequívoca" la relación entre el sujeto y los delitos y se aplicó la misma pena que había solicitado el fiscal actuante, doctor Emilio José Marra, desestimando los planteos de la defensa, a cargo del abogado Luis María De Mira.


 Como en otros casos de estas características, el relato de la damnificada --a quien el tribunal observó "angustiada" y con "vergüenza"--, sumado a otros testimonios y pruebas periciales, inclinaron la balanza de la justicia hacia la sanción.


 Los magistrados consideraron "sumamente creíble" la versión que aportó la joven --no se identifica por cuestiones legales y por el tipo de ilícito-- y afirmaron que estuvo "despojada de animosidad" hacia el imputado.


 Reconoció la menor --que actualmente es una adolescente-- que los "tocamientos" se iniciaron entre los 6 o 7 años y que después los abusos se transformaron en reiteradas violaciones.

"Era un secreto"




 El procesado, según declaró la chica, siempre le advertía que "era un secreto" y que "no tenía que contarle a nadie" lo que sucedía.


 Sin embargo, pasados no menos de tres años de calvario, la menor se quebró y le confesó la situación a una prima suya, siendo aconsejada que le contara todo a su madre, quien, al momento de prestar declaración en el juicio, confirmó los dichos de su hija y se refirió a la relación que mantenía su familia con el procesado, de la cual no se dan detalles para evitar la identificación de la víctima.


 Los especialistas en Psicología que actuaron en la causa y prestaron declaración en el debate, coincidieron en afirmar que la víctima "no fabulaba" y que existen "indicadores objetivos" de los hechos, como el conocimiento de aspectos sexuales que, a su edad, se ignoran.


 Además, notaron que la chica experimentó trastornos de sueño y eneuresis (emisión de orina fuera de control), como resultado del supuesto accionar de Matus.


 Una bioquímica, a su vez, encontró en la joven vestigios de un abuso sexual, tras realizar los análisis respectivos.


 En consecuencia, para el tribunal se acreditó legalmente que los hechos se vinieron registrando desde que la víctima tenía unos 7 años y hasta el 26 de abril de 2003, cuando se concretó la denuncia del caso.


 Antes de dictar sentencia, se marcaron como atenuante la falta de antecedentes del acusado y, a modo de agravantes, la corta edad de la víctima (por su estado de indefensión) y los daños psíquicos que le provocó, que generalmente sobrevienen en la etapa de la adolescencia.


 Por tal motivo, los jueces sostuvieron que Walter Matus era autor penalmente responsable de los delitos de abuso sexual agravado en concurso real y corrupción de menores en concurso ideal y le impusieron doce años de prisión.


 Acerca de la comisión del delito de corrupción de menores, se citó un fallo de la Cámara de Casación Nacional, que señala que la corta edad de la víctima es "decisiva" para configurar ese extremo penal, "cuando se trata de actos perversos en materia sexual".

Peligro de fuga. Una vez conocido el fallo, el Tribunal en lo Criminal Nº 3 ordenó la captura de Walter Matus, atento al "peligro de fuga" existente. El sujeto tomó parte del juicio desarrollado la semana pasada, pero en la víspera --encontrándose en libertad desde antes del debate-- no concurrió al Palacio de Justicia, tras recibir previamente una autorización por razones laborales.