Bahía Blanca | Jueves, 25 de abril

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"Un mal abogado es imposible de olvidar"

Un mal abogado es tan peligroso como un médico que se equivoca en una cirugía por no estar suficientemente preparado para efectuarla. La mala praxis jurídica incide de lleno en la vida de las personas, al punto que muchas veces puede perderse la libertad, el progreso y la estabilidad familiar o laboral, por haber caído en manos de un abogado inexperto o poco escrupuloso.


 Un mal abogado es tan peligroso como un médico que se equivoca en una cirugía por no estar suficientemente preparado para efectuarla. La mala praxis jurídica incide de lleno en la vida de las personas, al punto que muchas veces puede perderse la libertad, el progreso y la estabilidad familiar o laboral, por haber caído en manos de un abogado inexperto o poco escrupuloso.


 La realidad es que hoy las facultades de Derecho todavía no han logrado dar en la tecla para formar a sus alumnos en la sabia práctica de la profesión. Los estudiantes aprenden la ley y todos los conceptos teóricos que la sustentan, pero a la hora de llevar a escena lo aprendido naufragan en una inseguridad que hace difícil comenzar el ejercicio de la profesión para la que creían estar listos.


 Por esta razón, Fores (Foro de Estudios sobre la Administración de Justicia), una ONG dedicada al mejoramiento del sistema judicial, trabaja para revertir este panorama y lleva a cabo un Programa de Entrenamiento para Abogados (PEA), dirigido a los recién recibidos, por recibirse o que no han ejercido casi la profesión. Una intensiva práctica de la abogacía es la apuesta de este programa que complementa la formación académica recibida.


 "Hoy la Facultad enseña a los alumnos que hay que apelar en una causa pero los estudiantes no saben hacer el escrito de apelación, o saben qué es un contrato pero no cómo redactarlo", explica Juan Rodríguez Estévez, director del PEA.


 "La novedad de este plan --continúa--, distinto a un postgrado de especialización, reside en que los participantes, a lo largo de cinco meses, se enfrentan a problemas y casos concretos de la profesión, donde deben aplicar técnica, conocimientos, tecnología y también valores éticos en la toma de decisiones. Practican desde cómo tratar a un cliente a cómo trazar una estrategia para un juicio".

Responda y gane. En el inicio del Programa, los alumnos deben contestar un listado de preguntas que abarcan diversas áreas del ejercicio de la abogacía, desde cuestiones procesales a cobro de honorarios, uso de la tecnología o decisiones éticas.




 La mayoría no conoce las respuestas al comienzo, aunque luego del programa el panorama es otro y se sienten mucho más firmes en estas cuestiones, importantes a la hora de ejercer.
Tres ejes conforman la estructura del Programa: el abogado en el estudio, en tribunales y en la empresa.



 El primero abarca temas como la organización del trabajo y el tiempo profesional, clínica jurídica, investigación, etcétera.


 El abogado en tribunales estudia cómo se llevan adelante los procesos y las probatorias, las tácticas y estrategias procesales, las prácticas en los distintos fueros y los plazos, entre otros temas. El profesional en empresa considera los regímenes legales, las prácticas societarias, fusiones y adquisiciones, contabilidad, etcétera. Los tres ejes contienen clases especiales para afianzar la oratoria y la redacción general y legal, y son respaldadas por módulos que enseñan el uso específico de la tecnología en estos ámbitos.


 También el Programa propone el estudio de los métodos alternativos de resolución de conflicto, que hoy se postulan como una propuesta cada vez más frecuente en el mundo del derecho.


 Más de 100 docentes, todos ellos profesionales activos, conforman el cuerpo académico y permiten al aspirante conocer distintos perfiles e identificarse con sus experiencias para orientar el futuro laboral. La pedagogía es un punto destacado ya que durante el desarrollo del programa, una licenciada en ciencias de la educación colabora con el material y controla la excelencia en la ejecución del plan de estudios. Los alumnos son evaluados constantemente, deben contar con una asistencia a clase mínima del 75% y deben rendir una evaluación final que le permita acceder a una pasantía.

Por los pasillos del mundo jurídico






 El Programa busca contar con un alumno activo. Además del análisis y práctica de casos en el aula, una de las claves más atractivas es asomar al estudiante a los pasillos que recorren cotidianamente los profesionales del Derecho.


 Muchas de las clases se dictan durante visitas que se realizan a estudios jurídicos y empresas de primera línea, donde los socios del buffet o los responsables de las áreas legales cuentan su experiencia y responden todo tipo de preguntas. El Poder Judicial también abre sus puertas a la práctica de los estudiantes a través de la visita a juzgados y cárceles, donde actúan directamente con un expediente y realizan por ejemplo, una indagatoria in situ, ante la presencia del juez.


 "En el año 2006, el actual presidente de la Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti, recibió en la sala de audiencias a todos los estudiantes del Programa, y junto a tres de sus secretarios letrados explicaron el funcionamiento del Tribunal", cuenta Rodríguez Estévez.


 "También explicó algunos problemas y proyectos que se proponen resolver en el futuro, como por ejemplo, la cantidad de recursos extraordinarios que abarrotan la Corte. Fue una sesión académica de excelencia, realmente instructiva para los alumnos, que además tuvieron la oportunidad de interactuar directamente con un ministro de la Corte", concluye el director.


 Al programa de visitas se le agrega al final del curso, una pasantía para cada alumno, en empresas y estudios jurídicos, que completan toda la práctica adquirida en los meses anteriores.


 En suma, el Programa de Entrenamiento para Abogados es un laboratorio de experiencias que mezcla lo teórico con lo práctico en una fórmula que logra seguridad y buen desempeño profesional. Desde su creación, en 1980, más de mil egresados pasaron por las aulas de Fores y hoy se desempeñan exitosamente en estudios, empresas y ONG de primer nivel.


 Lo cierto es que la excelencia de la Justicia depende en gran parte de la buena práctica de los abogados y de la coherencia con los valores éticos. Por eso, el Programa busca formar profesionales responsables y crear las bases de un futuro régimen de práctica forense, similar a las residencias médicas, que permita al alumno encarar casos reales y tomar decisiones correctas.


 Por supuesto, la filosofía de este entrenamiento se enmarca en los objetivos de Fores, que trabaja en distintas áreas, y aporta claves para una reforma judicial que obtenga una Justicia más eficiente y honesta para todos los ciudadanos por igual. La capacitación juega un rol importante en esta labor.


 Parecería que son tiempos donde a las organizaciones civiles les toca dar respuestas en ámbitos donde las instituciones están aletargadas.


Detalles. Para más información: www.foresjusticia.org.ar.