Iván Noble anda en busca de una canción
BUENOS AIRES (Télam) -- Tras 10 años de carrera con los Caballeros de la Quema, en 2003, Iván Noble editó el recomendable Preguntas equivocadas en el que buscó adentrarse en terrenos de la canción pop, pero retomó un sonido más rockero en Nadie sabe donde (2004).
En ese tiempo de caminar solo, Noble puso sobre la mesa su gusto por la canción y por artistas como Bob Dylan, Tom Waits, Tom Petty y Joaquín Sabina, entre otros.
Tras haber encontrado en Sufián Cantilo al socio buscado, Noble compuso doce canciones para Intemperie --a las que se suma el cover de Canción del Jardinero de María Elena Walsh-- en los que transita el camino del cantautor y decidor de canciones al estilo de Ryan Adams, los Wallflowers y el siempre vigente Petty.
"Es un disco muy rock americano de guitarras, muy Tom Petty, Ryan Adams y Wallflowers, pero también tiene cosas de tango y jazz. En realidad siempre hice discos que me gustan pero esta vez decidí no pensar ni un segundo en lo complicado que sería hacer demasiados cálculos musicales.
"Además yo tenía el prejuicio de que para hacer un disco como éste, despojado, había que esperar un par de discos más, estar bien instalado como solista, para darse después el gusto. Los gustos hay que dárselos en vida, sobre todo los de tu laburo. Venía de hacer dos discos, que me gustan pero que tienen puesto el foco en otro lado, no tanto en la canción en sí".
La causa perdida. En Intemperie, Iván Noble aseguró haber iniciado la búsqueda de la canción, aunque se trate de una causa perdida.
La nueva producción contó con la participación de Roberto Pettinatto, Adriana Varela, el contrabajista de jazz Mariano Otero, Juan Subirá y el ex Caballeros de la Quema, Pablo Guerra.
-- ¿Su búsqueda es la de la canción?
-- Sí, pero es una causa perdida para todos.
-- Como es para Norman Mailer buscar la gran novela americana.
-- Exacto, todos buscamos historias, pero lo que yo busco son canciones lindas. La búsqueda de la belleza, por supuesto suena muy maricón, pero en gran parte del rock no es ésa la búsqueda. Lo que intentan es la contundencia hormonal, la cosa vital, el pogo, la transpiración, el centro de gravedad del rock pasa por ahí y en mi caso, hoy, pasa por otro lado.
-- ¿Le molesta que te digan que Joaquín Sabina o Joan Manuel Serrat lo influencian?
-- No, ojalá. Tal vez cuando pensás en escritores de canciones en castellano tampoco son tantos los que te gustan. A mí me gusta mucho el tango y no sé si se nota. Escuché mucho a Sabina, pero también escuché mucho a Homero Manzi y Cátulo Castillo. Sabina es una referencia muy concreta, también me gusta Bob Dylan o Leonard Cohen. Me gustan los tipos que le prestan atención a la birome, para los cuales no es un garrón tener que escribir una letra, muy por el contrario.
Lejos del rock. En la producción actual de Noble puede percibirse la influencia de Sabina, Neil Young, Tom Petty y Ryan Adams.
Canciones como Decime que anoche nunca existió en la garganta de Adriana Varela, permite escuchar a un amante arrepentirse de la persona con la que despertó en la cama.
El comienzo del disco con Y que más da, y la bella Olivia vinculan al vocalista con ese género llamado "americana" en el que se destacan Petty, Jakob Dylan y Bruce Springsteen.
Precisamente el sonido de Springsteen puede percibirse en A los leones, donde Pettinatto aporta un saxo que trae un dulce recuerdo de Clarence Clemons.
Para destacar la jazzera Lágrimas de Cabernet, No retiro lo dicho, Causas Perdidas y el inventario de metidas de pata en Fe de erratas, sumadas a Bendito infierno.
-- ¿Prefiere que lo llamen "cantante" o "cantautor"?
-- La palabra cantautor está asociada a los '80, tipos que en general tenían una militancia psicobolche, las cosas estaban muy puestas en el mensaje de las canciones. Pero la verdad es que éstas canciones no tiene mensaje, son fotos, son historias. En cambio el concepto `songwriter', escritor de canciones me gusta un poco más que cantautor. Creo que este disco inicia una etapa bastante más cerca de eso que de la estridencia o la orquestación del rock.
-- ¿Cómo surge la idea de un disco despojado?
-- Decidí pensar qué tipo de música estoy escuchando y se me cruzaban los nombres de Ryan Adams, Jack Johnson, Damián Rice o los primeros discos de Tracy Chapman, Wallflowers, el último disco de Tom Petty. Creo que uno tiene que hacerse cargo de la música que disfruta y hoy en día disfruto de ese tipo de música. Es música de sillón, de sofá, no es música achanchada, al contrario. Definitivamente lo que a mí me gusta es el género canción. Y éste es un disco de canciones.
-- ¿Se siente alejado del estereotipo del rock?
-- Cuando tenés un hijo el mapa de tu vida cambia grosso, y disfrutás mucho más puertas para adentro, gateando con tu hijo mientras escuchas música. Sería muy tirado de los pelos de mi parte colgarme de los bafles hoy en día. Hacer "la gran Iggy Poop", no me sale.
"No soy un animal de rock. Soy un tipo que tiene una formación de rock, que tuvo una banda de rock muchos años, pero que siempre disfrutaba de otras cosas. Ahora se dio a la inversa, disfruto casi absolutamente de todo lo que no es rock y de vez en cuando aparece una banda de rock que me gusta. Pero mi balanza se inclina más hacia las guitarras acústicas que a la distorsión".
-- ¿Dejó el rock de ser un fenómeno contracultural?
-- Seguro que dejó de ser un fenómeno contracultural hace tiempo, acá y en todos lados. Ni siquiera creo que sea algo para ponerse a llorar, es un dato de la realidad, han caducado tantas cosas. A mí no me conmueven las bandas de rock hoy en día. Me cuesta involucrarme afectivamente con las bandas nuevas pero no con las bandas clásicas. Ya no tengo mucho contacto con las nuevas.