Costantini filma la trágica vida de Felicitas Guerrero
BUENOS AIRES (Télam) -- La actriz, productora y cineasta Teresa Costantini está filmando en la localidad bonaerense de San Miguel del Monte, Felicitas, una superproducción de época que protagoniza Sabrina Garciarena y que recrea --en clave de "thriller épico"-- la vida trágica de Felicitas Guerrero.
Costantini se encuentra en la estancia "El Rosario", fundada en 1852 y ubicada a orillas de una de las lagunas de San Miguel del Monte.
En un alto del rodaje que terminará el 12 de este mes y que ya incluyó un gran despliegue de actores y extras para recrear una batalla de la guerra de la Triple Alianza y también un carnaval, sostuvo que "en algún punto es un thriller psicológico, porque todo el tiempo está esa sensación de que pesa una amenaza sobre su vida. Ella sufre muchas pérdidas y dolores, cosas que sucedieron de verdad y que abonan la idea de que había algo que la acechaba".
La historia
Comienza en el Buenos Aires de 1862, cuando a sus 15 años, Felicitas Guerrero, hija mayor de una familia de la burguesía, es obligada por su padre a casarse con Don Martín de Alzaga, un hombre adinerado y 40 años mayor, a pesar de que ella está enamorada de otro hombre, Enrique Ocampo.
Tras un frustrado intento de fuga, en el que la joven pareja se promete amor eterno, Ocampo parte a la guerra de la Triple Alianza contra Paraguay, con la secreta intención de olvidarla o quizás buscando la muerte, pero a su regreso --despechado-- no podrá resistir que Felicitas no sea suya y desencadenará la tragedia.
"De entrada me llamó la atención el crimen pasional que sucedía en la alta sociedad, me impresionaba mucho que alguien llegara a matar por amor", reveló Costantini, momentos previos a filmar una escena con Garciarena, quien encarna a Felicitas, y Antonella Costa, quien personifica a Manuela, su única amiga y confidente.
Pero además de explorar la tragedia de Felicitas en clave de thriller, la autora de Acrobacias del corazón y El amor y la ciudad se involucró con la historia de la joven "a partir del tema del patriarcado, del hecho de ser mujer en esa época y de no poder tomar tus propias decisiones".
Para la cineasta "también es la historia de una obediencia, porque ella al padre le obedece, pero por temor. Es la historia de un alma en pena, de alguien que al no poder conectar con su esencia y sus deseos más profundos va camino a la extinción".
Larga espera
Costantini soñaba con narrar la historia de Felicitas desde hace 20 años, pero reconoce que "era un proyecto muy ambicioso y necesitaba de mayor madurez para llevarlo a cabo. Tenía claro que necesitaba saber, trabajar y aprender mucho más para poder abrazar esta película con madurez cinematográfica".
Otro proyecto que le hubiera gustado encarar en aquel momento fue Camila, la película que finalmente filmó la experimentada María Luisa Bemberg, y que al igual que Felicitas expresaba su deseo de "hablar a través de una mujer que no podía decidir por sí misma".
Rodeada de más de 50 personas, entre técnicos y actores, que van y vienen a su alrededor preparando la escena próxima a filmarse, Costantini piensa que "la historia de Felicitas es una tragedia porque a ella no la dejan elegir. Creo que la tragedia la signa de esa manera".
"Es una forma de contar a la manera de Shakespeare, donde la tragedia tiene sus propias leyes; el destino de ella está trazado de antemano y todo la conduce inevitablemente a lo que luego le ocurre", agregó.
Mundo femenino
La directora, que también convocó a Gonzalo Heredia, Alejandro Awada, Ana Celentano y Luis Brandoni, afirmó que "la trama de la película está mayormente inventada y ficcionada, porque lo poco que se sabe son algunos hechos. Creamos una historia alrededor de esta tragedia para darle un marco y un contenido".
Costantini señaló que, más allá de su tragedia, ella no ve a Felicitas como una feminista, "sino como una mujer criada con los mandatos y los cánones de la época, que descubre a pesar de ella cosas de la vida que no sabía. No es una rebelde, sino que asume un poco el momento de la historia que le toca vivir".
Con relación a la elección de la debutante Garciarena para el rol principal, la directora recordó que antes "la había elegido a Dolores Fonzi, una actriz con trayectoria, que me esperó y estuvo al lado mío durante 5 años, pero finalmente quedó embarazada y no pudo hacerlo".
"Volví por esas cosas de la vida a apostar por alguien nuevo, no sé por qué, pero cuando la conocí a Sabrina me dí cuenta que ella era Felicitas, por lo que hablamos y por lo que me pasó con ella energéticamente", recordó.
Y añadió: "No puedo estar más contenta con la elección, creo que es una actriz increíble y está llevando la película adelante de manera maravillosa. Nos entendemos muy bien, nos queremos y hay una relación que hace que el trabajo en la pantalla se esté viendo increíble".
Desafío
En su primer papel protagónico en cine, Sabrina Garciarena aceptó el desafío de encarar la trágica vida de Felicitas Guerrero.
"Estoy con mucha energía, muy estimulada y me siento muy bien. Es una historia muy fuerte, hace mucho que venimos trabajando con Teresa y yo soy muy curiosa y vengo investigando y leyendo mucho", afirmó Garciarena.
Un poco más experimentada en cine, con papeles importantes en filmes como Garage Olimpo y Diarios de motocicleta, Antonella Costa se incorporó recientemente al proyecto.
"Mi personaje Manuela es la confidente de Felicitas, en quien confía. Ella es la única a quien puede contarle cosas que no podría hacer con nadie", afirmó Garciarena, con relación al papel que interpreta Costa.
"Mi personaje es en función de Felicitas y por eso en lo primero que me fijo es qué le pasa a ella. Todo lo que le pasa a mi personaje depende de lo que le suceda a Felicitas, para jugar con los constrastes", señaló Costa, por su parte.
Para Garciarena, "Felicitas es un personaje del cual me conmovió siempre todo lo que le pasó en su corta vida y todo lo que tuvo que vivir. Es una película muy femenina y, en ese sentido, me encanta que hable y se cuente desde el lado de la mujer".
"Lo que me gusta de Felicitas es que se trata de una mujer bastante rebelde para su época. Era una mujer que iba para adelante, no la dejaban, pero se quería hacer cargo de su realidad", afirmó la joven actriz.
Y agregó: "Era una mujer muy fuerte y a pesar de todas las cosas que le pasaron tenía muchas ganas de vivir. Las peores cosas que le podían pasar a una persona le sucedieron a ella, y a pesar de eso tenía una energía envidiable".
Para Costa, "lo interesante es que también es una historia de amor, algo universal, con lo cual mucha gente se puede sentir identificada tanto como mujer, como persona enamorada o, incluso, como persona frustrada".